Quizás por el título parezca que este artículo está únicamente dirigido a un principiante que estrena su primera réflex tras haberla recogido debajo del árbol de Navidad. No necesariamente. Una de esas cuestiones que siempre me han llamado la atención, es que muchos fotógrafos no prestan demasiada atención a la configuración por defecto de su cámara. Una veces por pereza, otras por desconocimiento.
Pero tenemos que saber que hay una serie de parámetros básicos de la cámara que no siempre vienen óptimamente configurados desde fábrica. Aquí os enumeraré algunos de forma genérica, sin entrar en detalle sobre la opción concreta del menú de cada modelo. Tened en cuenta que cada cámara tiene sus propios menús de opciones. Pero todas las que aparecen en este artículo las encontraréis en la inmensa mayoría de cámaras réflex digitales del mercado.
Ajustes básicos de fecha y hora
Estos parámetros suelen ajustarse al principio, pues la cámara los solicita al ser encendida por primera vez. Pero por si acaso decidiste saltarte esta opción, me gustaría incidir en la importancia de esta información, ya que formará parte de tus fotos, encapsulada en forma de metadatos.
Tener perfectamente configurada la fecha, hora y zona horaria en nuestra cámara nos ayudará posteriormente a la hora de catalogar las fotografías con el software correspondiente.
Por cierto, algunas cámaras también permiten introducir la información del autor, de modo que luego también quedará grabada en esos metadatos. En estos casos os recomiendo configurarla, pues podría servir de cara a demostrar la autoría de una fotografía vuestra.
Ajustes de imagen
Lo primero que debemos ajustar es la calidad de la imagen que queremos. Si queremos tomarnos en serio la fotografía, debemos seleccionar los ajustes más finos: la mayor calidad posible y disparo en modo RAW. En algunos casos, la cámara permite seleccionar RAW comprimido con o sin pérdidas. Por coherencia (con lo que os expongo acerca de demandar a nuestra cámara la máxima calidad disponible) yo no elegiría la opción de compresión.
Una opción que a menudo está por defecto mal configurada es el espacio de color. Muchas veces aparece sRGB, que es el espacio de color de la mayoría de monitores y el más universal. Sin embargo, para un correcto trabajo con el color debemos ir más allá, y seleccionar AdobeRGB. Este espacio de color es mayor que el sRGB, y con un buen monitor lo podremos trabajar perfectamente de cara a un uso más profesional de nuestras fotografías.
Estas opciones que os he descrito generan un pequeño "daño colateral": las fotografías se almacenarán en ficheros más grandes, de modo que necesitaremos más capacidad de memoria en nuestra tarjeta, y seguramente perderemos algo de velocidad en el disparo en ráfaga. Por tanto, si disparamos en ráfaga (fotografía de acción), podríamos cambiar el modo RAW a JPG y ganar esos fps que necesitamos. Pero si no es el caso, mejor disparar en RAW. El RAW contiene toda la información generada por el sensor de la cámara, sin pérdidas. Es como un negativo. No hay copia con mayor cantidad de información de una fotografía que su RAW.
De cara a visualizar correctamente las imágenes en la pantalla, es interesante cancelar el parámetro "autorrotación". Esta opción sirve para que la cámara rote automáticamente las fotografías tomadas verticalmente. Se ven mejor girando la cámara.
Por último, seguramente te estarás preguntando por una serie de parámetros como nitidez, saturación o contraste: en principio no es necesario tocar esto si vamos a trabajar en RAW.
Balance de blancos
Ciertamente no hay una opción ideal para este parámetro, pues depende de la luz que haya en cada momento. Sin embargo una buena práctica es tener seleccionado el BW automático. Ni que decir tiene que si tenemos tiempo para trabajar la imagen, deberemos sentarnos a pensar más detenidamente qué balance de blancos seleccionamos.
Pero ¿y si no tenemos tiempo? ¿y si se nos plantea una escena fortuita que queremos plasmar con nuestra cámara y no tenemos tiempo de andar tocando el balance de blancos?. En ese caso, si ya teníamos por defecto seleccionado un valor automático, el resultado se aproximará bastante a un valor óptimo y tendremos más oportunidades de salvar la foto.
Ajustes de exposición y sensibilidad
Los niveles de exposición es mejor dejarlos ajustados en tercios de diafragma. Algunas cámaras vienen por defecto configuradas para que los saltos de nivel de exposición sean de un diafragma, lo cual es demasiado. La forma más precisa de trabajar es utilizar el intervalo más pequeño que nos permita la cámara (que suele ser 1/3 de diafragma).
En muchas cámaras también se puede seleccionar que el salto del dial del ISO sea de 1/3. Es decir, en vez de tener "100, 200, 400, 800..." tendríamos "100, 125, 160, 200...". Sin embargo, en este caso no parece resultar tan útil, ya que parece que muchas cámaras implementan estos saltos a través de software, no proporcionando mejor relación señal/ruido que los ISOS genéricos. En realidad, lo ideal sería hacer pruebas sobre cada modelo de cámara para ver si es víctima de esa "conspiración" de los ISOS intermedios.
También es interesante activar la reducción de ruido. En muchas ocasiones la cámara permite hacerlo tanto en el caso de largas exposiciones, como en el de disparos a ISOS altos. En ambos casos, conviene activar esta funcionalidad (opción AUTO). Esto obligará a la cámara a realizar un pequeño proceso sobre la foto para eliminar el exceso de ruido sólo cuando este existe (que puede ser debido a un sensor muy caliente, una ISO alta). Ojo: si lo ponemos en ON en vez de AUTO, obligamos a la cámara a procesar el ruido en fotos que no lo necesitan.
De cara a detectar sobreexposición en nuestras fotos, es buena idea activar la opción "alerta destacada" que nos avisará de la sobreexposición de las altas luces. Estos píxeles, que aparecen totalmente blancos, parpadearán en la previsualización de la fotografía. Representan aquellos tonos más claros de la fotografía que no están correctamente expuestos porque la cámara capta más luz de la necesaria.
Activar la rejilla en modo Live View y la visualización del histograma RGB. Son ajustes de visualización que nos proporcionarán gran cantidad de información interesante para trabajar.
Otros parámetros
Existen otras opciones que nos pueden hacer la vida un poco más fácil. Aquí algunos ejemplos:
Disparar sin tarjeta: desactivar esta opción, para evitar el error de tomar fotografías sin tarjetas en la cámara. Parece una tontería, pero no pocos fotógrafos han cometido este error, no tan rápido de detectar como el clásico de la tapa en el objetivo.
Autolimpieza del sensor: aunque no es la panacea, no está de más configurarla para que se active automáticamente cada vez que se enciende o se apaga la cámara.
Enfoque siempre en el punto central: Algunos puristas consideran que es lo correcto, puesto que la cámara siempre enfoca mejor en este punto. Por ello muchos fotógrafos tienen siempre seleccionado este punto para enfocar.
Conclusiones
En este artículo he pretendido enumerar una serie de opciones que es importante revisar cuando estrenamos una cámara nueva. Mi intención es que os sirva de punto de partida, para ganar un plus de ergonomía en vuestra cámara, pero sin ceñiros a rajatabla a lo que pone aquí. Incluso os animo a completar esta información con vuestros comentarios.
Sin embargo, quiero recalcar que la cámara no es más que una herramienta que os facilitará crear vuestra obra. Pero como toda herramienta, el primer paso para utilizarla es conocerla bien. Por ello os animo a abrir el manual de instrucciones y no dejarlo olvidado en la estantería. Conocer las opciones disponibles en vuestros menús será un buen aliciente para mejorar vuestras fotografías, ya que una cámara bien configurada os permite despreocuparos más de la técnica y dedicar más tiempo a la parte más apasionante de la fotografía: la creatividad.
Foto de portada | Flickr de John Goetzinger
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