Conseguir la luz idónea en una fotografía en exteriores suele obligarnos a realizar pequeños sacrificios. Afortunadamente, un buen madrugón o varias horas de espera compensan sobradamente si gracias a ellos conseguimos que la fotografía que tenemos en mente queda iluminada por el sol del amanecer o el ocaso. La lástima es que esa luz tan bella dura tan solo unos instantes, por lo que habitualmente no nos deja mucho margen de maniobra a la hora de disparar. Ahora o nunca.
Un conocido fabricante de relojes ha aprovechado esta circunstancia para retar al fotógrafo inglés Simon Roberts a un proyecto en el que debía fotografiar y prolongar tanto como fuese posible la luz del atardecer desplazándose en un avión encima de la línea que separa el día de la noche y en sentido contrario al de la rotación terrestre. Para ello debía atravesar varias franjas horarias y planificar cuidadosamente la trayectoria que debía seguir con la ayuda de un reloj de la marca capaz de ajustar automáticamente la hora a través de satélite. Todo ello para «estirar» el ocaso al máximo. A pesar de que el objetivo último de este proyecto es comercial, el hecho de que la auténtica protagonista sea la luz lo dota de cierto encanto para todos los que adoramos la fotografía.
Para hacerlo posible Roberts contó con la ayuda del piloto de la OTAN Jonathan Nicol, que, además de pilotar el avión, tuvo que corregir la trayectoria que debían seguir en tiempo real para ofrecer a Roberts esa luz que todos los fotógrafos adoramos durante el máximo tiempo posible. Un proyecto bonito, ¿no os parece? Si os apetece ver el resultado y ser testigos de la preparación del viaje, echad un vistazo al vídeo que tenéis debajo de este párrafo. Merece la pena incluso para quien no pueda entender qué dicen sus protagonistas (solo está disponible en inglés).
Vídeo | Fast Company
Vía | Popular Photography
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