Desde que salieran en el mercado las primeras DSLR en las que se incorporara el Live View, hasta hoy en día; las mejoras de esta función en las cámaras ha sido muy importante.
A pesar de todo, a la mayoría de la gente le gusta que su cámara disponga de esta función, pero muy pocos acaban dando un verdadero uso real de él, más que el hecho de poder fotografiar como si de una cámara compacta se tratara. Uno de los mejores usos que se le pueden dar al Live View, es sin duda la de conseguir un enfoque preciso, si tenemos la cámara montada en un trípode o en lugar en el que se encuentre bien apoyada.
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Únicamente, debemos poner en funcionamiento la opción del Live View (mirar cómo hacerlo en el manual de instrucciones de la cámara, según modelo), y aumentar la imagen hasta llegar a la zona que queramos enfocar. Debemos decir que a la par que hacemos esto, también podemos usar los scrolls de las cámaras para movernos por toda la imagen, por si la zona que queremos enfocar no se encuentra en el centro de la imagen. Posterior a estos pasos, debemos asegurarnos que tengamos en nuestro objetivo la opción de enfoque en manual, y enfocar manualmente.
Un dato a tener muy en cuenta, es que si disponemos de una lente zoom, debemos dejarla a la medida en la que hemos realizado estos ajustes anteriores; ya que si después de haber realizado todo lo anterior, movemos el zoom, no nos habrá servido de nada ese enfoque tan exacto, pues lo perderemos.
La ventaja resultante, es que podremos ver con mucha más facilidad y fiabilidad la zona a enfocar, y nos olvidaremos de confiar siempre en nuestra vista, mientras miramos por el visor; sobre todo en fotos en las que usamos diafragmas muy abiertos, y la escasa profundidad de campo, nos puede jugar malas pasadas.
Aquí podéis ver un ejemplo muy visual, de una de las fotos de nuestro compañero Alfonso realizada con el Live View
Fotos | Alfonso Dominguez , Rodrigo Rivas
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