Todos los años con el comienzo del verano en el hemisferio norte, se producen fuertes tormentas por casi toda la geografía española. Las fotografías de tormentas y rayos son muy impactantes y difíciles de conseguir, no por el equipo y la técnica necesarios, esto es realmente sencillo, sino porque necesitamos de una gran dosis de suerte y oportunismo para conseguirlas. Tenemos que estar en el lugar indicado en el momento justo y con el equipo listo y, además, tenemos que tener la suerte de que los rayos elijan el mismo encuadre que nosotros para iluminar el cielo.
El año pasado por estas fechas os dábamos algunos consejos para fotografiar nubes y tormentas. En esta ocasión vamos a centrarnos en conseguir una foto impresionante de la tormenta perfecta. Vamos a ver como.
Equipo necesario
No hace falta que tengamos una megacámara con todos los archiperres, lo único realmente necesario es un trípode y una cámara en la que se pueda regular el tiempo de disparo a 10 ó 20 segundos.
Lo ideal es usar un objetivo angular o poner el zoom al mínimo y, si nuestra cámara lo permite, dejar el enfoque en manual y ajustado a infinito.
Usaremos un disparador de cable o inalámbrico o mejor un intervalómetro para no tener que estar dándole al botón todo el rato. Si no tenemos disparador usaremos el retardo de disparo para evitar que la foto salga movida.
Ajustes para las tomas individuales
Se supone que tenemos la suerte de estar ya en el sitio perfecto para hacer las fotos, con nuestro equipo montado a cubierto y con una bonita tormenta a nuestro alrededor. Lo primero que tenemos que hacer es elegir un encuadre que nos agrade y que esté en la línea de los rayos. Tendremos que tener en cuenta que para hacer nuestra gran foto, no podemos variar el encuadre entre una toma y otra, así que conviene elegir bien desde el principio.
Los parámetros variarán un poco en función de la iluminación que refleje el cielo, no es lo mismo estar en el campo que en el centro de una gran ciudad. Lo mejor es hacer alguna prueba para ver que tal queda, unos buenos datos para empezar pueden ser: ISO:100, f: 8 y Tv: 15-20 segundos.
En este caso el rayo fue de gran potencia y estaba justo encima, a pesar de haber disparado en raw y de haber sobre-procesado la imagen, ha sido imposible bajar la luz y el centro ha salido totalmente quemado.
Otro asunto importante a tener en cuenta es la temperatura de color, sobre todo si estamos en una ciudad, ya que hará que las fotos nos salgan con el típico tono anaranjado de las luces de vapor de sodio que se reflejan en las nubes. Si podemos deberíamos disparar en RAW para luego corregir en el postproceso, sino haremos pruebas para ver que configuración nos da un tono más natural. La de tungsteno suele dar buenos resultados.
¿Ya lo tenemos todo listo? ¿Sí?, pues a darle al botoncito.
Procesando las fotos
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Lo primero que vamos a hacer es seleccionar las fotos buenas y descartar las malas o las que sean demasiado débiles.
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Si has disparado en RAW intenta corregir el balance de blancos para que los tonos de todas las fotos sean lo más parecidas posible.
Antes de seguir quiero pedir disculpas a los usuarios de Gimp, el proceso que pongo es para Photoshop ya que es la forma que conozco. He intentado hacerlo también con Gimp pero no lo he conseguido, lo que no quiere decir que no se pueda, únicamente no lo conozco lo suficiente, pero seguro que algún “gimpero” nos puede ayudar en este tema.
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Elegimos la primera foto, la abrimos en PS y ajustamos niveles y/o curvas para resaltar la luz del rayo y bajar un poco la iluminación del fondo, así evitaremos que al superponer imágenes se vayan difuminando los rayos.
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Abrimos una segunda imagen y hacemos lo mismo, ajustamos niveles y curvas intentando igualar los tonos con la primera imagen.
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Con la primera imagen seleccionada vamos al menú “Imagen/Aplicar imagen” y se nos abre un cuadro con varias opciones. En “Origen” selccionamos la segunda imagen, en “Fusión” seleccionamos “Aclarar” (se puede probar con otras opciones, como “Luz fuerte”, aunque a mi la que más me gusta es “Aclarar”). Si tenemos la pestaña “Previsualizar” seleccionada podremos ver el resultado en directo.
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En alguna ocasión puede sernos útil aplicar la opción “Máscara” activando la segunda imagen, es cuestión de probar y ver como queda mejor.
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Una vez terminada la fusión, cerramos la segunda imagen, abrimos otra y repetimos la operación.
Cuando hayamos terminado con todas las imágenes, podemos hacer un último ajuste de niveles y color. Si todo ha salido bien este será, más o menos, el resultado final de nuestra sesión de rayos y truenos:
Para los que hayáis llegado hasta este punto tengo una agradable sorpresa. Después de estar un par de horas sumando fotos, ajustando niveles y colores, conseguí la imagen que buscaba, pero también pensé que alguien podría inventar un sencillo programa de suma de máximos para este tipo de fotos. Entonces recordé que este programa ya está inventado, es muy sencillo de usar y además gratuito. Se trata del Startrails, un programa creado para hacer fotografías circumpolares y del que ya hablamos en: Cómo hacer fotografías circumpolares. Así que me puse a probarlo. El resultado fue estupendo, no tan bueno como con el procesado manual, pero rapidísimo y cómodo, la foto estaba lista en un par de segundos.
Espero que os sea útil.
Fotos | Mario Ximénez
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