Las cosas muchas veces no son lo que parecen. Aunque en este caso es más apropiado decir que no son como parecen ser. La macrofotografía tiene la sorprendente capacidad de abrir ante nuestros ojos un mundo casi siempre desconocido, el de lo muy pequeño, incluso aunque nos ciñamos a objetos cotidianos.
Pyanek es un artista especializado en macrofotografía con una habilidad muy especial a la hora de ofrecernos una mirada distinta de los objetos cotidianos. El vídeo que os dejo al final del post, que recopila algunas de sus fotografías, lo demuestra. Un grano de azúcar, el filo de un cuchillo, un copo de maíz tostado o las páginas de un libro le bastan para sorprendernos.
Para tomar estas fotografías Pyanek utiliza una EOS 600D de Canon, un objetivo invertido y tres programas de edición: Helicon Focus, Lightroom y Exposure 5. El resultado lo tenéis debajo de estas líneas. A mí, sinceramente, me parece asombroso, sobre todo si tenemos en cuenta que utiliza un «hardware» bastante modesto. Pero ya sabemos que más vale maña...
Vía | Colossal
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