Completamos el práctico sobre consejos para mejorar nuestra composición fotográfica que empezamos el otro día con un apartado que no incluimos por considerar que merecía un artículo propio: el referido a los marcos de la imagen. Se trata de un elemento muy interesante para focalizar la atención en la imagen que además es fácil de utilizar y ofrece un montón de posibilidades.
Por supuesto no estamos hablando de comprar un marco en el que colocar nuestras fotos, sino de enmarcar la imagen de un modo u otro. Ya sea a través de elementos buscados a propósito o encontrados por casualidad, es una buena estrategia para mejorar la composición ya que permite, entre otras cosas, dirigir el ojo del espectador hacia el elemento principal de la fotografía.
¿Para qué utilizarlos?
Como decimos, su función fundamental es la de centrar la atención del espectador hacia un punto o zona concreta de la imagen, aunque también sirve para otras cuestiones interesantes: dar sensación de profundidad, contextualizar la fotografía o ayudar a organizar su estructura.
Sobre lo primero, está claro que los marcos en la imagen son una potente herramienta para lograr dirigir la mirada del espectador hacia donde queremos. O, mejor dicho, hacia lo que se encuentre enmarcado por los elementos utilizados para delimitar la imagen. Así, los marcos establecen una zona, la situada dentro de ellos, en la que todo lo que coloquemos tendrá un gran protagonismo. De este modo, será el lugar donde situar el elemento principal de la imagen para darle una atención especial.
Respecto a la profundidad, situar marcos naturales en la fotografía es una buena manera de añadir diferentes planos de imagen y, con ello, otorgar mayor sensación de profundidad. Así, por ejemplo, un amplio paisaje captado desde lejos, y donde no hay muchos elementos en distintos planos, puede resultar plano y mejorar considerablemente añadiendo un primer plano como pudieran ser unos matorrales en la parte baja o una ramas de árbol en la zona superior.
Por lo que toca a la tercera y cuarta características, la inclusión de marcos permite añadir información adicional del contexto donde se sitúa la escena (si es que esa es nuestra intención) y al mismo tiempo ayudarnos a ordenar y estructurar la composición de la escena de alguna manera.
Tipos de marcos
Las posibilidades son casi infinitas, y podríamos considerar, a grosso modo, que hay dos tipos: naturales o artificiales, entendiendo por estos últimos los que han sido creados por el hombre. En cualquier caso, para ser capaces de sacarles partido es importante ser observador y tener el ojo bien entrenado, aunque conocer algunos de las formas en las que nos los podemos encontrar puede ser útil.
Para empezar, hay que pensar que los marcos no tienen por qué coincidir estrictamente con los bordes de la imagen, ni por supuesto estar presentes en los cuatro lados. Además, es evidente que pueden tener una forma tanto regular como irregular, normalmente siendo los primeros elementos artificiales y los segundos naturales.
Usualmente los más regulares suelen ser más efectivos para remarcar la imagen y llevar al espectador hacia el lugar destacado, especialmente si en la composición logramos que estén “cercados” los cuatro lados de la imagen. Por su parte, los menos regulares ofrecen un aspecto más natural, menos forzado, algo lógico teniendo en cuenta que suelen ser elementos propios de la naturaleza.
Usando ventanas
Hablando de marcos ¿qué hay más típico que hacer una foto incluyendo una ventana como elemento compositivo? ¿Y una puerta? Se trata de recursos ampliamente utilizados, ya que son elementos que nos rodean por todas partes y que suelen funcionar muy bien, porque además pueden añadir un punto de misterio, situando al espectador como si espiara lo que ocurre al otro lado del marco.
En estos casos suele ocurrir que hay una importante diferencia de luz entre un plano y otro, lo que obliga a medir la luz en la parte enmarcada para asegurarse de que aparezca correctamente expuesta. Si la diferencia de iluminación es muy importante, quizá la zona que usamos como marco aparezca muy subexpuesta lo que no hará sino ayudar aún más a centrar la atención en la zona importante de la fotografía.
Marcos naturales
Sin duda la naturaleza en sí misma nos ofrece multitud de elementos que podemos utilizar para enmarcar nuestras fotografías y, como decíamos, resulta la forma más natural (valga la redundancia) de añadir marcos que mejoren la composición.
Las ramas de los árboles, el follaje, unas simples flores silvestres, las rocas… Todos ellos pueden ser elementos que nos ayuden a mejorar la composición incluyéndolos en nuestra imágenes, tanto para centrar la atención hacia lo más importante, contextualizar o añadir profundidad a unas fotografías que quizá de otro modo resultarían planas o poco interesantes.
Un marco dentro de otro
En ocasiones, como en esta foto y en la que hemos utilizado como portada, podemos encontrarnos la posibilidad de incluir más de un marco. Es decir usar un marco dentro de otro, ya sea combinando elementos naturales y artificiales o del mismo tipo.
Este caso puede convertirse en un atractivo por sí solo de la fotografía o potenciar aún más lo que situemos en la parte principal de la composición, pero siempre debe usarse de forma moderada ya que en ocasiones puede resultar forzado y hacer que la imagen resulte un tanto artificial.
Infinitas posibilidades
Sin duda las opciones son innumerables, puesto que podemos encontrar elementos de todo tipo y por todas partes (arcos, árboles, personas, edificios, animales, montañas, mobiliario urbano…), y su uso es muy agradecido para mejorar todo tipo de composiciones. Por eso, un buen consejo es que siempre que nos encontremos ante una imagen que no tenga mucha fuerza o resulte algo plana tratemos de buscar algo que incluir a modo de marco.
Incluso en los sitios más inesperados siempre podemos hallar algún elemento que nos sirva para ello y a veces sólo será cuestión de moverse unos metros para encontrar alguno que nos permita resaltar nuestra imagen y, sencillamente, que resulte más original y/o llamativa.
En Xataka Foto | Nueve trucos para mejorar nuestra composición fotográfica (I)
Foto de portada | Björn Bechstein
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