Seguro que os habéis encontrado con este problema muchas veces. Preparamos una fotografía, la llevamos a un laboratorio y nos la devuelven mal cortada... O con franjas negras o blancas a ambos lados... O las vemos deformadas en las redes sociales... Hoy vamos a hablar sobre la relación de aspecto o la proporción para conseguir que nuestras imágenes queden tal y como las hicimos originalmente.
La relación de aspecto es un quebradero de cabeza para muchos fotógrafos. Solo son conscientes de ella cuando les devuelven fotos recortadas del laboratorio o ven sus imágenes deformadas en las redes sociales. Me estoy refiriendo a las proporciones, a la relación entre el ancho y el alto. Según el programa con el que trabajemos nos podemos encontrar diferentes denominaciones: Aspecto en Adobe Lightroom, Proporción en Adobe Photoshop, Relación de aspecto en Capture One...
En muchas ocasiones he visto que los fotógrafos recortan en función de la imagen sin respetar la relación de aspecto. El problema viene cuando cada imagen es distinta. Y esto es un problema grave. En primer lugar no queda bien que cada fotografía tenga una proporción y a la hora de presentar las fotografías podemos tener un problema de continuidad. Y en segundo lugar si lo llevamos a un laboratorio tradicional todas van a quedar con la misma proporción, así que nos vamos a encontrar recortes que no nos van a gustar.
¿Qué es la relación de aspecto?
La relación de aspecto es la proporción entre la altura y la anchura. Por ejemplo, 3:2 es una de las proporciones más comunes de la fotografía. Si dividimos 3 entre 2 nos da 1,5. Quiere decir que si multiplicamos el lado menor por 1,5 nos saldrá la medida del lado mayor para seguir con la misma proporción. así descubrimos que 10x15 sigue esta relación de aspecto. Y aquí es donde comienzan los problemas para muchos de nosotros.
Así llegamos a la conclusión que la proporción 4:3 es 1,33. O que la proporción de 16:9 es 1,77... Para saber las medidas del papel solo tenemos que multiplicar el lado pequeño por dichos números y listo. Ojalá todo fuera tan fácil en el mundo de la fotografía... Pero no es así. Todo se complica en cuanto queremos ampliar. Por ejemplo si pedimos un 13x18 cm nos encontramos con que nos van a recortar el lado mayor 1,5 cm. Si pedimos un 15x20 cm pasará lo mismo... El siguiente tamaño estándar que respeta la proporción 3:2 es 20x30 cm.
Y si trabajamos con impresoras y compramos papeles resulta que la mayoría de los que encontramos en el mercado siguen la norma DIN. ¿Y en qué consiste esta norma? Es una norma alemana de 1922 ideada por Walter Forstmann. Posteriormente se ha convertido en la norma internacional ISO 216. Como podemos leer en este artículo:
La idea es obtener cada hoja de la forma más sencilla y cómoda que pueda haber: cortando por la mitad. Si queremos que la proporción se mantenga en los diferentes formatos, la relación entre longitud y anchura deberá conservarse con cada corte que hagamos.
La norma DIN parte del A0, que es la superficie de 1m2. Según vamos doblando encontramos siempre un rectángulo con la misma relación de aspecto. Así, el famoso DINA4 que mide 297x210 mm tiene la misma proporción que el DINA3 o DINA2. ¿Y cuál es? Pues desgraciadamente para nosotros los fotógrafos es 1,41428571... Nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora. Al parecer está más cerca de la raíz cuadrada de 2, pero esto es algo que dejamos a los matemáticos...
Quiere decir que la mayoría de los papeles que hay en el mercado de impresión no tienen la misma relación de aspecto que los sensores de las cámaras. Si queremos copias a sangre tendremos que sacrificar algo de información. O acudir al famoso DINA3+, con una proporción más cercana (48,3/33=1,46) al 3:2 de nuestros sensores.
La relación de aspecto de los sensores del mercado
Así que no nos queda más remedio que conocer cuál es la proporción de los sensores de nuestras cámaras para saber cuál es el papel que tenemos que pedir en los laboratorios para evitar recortes que no hemos pedido. Ya lo hemos adelantando antes pero vamos a verlo con más detalle.
- 3:2 es la proporción de los sensores herederos de la película de 35 mm, que medía 24x36 mm. Este formato nace con las primeras Leica de Oskar Barnack. Viene de girar la película cinematográfica para aprovechar más su superficie. Pero el problema es que las esquinas reciben menos luz a no ser que los objetivos estén corregidos para evitarlo.
- 4:3 es la proporción de los sensores de las cámaras compactas y de las famosas y heridas Micro Cuatro Tercios. La relación 1,33 es mucho más cuadrada. Por este motivo fue elegida por los ingenieros de Olympus para evitar los problemas de un formato más panorámico.
- 16:9 es la proporción de las televisiones actuales. Muchas cámaras ofrecen esta posibilidad, pero solo recortando vía software el fotograma.
- 1:1 es la proporción de las cámaras de formato medio que tanto están sonando ahora en la Photokina 2018. Aunque si nos damos cuenta, la relación de aspecto de la nueva Fuji GFX 50R es 4:3 (43.8x32.9 mm= 1,33)
Así que a partir de ahora tendremos en cuenta estas observaciones para el desarrollo de nuestras series de fotografías. Tanto si queremos imprimir como publicar en internet hay que conocer la relación de aspecto que nos da la cámara y la proporción que queremos para nuestras imágenes.
Las soluciones al problema
Por supuesto podemos ir a un buen laboratorio profesional y allí nos recortarán, previo pago, la fotografía con el formato que queramos. Pero si vamos a un laboratorio de toda la vida tendremos que asumir los recortes. Una opción que muchos tomamos es olvidarse de imprimir a sangre y preparar el archivo con márgenes en Tamaño de lienzo. Así podremos ver la fotografía de 3:2 en un papel 4:3. No es lo mismo pero puede quedar muy elegante.
Y a no ser que tengamos muy claro este tema recomiendo siempre dejar aire en nuestras fotografías para poder asumir recortes sin problemas en un futuro. No es un consejo muy profesional, desde luego, pero nos quitará problemas de la cabeza a la hora de acudir a las herramientas de recorte.
Personalmente casi siempre trabajo con cámaras FF o APS-C (25,1×16,7 mm). Así que imprimo a 10x15, 20x30 o me voy directamente a por papeles DINA3+. En Instagram siempre trabajo con 1:1 que puede ser un formato poco dinámico pero que no resta un ápice de protagonismo al mensaje de la fotografía.
Así evito disgustos a la hora de componer y de recoger las copias en el laboratorio. Ahora mismo no tengo una impresora en casa, así que no puedo jugar con diferentes formatos. Eso sí, cuando lo necesito voy a un laboratorio profesional e imprimo incluso en formato redondo... Que la relación de aspecto nunca os vuelva a limitar.
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