El mundo del revelado y la edición es uno de experimentar y buscar cómo usar las herramientas para reforzar o transformar las imágenes que capturamos. Controlar la luz y reformarla es un trabajo que puede darle vida a una fotografía plana y muerta. Un acercamiento interesante viene del canal de YouTube de Alex Armitage, quien nos da un flujo de iluminación mediante filtros radiales.
En el vídeo de Alex, podemos ver cómo el fotógrafo utiliza el sistema de filtros radiales para generar una dirección de luz, crear puntos de luz para reforzar el volumen y de esa manera darle una nueva sensación a la imagen. Este esquema parte de un principio que nos permite aplicar el mismo truco a cualquier imagen y reforzar la iluminación, incluso si esta ya tiene un contraste y dirección de luz definida.
El principio es sencillo, lo importante es pensar la dirección, aplicar parches de volumen que mantengan la caída de luz en esa dirección y aplicar los filtros a zonas específicas que nos permitan generar volumen.
En el laboratorio
Apliquemos el principio del vídeo en un flujo de trabajo nuevo. Para ello tomaremos la imagen de abajo como ejemplo.
La imagen está casi muerta. Sin embargo, al aplicar unos ajustes básicos vemos algo más de vida en la imagen.
Lo primero que haremos es definir una zona donde la luz predomina en la escena. En este caso, cerca a donde está el choque de las olas. Aquí aplicaremos nuestro primer radial con un aumento en la exposición.
El siguiente paso será aplicar filtros radiales sobre puntos que queramos resaltar. Sin embargo, siguiendo esa dirección de luz haremos ajustes para que esos puntos tengan más coherencia con la intención de luz inicial. También podemos hacer pequeños ajustes de textura y claridad en estos radiales para resaltar algo más de textura sobre los puntos.
Con estos dos elementos ya vemos un gran cambio de la imagen. Y esta es la base del flujo propuesto por Alex Armitage. Sin embargo, podemos entrar más en este moldear la luz.
El siguiente paso aplicado es subexponer zonas de sombra y reforzar algunos brillos con una brocha de ajuste. Esta segunda pasada de exposición nos permite reforzar el volumen y darle más tridimensionalidad a la escena.
Con un filtro de degradado ajustamos el cielo para complementar la escena.
Esto nos da la base de contraste y, prácticamente, ya nos quedaría ajustar la gradación de color de la escena.
Con el filtro de gradación de color, ya sea en Lightroom o Camera RAW, podemos terminar de afinar el tinte y los contrastes de la escena.
Abajo tenéis el resultado final.
Como siempre, la práctica nos permite dominar la herramienta para sacar el potencial escondido de nuestras fotografías. Experimentar con ellas nos da nuevos acercamientos al manejo de estilo.