Continuando con la serie de artículos enfocados al uso práctico de los objetivos, en el que ya hemos aprendido a utilizar los objetivos angulares, los normales y los teleobjetivos, vamos a ver hoy cómo podemos sacarle el máximo partido a un objetivo macro.
Hasta ahora habíamos hablado de los distintos tipos de objetivo en función de su distancia focal. Entonces lo primero que debemos saber es que los objetivos macro no están relacionados directamente con ninguna distancia focal concreta.
Los objetivos macro se relacionan con unas características de capacidad de enfoque muy cercano y a la reproducción de los elementos en la imagen al tamaño real, es decir, el pétalo de una flor de un centímetro deberá ocupar como mínimo un centímetro en nuestro sensor o película cuando tomemos la fotografía desde la distancia mínima de enfoque.
¿Cómo puedo reconocer una fotografía hecha con un objetivo macro?
Foto de José Barceló
Reconocer una fotografía hecha con estos objetivos es relativamente sencillo ya que suelen ser tomas de gran aproximación al sujeto fotografiado en las que podemos observar detalles que a simple vista apenas somos capaces de percibir.
Por eso, en lugar de reconocer las fotografías como hemos hecho hasta ahora en función del campo visual, la profundidad de campo y la distancia entre planos, en este apartado hablaremos un poco más de las características de estos objetivos.
Decíamos que estos objetivos nos deben permitir acercarnos lo suficiente a los elementos que fotografiamos como para que el sensor los capte a tamaño real, eso sería una relación de aspecto 1:1, pero no hay porqué conformarse con eso y esa relación puede ser superior (2:1, 3:1, etc.). Generalmente los objetivos macro reales nos ofrecen una escala en la que en función del punto de enfoque nos indican la relación de aspecto que obtenemos.
Al encontrarnos tan cerca del sujeto la profundidad de campo se ve muy limitada. Además a esto debemos añadirle que por lo general los objetivos macro más utilizados suelen ser teleobjetivos cortos, con lo cual se limita todavía más la profundidad de campo. Para lograr obtener una mayor profundidad de campo, los objetivos macro reales suelen permitir cerrar el diafragma hasta f/32.
Hablamos continuamente de objetivos macro “reales” porque muchos fabricantes ponen la etiqueta a objetivos macro que por ejemplo no alcanzan completamente el aspecto 1:1 y muchas personas compran accesorios macro pensándose que se trata de objetivos macro y no debemos confundirnos si no queremos que nuestras imágenes y carteras se resientan.
Por otra parte existen los objetivos micro (que poco tienen que ver con el catálogo “micro” de Nikkor) que son objetivos para fotografía microscópica más especializada.
Pero… ¿En qué tipo de fotos suelen usarse?
Foto de José Barcelo
Lógicamente este tipo de objetivos se utilizan para tomar fotografías a elementos diminutos, de unos centímetros o incluso menos de un centímetro. Por este motivo lo más habitual cuando se habla de fotografía macro es pensar directamente en fotografía de flores e insectos.
Pero la fotografía macro no se limita a estas fotografías, faltaría más. ¿Cómo podemos tomar fotografías de ese precioso y caro anillo, con su diamante de apenas unos milímetros? La respuesta es sencilla, con un objetivo macro, un gran conocimiento de la técnica de iluminación y mucha paciencia.
Entonces los objetivos macro también se utilizan mucho en la fotografía de pequeños objetos para publicidad, objetos que con un objetivo que no fuese macro se convertirían en simples objetos sin ningún tipo de detalle.
En fotografía de alimentos también es habitual usar este tipo de objetivos ya que nos permiten acercarnos a lo suficiente a la comida como para captar detalles en los que no solemos fijarnos cuando comemos y eso nos ayuda a obtener fotografías diferentes de platos muy apetitosos.
Algunos errores frecuentes al usar un objetivo macro:
Uno de los errores habituales en este tipo de fotografía es no usar trípode. Lógicamente, si perseguimos una abeja que va de flor en flor no usaremos trípode, pero ¿Por qué no usarlo para fotografiar elementos estáticos? Es incómodo ¿verdad?
Pensemos por un momento en lo que hablábamos antes de la relación de aspecto. Un centímetro en la realidad se reproduce como un centímetro en el sensor. Entonces una vibración de un milímetro al disparar, se reproducirá también a tamaño real en el sensor. Eso significa que si sacamos una copia a un tamaño 20 por 30 centímetros lo único que querremos hacer es tirarla a la basura porque estará totalmente movida.
Errores de desenfoque también son habituales en este tipo de fotografías. Al disponer de una profundidad de campo tan limitada, es fácil que si enfocamos en un punto poco interesante de la escena, el punto de máximo interés aparezca desenfocado.
La fotografía macro es la fotografía de aproximación, pero cuidado porque al aproximarnos tanto es muy fácil que nosotros o nuestro equipo fotográfico estemos tan cerca del elemento al que tomamos las fotografías que proyectemos sombras sobre el mismo.
Entonces… ¿Cómo puedo sacarle el máximo partido a mi objetivo macro?
Foto de José Barceló
Lógicamente lo primero que debemos hacer para aprovechar al máximo nuestro objetivo macro es acercarnos. ¿Cuánto? para empezar diremos que lo máximo que puedas. Ajusta el anillo de enfoque para enfocar a la mínima distancia posible y acércate al sujeto hasta que aparezca enfocado, de esta forma estarás tomando una fotografía lo más cerca que te permite el objetivo.
Siempre que sea posible usa el trípode y tómatelo con calma. Si tu cámara dispone de la opción de bloqueo del espejo, úsala, evitarás las vibraciones que produce el espejo al moverse en el momento que tomamos la fotografía. De esta manera evitaremos vibraciones mínimas que aparezcan ampliadas debidas a la proximidad del sujeto.
Sigue tomándotelo con calma, fíjate bien en la escena y busca un punto de máximo interés sobre el que centrar el enfoque. Puedes usar tanto enfoque automático como manual, pero lo importante es estar seguro de que enfocamos donde queremos. En insectos el punto de interés suelen ser los ojos, el más próximo. Si fotografiamos flores, los estambres con el polen, fotografiando objetos, depende de cada ocasión y de nuestras intenciones.
No te limites a buscar una flor o un insecto, acercarte y disparar, eso lo puede hacer cualquiera. Si quieres fotografiar naturaleza busca situaciones especiales, las horas del día en que la luz sea mejor y, si es necesario, ayúdate con iluminación artificial, busca mejores composiciones y aprovecha el control sobre la profundidad de campo. No dejes que tus fotografías macro se limiten a tomar fotos de cerca.
En fotografía macro no todo es fotografiar flores e insectos, busca objetos con detalles y texturas interesantes. Realiza composiciones en las que gracias a la aproximación obtengas fotografías abstractas interesantes. En definitiva, sé creativo.
¿Existen opciones más económicas?
Aunque generalmente los objetivos macro presentan unos precios intermedios, disponemos en el mercado de algunas opciones que por un lado ayudan a obtener mayores aproximaciones con los objetivos macro y por otro lado podríamos decir que simulan los efectos de estos objetivos.
Una opción bastante económica y útil son los tubos de extensión, que suelen venderse en lotes de varios tubos con distintas distancias focales de ampliación. Se sitúan entre el objetivo y el cuerpo de la cámara y tienen dos inconvenientes principales. La pérdida de luz que producen (dependiendo de la extensión perderemos más o menos luz) y que algunas funciones automáticas del objetivo pueden perderse.
Una segunda alternativa son los filtros o lentes dióptricas que se enroscan en la parte frontal del objetivo y actúan como lentes de aumento por lo que no tendremos que acercarnos más al sujeto sino que directamente aparecerá más grande. En este caso no se pierde ni luz ni ninguna función, pero sí una cierta calidad de imagen en el caso de que estas lentes no sean de gran calidad.
Y finalmente la opción más económica de todas, coger un objetivo que no sea macro y colocarlo delante de la cámara pero invertido, es decir, con la parte en la que enroscaríamos los filtros hacia el sensor y la rosca del objetivo hacia lo que queremos fotografiar. No podremos conectar el objetivo a la cámara, por lo que algunas cámaras puede que no nos permitan disparar al no detectar objetivo y en todas, perderemos las funciones automáticas salvo la medición de la luz por TTL.
Únicamente podremos ajustar la apertura del diafragma en aquellos objetivos que dispongan de un anillo para ello y no cierren automáticamente el diafragma al máximo en cuanto se desconectan del cuerpo. El enfoque deberá ser siempre manual.
Con esta última opción es importante tener cuidado de que no se nos caiga el objetivo, vigilar que sujetamos el objetivo lo más ajustado al cuerpo de la cámara posible y evitar al máximo que entre polvo en el sensor si no queremos tener que limpiar el sensor después de la sesión macro.
Ejercicios prácticos
En esta ocasión os invitamos a que compartáis con nosotros vuestras fotografías macro. Pero no fotografías macro cualquiera, nos gustaría que explotarais vuestra creatividad al máximo usando el objetivo macro o alguna de las alternativas para tomar fotografías abstractas aprovechando la mayor capacidad de aproximación de estos objetivos.
Si vuestra cámara lo permite, nos gustaría que intentarais tomar algunas fotografías macro usando un objetivo normal invertido.
Y para finalizar una última pregunta ¿Qué opináis de la macrofotografía? Os encanta, la detestáis, nunca lo habéis probado…
Foto de portada | Modo_Bulb
En XatakaFoto | Uso práctico de los objetivos y Fotografía macro
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