En mis clases de iniciación siempre digo a mis alumnos que van a terminar con pesadillas después de escucharme hablar de esa montañita que se ve algunas veces en la pantalla de la cámara o en el ordenador. Es uno de los mejores amigos del fotógrafo digital. Si somos capaces de entender el histograma dominaremos la fotografía de forma inmejorable desde el punto de vista técnico. Vamos a empezar.
El histograma es una representación gráfica de la frecuencia de aparición de los diferentes niveles de luminosidad de una fotografía. Es una herramienta estadística. Y como tal debemos tratarla. Tiene dos ejes, el X y el Y:
- En el eje X están los valores de luminosidad, exactamente 256. Del 0 que representa el negro absoluto al 255 que el blanco absoluto.
- En el eje Y están los porcentajes. Muestra cuál es el valor más repetido de todos de forma relativa.
En ningún caso nos dice dónde están en la fotografía dichos valores. Lo digo porque mucha gente piensa que es así. Y realmente lo que vemos es un resumen de los tres histogramas posibles, uno por cada canal RGB. En la cámara y en los programas podemos llegar a ver los tres por separado o superpuestos, para llegar a conocer con exactitud los valores de cada uno de ellos. No tiene nada que ver los valores del canal Rojo con los del Azul o el Verde. No tienen que coincidir.
Y para complicar más las cosas lo que estamos viendo en ningún caso es la realidad pues es más bien un resumen de la misma. Lo que estamos viendo son 256 niveles. Si fuera un jpeg sería bastante exacto, pero si lo que miramos es un RAW estamos muy lejos de la realidad. Sería imposible crear un histograma fiel a la realidad. Es muy incómodo ver un histograma de más de 16000 niveles. No hay pantalla que permita verlo de una vez.
Por no entrar en el mundo de la gestión del color. Según el espacio con el que trabajemos, el histograma cambiará en gran medida... Y si recordamos que el histograma que vemos es el de la interpretación jpeg de la cámara... Todo son problemas (y ya no hablo de la diferencia de histograma entre los propios programas de Adobe...).
Forma de los histogramas
Según la distribución de los valores en el histograma podemos descubrir, sin necesidad de ver la fotografía, si la imagen está quemada, subexpuesta, con contraste o sin él. Si tiene exceso de luces o de sombras... Si lo sabemos leer será más fácil ver los defectos de la imagen e intentar corregirlos. Pero hay que tener claro que donde alguien ve un fallo, otro puede ver una forma de expresarse (siempre que la pueda justificar).
Fotografía sobreexpuesta
El lado derecho está totalmente pegado y se observa que el valor más alto es 255, el blanco absoluto. Las zonas más luminosas no tienen detalle alguno.
Fotografía subexpuesta
Según la lectura del histograma podemos observar que las sombras que están en el lado izquierdo están pegadas al valor 0. Los tonos más oscuros están empastados y en este caso son los que no tienen detalle.
Fotografía contrastada
Las luces y las sombras están al límite. El blanco y el negro absolutos están representados con un mayor porcentaje que las demás luminosidades. Los tonos medios tienen muy poca información en comparación. Son un valle entre dos montañas.
Fotografía sin contraste
En este caso la imagen no tiene ni blancos ni negros absolutos. En el ejemplo vemos que le faltan negros por doquier y no tiene blancos absolutos.
El histograma de entrada
Hay que diferenciar entre el histograma de entrada y el de salida. Uno y otro tienen mucha relación, pero no se parecen. El histograma de entrada es el que creamos en el momento del disparo después de elegir la exposición. En este caso, como sabéis, algunos siempre elegimos la opción de exponer a la derecha para conseguir reducir el ruido.
Eso quiere decir que nuestro objetivo primordial a la hora de trabajar con el histograma no es otro que llevar a la derecha, al máximo pero sin quemar las luces, toda la información. Las sombras en este momento no deberían importarnos en absoluto, salvo que sepamos leer correctamente la información.
Si la zona izquierda está totalmente pegada, es decir, el valor 0 es el más alto quiere decir que los negros están muy subexpuestos, y podemos tener problemas de ruido si luego queremos levantarlos en un programa de edición. También es señal de que el rango dinámico de la escena es superior al que puede captar la cámara, y que a lo mejor tenemos que hacer dos disparos o hacer uso del flash... Pero eso es otra historia...
El histograma de salida
Este es el histograma que podemos crear, a partir del de entrada, para dar forma definitiva a la fotografía. Si hemos expuesto a la derecha, tenemos la posibilidad de redistribuir mucha más información sin miedo al ruido. Tendremos la posibilidad de revelar con más garantías. Expresándome de forma muy básica, estará lleno de información y no tendremos el temido banding.
En este momento podemos cambiar canal por canal para modificar la información de color, y oscurecer o aclarar las luces y las sombras. Lo que quiero recordar en este momento es que no existe lo que algunos llaman el histograma ideal. Se puede hablar del histograma perfecto para cada fotografía en función de lo que estamos buscando. En absoluto el histograma tiene que presentar la parte central más abultada que ambos lados. Cada luz tiene su forma y por lo tanto cada histograma será distinto.
Personalmente busco que el histograma de salida tenga dos características fundamentales, y que intento respetar en todos los revelados que hago, salvo honrosas excepciones. Parto de la idea que propuso Ansel Adams en sus libros sobre el sistema de zonas: toda fotografía debe tener un blanco y un negro absoluto. Todo lo demás es propio de cada imagen. Esto quiere decir que tiene que haber información en ambos extremos para conseguir el mayor rango dinámico posible.
Espero que con esta breve introducción el histograma deje de ser una complicación y se convierta en lo que realmente es, uno de los mejores aliados de la fotografía digital.
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