En este pequeño tutorial y como aperitivo de nuestra edición semanal de Aprendiendo con Camera RAW vamos a ver cuatro conceptos básicos, que me han sido muy útiles a la hora componer visualmente los retratos: recortar, viñetear y corregir. No me voy a centrar en el cómo, es decir en la edición, sino en esos cuatro conceptos y cómo nos ayudan a mejorar el retrato. Para saber cómo ya lo puedes ir siguiendo en nuestro curso de Camera RAW. A estas alturas ya sabréis que mis dos modelos favoritos son mis hijos Diego y Noemí. En esta ocasión os voy a plantear los conceptos de hoy utilizando una foto de Noemí que ya publiqué en mi galería hace algunos meses. En este artículo de hoy, utilizo Lightroom 3.2, pero como ya he comentado en el curso de Camera RAW los conceptos son totalmente análogos a los que utilizamos en Camera RAW, por lo que puedes abrir tu imagen en Camera RAW y revelarlo todo allí. También quedaros con lo siguiente, después de terminar con Camera RAW o Lightroom, realizamos los ajustes finales en Photoshop.
Una de las cosas que he aprendido a golpe de ensayo y error así como a los consejos que me ha dado gente mucho más experta que yo en la fotografía de niñ@s y bebés es que no se están quietos. Partiendo de ello, has de plantearte realizar bastantes tomas hasta conseguir aquella con la que realmente estés satisfecho, realmente esto también es aplicable a los adultos muchas veces. Una cosa que debes tener en cuenta es el flash. Dado que las pupilas de los bebés sobre todo, son muy sensibles a la luz, más aún en sus primeros meses de vida, debes plantearte no dirigir el flash directamente hacia ellos por lo que si solamente dispones del flash integrado, te recomentaría que no lo usases. Si dispones de un flash externo, entonces, además es recomendable que lo dirijas hacia el techo por dos razones: lograrás una distribución mucho más uniforme de la luz y que el bebé o el niño no se sienta “flasheado” o asustado por la luz, logrando una pose más natural. Otra cosa que puedes hacer, como he hecho yo, en la toma de hoy es aprovechar la luz natural (junto con el flash a veces, aunque éste no es el caso) de la ventana para que ilumine la cara del bebé. El utilizar la luz natural también te ayudará a conseguir un balance de blancos más adecuado.
Pongámonos manos a la obra. Los datos de la toma de hoy son los siguientes: Nikon D90, Objetivo Nikkor 50mm f/1.8, ISO 200, 1/250 y apertura 1.8 y la distancia aproximada es de 1 metro. Está realizada sobre la cama de nuestro dormitorio. Comento esto último porque una de las cosas que pienso debe aprovechar un buen fotógrafo es el entorno que tiene, a veces el entorno es el que es y es complicado, por eso me gusta usar aperturas amplias para obtener un buen bokeh.
El objetivo final que queremos obtener es el siguiente:
La foto Original, el RAW sin editar … es éste:
Lo primero que podemos ver,con respecto a la imagen de abajo, es que he realizado un recorte en Lightroom e inclinado la horizontal de la cama para centrar más la atención en la cara de Noemí. Como efecto colateral, pero en positivo, el tiovivo de su cuna que estaba más centrado pasa a tener menos protagonismo, reforzando el objetivo de centrar la atención en su cara. Prueba a recortar y girar, es una gran ayuda en la composición. Esto ayuda a encontrar más fuerza en la imagen, diagonales, centrar más la atención en el sujeto y en definitiva, muchas veces, mejorar la composición.
Lo primero que pienso es el tipo de resultado que quiero obtener. Quiero llegar a una imagen “soft”. Abriendo la imagen RAW en Lightroom, ajusto un poquito la luz de relleno y la recuperación, ya que el procesado que busco es un toque de tonos “desaturados-saturados”, también bajo en las curvas las iluminaciones buscando ese efecto “soft”. Con el pincel de ajuste local y la opción mejora de iris y un tamaño de pincel adecuado repaso los ojos de Noemí aclarando un poquito.
Ahora viene el verdadero cambio por decirlo así: dividimos los tonos. Por defecto las sombras e iluminaciones tienen un tono neutro. En la opción dividir tonos suelo subir a tonos azules-magentas las sombras, subo poco a poco la saturación, en las iluminaciones hago lo mismo pero con tonos más cálidos. En este caso dejo un tono más neutro, ya que deseo que la imagen se enfríe un poco, recordando a un proceso cruzado, ello con los tonos rojos y anaranjados del resto de la foto crearán el efecto.
Abrimos la imagen ya en Photoshop. En este momento me doy cuenta que hay un pequeño arañazo en la frente de la peque. Aplico la herramienta parche para limpiar el pequeño arañazo que se había hecho Noemí en la frente. Después aplico la acción luz 3D de José María Mellado oscureciendo y/o aclarando luces y sombras. No es más que una acción que añade por encima tres capas de curvas, pero con las curvas sin tocar y con sus respectivas máscaras (en negro por defecto): la primera en modo Superponer (para Contrastar), la segunda en modo Trama (para Aclarar), y la tercera en modo Multiplicar (para Oscurecer). Sobre todo aquí aclaré un poco las sombras de la cara de Noemí. Para ello usé un pincel con una opacidad baja (20%) y di varias pasadas hasta obtener el efecto deseado. Esta acción la uso para dar volumen. Apliqué una capa blanca con una opacidad baja para bajar los colores y suavizarlos. Añadí otra capa blanca en modo superponer o luz suave para contrastar un poco algunos brillos de la cara. También con ello he conseguido vieñetear algo la imagen, oscureciendo el fondo.
Para terminar aplicamos un poco de enfoque selectivamente a la parte del rostro ya que en estos casos suelo no enfocar en el revelado sino hacerlo al finalizar el procesado. Espero que os haya ayudado a clarificar conceptos y os pueda servir en la composición de vuestros retratos, nos vemos en Xatakafoto, y recuerda: el don está en la mirada del fotógrafo.
Fotografía | Alfonso Domínguez Lavín
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