Rompe la monotonía: juega con los encuadres

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12 Febrero 2010

Jesús León

Es una tendencia lógica y natural realizar fotografías con los formatos tradicionales. Pero pasa que, en ocasiones, no caemos en las muchas posibilidades que existen si jugamos a usar otro tipo de encuadres. A muchos les parece arriesgado o, a priori, inapropiado para el tema, pero es conveniente practicar y buscar la originalidad, siempre dentro de lo que buscamos fotografiar, no tenemos que salirnos de nuestro estilo o intención, pero resulta estimulante, y en ocasiones, nos podemos sorprender gratamente.

También, gracias a las múltiples opciones que hoy día nos ofrecen las cámaras digitales más actuales, podemos utilizar otros formatos y previsualizarlos en pantalla antes incluso de disparar. Así, nos resulta mucho más fácil lograr una composición adecuada. Algo que habitualmente solemos realizar con más frecuencia en la posterior edición.

Los encuadres pueden ser de cualquier forma y las proporciones suelen seguir los formatos tradicionales, pero ¿por qué desaprovechar las inmensas posibilidades de la fotografía digital?

Veamos algunos consejos útiles para jugar con los encuadres y buscar mayor creatividad, siempre teniendo en cuenta lo útil de la experimentación y lo mucho que nos puede reportar salirnos de las normas y costumbres habituales.

Formato cuadrado

Es muy menospreciado. Es complicado usarlo, pero resulta muy estimulante y gratificante si conseguimos una composición acertada. Hoy en día lo incorporan entre sus prestaciones muchas cámaras, desde réflex a compactas sencillas y ello nos puede ayudar a la composición a través de la pantalla LCD. Porque, salvo excepciones, no es lo mismo lograr una foto con formato cuadrado pensada desde el principio que logrando un recorte en la posterior edición.

Hay que buscar los motivos más adecuados: retratos en primer plano, macro de flores y vegetación,... pero no descartemos los paisajes. Si componemos un paisaje en formato cuadrado debemos usar un gran angular y establecer un primer punto de vista cercano y claro al que darle profundidad. El resultado suele ser un paisaje que transmite fuerza.
Este formato se presta como pocos a la experimentación en la composición. Jugar con los desequilibrios intencionales, situar el motivo en un lugar inesperado o mostrar un elemento parcialmente le otorga originalidad.
También podemos usar composiciones equilibradas, minimalistas, que transmitan paz, tranquilidad, misterio...

Formato panorámico

Es mucho más utilizado y siempre resulta espectacular. Casi todas las cámaras incorporan algún modo panorámico y son fáciles de utilizar consiguiendo paisajes espectaculares.
Combinado con un objetivo gran angular podemos captar grandes superficies y darle un punto de vista fantástico a fondos urbanos o entornos naturales a los que sacarle el máximo partido.
Es conveniente que el formato panorámico esté bien compensado, que todas las áreas tengan fuerza, información y no quede descompensada en exceso la imagen.
No nos olvidemos de utilizarlo de forma vertical. Captar un edificio, un monumento o también una cascada, un árbol, cualquier elemento que tenga suficiente altura podemos capturarlo y sacarle partido.
Prueba la proporción 16:9. Es habitual del vídeo, pero no lo descartemos para imágenes. Nos obliga a una composición bien estudiada, pero es ideal para paisajes, retratos de grupo o momentos de acción en deportes. Algunas cámaras lo incorporan, aunque no es tan habitual, y podemos probarlo en la edición posterior.