Los halos no son unos seres endiablados que aterrorizan a los fotógrafos. En realidad son fenómenos que bien controlados, pueden ofrecer un toque distinto a tus fotografías. Reconozco que lo he intentado en alguna ocasión pero con resultados inesperados, al principio sobre todo. Como siempre todos tenemos algo pendiente que aprender y tenemos nuestros puntos débiles.
Este fenómeno junto a los flares se suele dar cuando el haz de una fuente de luz resulta ser muy intenso y entra directamente hacia la cámara. Hay quien lo odia profundamente y hay quien le encanta. Si estuviéramos en exterior nos podría ocurrir cuando tenemos el sol de frente, por ejemplo. Por esa razón nos solemos mover un poquito para que el ángulo de incidencia de la luz sea "más manejable"
Pero en este caso lo que deseamos es añadir atmósfera, ambiente a la escena aportando una luz algo misteriosa pero que es difícilmente manejable. Realmente ¿lo es?
Lo primero que observamos en el esquema es que ninguno de los haces de luz procedentes de las distintas fuentes de luz usadas en este esquema de iluminación incide de forma directa sobre la cámara. Ahí reside lo esencial del asunto.
El esquema de iluminación no tiene demasiada complicación. Como luz principal tenemos una luz suave de gran tamaño procedente de un gran octagon, algo que podemos sustituir por una ventana, un softbox, un paraguas grande o que podríamos cambiar por un beauty dish. Y perfilando por detrás contamos con una luz muy dirigida de abajo a arriba para lo cual en vez de la cabeza de flash de estudio podemos usar un flash con snoot, haciendo que la luz se dirija hacia la parte superior de la cabeza de nuestra modelo.
En Xataka Foto | Tres difusores de luz circular de fabricación casera
Vía | Popphoto