Parece obvio que, el enfoque (AF) suele ser un punto muy crítico a la hora elegir cámara. Muchísimas gente se fija en los puntos de enfoque, en el tipo de AF que dispone, rapidez, etc... pero muchas veces hay gente que es incapaz de darle un buen uso a todas esas características que nos ofrecen las cámaras. Por tanto, aprender a usar el autoenfoque es un punto a tener en cuenta:
Conocer cómo se mueve el elemento a fotografiar
Cuando nos disponemos a usar el AF, es importante saber que tipo de fotografía vamos a realizar y que tipos de elementos hay en la escena. Y más aún, cómo se comportan esos elementos en la misma. Como bien sabeis, no es lo mismo fotografiar un paisaje con elementos estáticos, que una persona corriendo, o un coche en un circuito de carreras. La velocidad es el elemento importante junto al tipo de movimiento en la escena.
Por ejemplo, cuando tengamos un elemento estático, el uso del AF simple (AF-S, One Shot, etc...) será la mejor opción; pues, además, si dejamos pulsado el botón de disparo mientras enfocamos podemos bloquear el enfoque para reencuadrar (que conste que esto no nos asegura conseguir mantener el foco)
Si por contra, el elemento se está moviendo en la escena deberías configurar la cámara con el AF SERVO o Continuo. Con esto, conseguiremos mantener el enfoque del elemento que se mueva en la escena. Con este sistema, y aunque tengamos otros puntos de enfoque activados, el enfoque siempre estará en el elemento cambiándose automáticamente los puntos de enfoque para que quede dicho elemento siempre en foco.
Conociendo y revisando los puntos de enfoque
Cuando usamos el AF de una cámara debemos tener en cuenta que existen muchos parámetros del mismo que son muy ajustables. ¿Esto qué significa? Pues nos da a entender que a pesar de pretender usar el AF para asegurarnos de que la fotografía queda en foco, si no sabemos gestionarlo bien podemos conseguir el efecto contrario.
Para eso tenemos la posibilidad de configurar el punto de enfoque en el que queremos que la cámara realice esta acción. Esto suele ser muy útil cuando dentro del cuadro tenemos objetos que ocupan una gran parte del mismo, hay más de uno separados por diferentes planos de enfoque y encima los encontramos cada uno en una parte bien diferenciada. Al realizar esta acción nos aseguramos de que la cámara no se vuelva loca enfocando y nosotros no perdamos ese momento por culpa de la búsqueda de enfoque por parte del AF.
Puntos en cruz o puntos lineales
Aunque, a día de hoy, la mayoría de las cámaras poseen ambos, debemos saber que los puntos en cruz hace que el enfoque sea más preciso; pues el calculo que realizan es producto de la intersección de ambas líneas (horizontales y verticales) al contrario de lo que realizan los puntos de una sola línea.
Además, con los puntos en cruz nuestra cámara dispondrá de más puntos de enfoque en el visor que podremos usar para seleccionar individualmente.
La composición usando siempre el mismo punto de enfoque
Cuando tenemos un punto seleccionado es, muchas veces, más fácil intentar recomponer las escenas si nos movemos nosotros. En este caso, el ir cambiando cada dos por tres el punto de enfoque puede ser muy engorroso. Por lo que, usar todos los puntos para que la cámara escoja uno puede estropearnos la fotografía en según que situación. Por ejemplo, en un retrato es importante enfocar a los ojos. Con una bajísima profundidad de campo, si no usamos este truco, sería tentar a la suerte en cada momento el lugar de foco.
Por tanto, y en según que circunstancias aprender a componer y recomponer la escena usando el mismo punto de enfoque puede ayudarnos mucho a conseguir el fin deseado siempre.
Aprender a cambiar los puntos de enfoque mientras fotografías
Sin duda este es uno de los puntos más importantes, y no sólo con el AF. Cuando estamos fotografiando y queremos cambiar los parámetros de la cámara, siempre solemos despegarnos de ella y hacerlo con el ojo fuera del visor.
Un aspecto que debemos entrenar es el de conocer los botones y sus funciones, al igual que su colocación. Si conseguimos aprendernos esto no tendremos ningún problema de perder fotografías si las condiciones del entorno cambian, o nosotros mismos deseamos cambiar parámetros para conseguir otra cosa diferente.
En este caso, si lo aplicamos a los puntos de enfoque, sabremos que la importancia es mayor; pues el enfoque es algo crítico en una fotografía. Aprender a cambiar los puntos de enfoque mientras fotografías te ayudara a no perderte ninguna foto.
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