De pequeño leí una biografía del conocido inventor estadounidense de origen holandés, Thomas Alva Edison, en la que contaba que el pequeño Thomas salvó la vida de su madre gracias a luz. La cuestión fue que su madre, bastante enferma, necesitaba ser operada de urgencia y no podía moverse. Por lo cual debían operarla allí en la casa. El médico se negaba a hacerlo ante la falta de luz de aquella casa en que vivían. El joven Edison agarró todos los candelabros que encontró, los llevó a la habitación de su madre y además colocó innumerables espejos en la habitación que le habían prestado los vecinos. La habitación resplandecía. Su madre se salvó y se había puesto el germen de algo que cambiaría el destino de la humanidad: la bombilla. En realidad Edison no hizo más que concentrar la luz.
Real o no, el caso es que la anécdota de Edison me recuerda que, muchas veces, no reparamos en ciertos detalles a la hora de realizar un retrato: Reconducir la luz, leerla, entenderla de nuevo. Es cierto, nos acordamos de modificarla, nos acordamos de dirigirla pero por el camino mucha luz se pierde.
Mucha gente piensa, a pesar de que os recordamos lo contrario a menudo, que a más equipamiento mejor. Andan metidos en la compra y venta sistemática de sus cámaras, objetivos o flashes todo el día, agitando el mercado de la segunda mano. es cierto que un buen equipo permite hacer más cosas, pero significa que las vayas a hacer bien. Y si no las comprendes, mucho menos. Recuerdo que siempre me ha dicho la gente que, verdaderamente, sabe de esto que hay que leer la luz, hay que comprenderla, catch the light que dicen en EE.UU.
Por eso en los retratos de hoy - headshots, primeros planos - vemos que podemos partir de una sola fuente de luz podemos multiplicar haciendo uso de reflectores para conseguir un look similar o muy parecido al del conocido retratista Peter Hurley. Por eso tampoco hace falta realizar una potente inversión de dinero en sistemas como los Kino Flo, que son usados a un alto nivel profesional.
En este tipo de retratos contretamente necesitaremos tres reflectores plateados y una ventana de luz difusa. Colocamos dos reflectores a ambos lados del sujeto. El tercero lo pondremos en 45 grados aproximadamente de abajo a arriba y de frente al sujeto. La ventana de luz principal iluminará desde arriba. La configuración Si os fijáis, lo que estamos haciendo es dirigir toda la luz hacia el sujeto buscando minimizar/suavizar el impacto de las sombras. Para la cámara y darle un toque distinto a los retratos de Peter Hurley se ha trabajado a 1/200", f/8 e ISO 100.
Vía | SLRLounge
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