En breve comienza la Semana Santa y con ello nuevas oportunidades de realizar fotografías, tanto con nuestro móvil como con nuestra réflex, pero también, y a ello queremos enfocar este artículo, es la ocasión de poder desarrollar un tipo de trabajo que nos reportará un dinero extra en nuestra carrera profesional como fotógrafos. Por tanto, daremos una serie de consejos, no sólo técnicos sino también comerciales para un tipo de reportaje que en España, gracias a toda la tradición procesional que tenemos, es muy valorado por el espectador y por sus clientes potenciales.
Tanto si tienes una tienda de fotografía como si trabajas de forma más autónoma, ya sea haciendo bodas o trabajos editoriales, este post podrá ayudarte a ganarte esos ingresos extras que decíamos o, al menos, en primera instancia, darte a conocer a un mayor número de personas dentro de tu barrio, pueblo o ciudad, dependiendo del grado de expansión al que puedas llegar. Comenzamos.
Primer paso (de Semana Santa): contactar con una cofradía
Este primer paso es muy importante si queremos tener vía libre para fotografiar una o varias procesiones determinadas sin que nos estén poniendo impedimentos a la hora de tomar esas imágenes. En los pueblos suele ser más fácil tener acceso a las diferentes hermandades que custodian los pasos de procesión. Por tanto, seguramente tengas un familiar o amigo involucrado en alguna de ellas, lo que te puede dar pie a contactar directamente proponiendo hacerles el reportaje de su procesión para la posterior venta de fotografías, cuyas tarifas habrás definido con antelación para su información.
Es interesante que tanto los miembros eclesiásticos como los poderes políticos sepan de nuestra presencia, ya que son quienes acompañan los pasos y deberían saber que estás realizando un reportaje. También estar dentro de una cofradía da acceso a los previos y al final de las procesiones, momentos en los cuales se realizan fotografías de gran atractivo por la emoción que esas situaciones despiertan en los costaleros y anderos. Además, nos podremos anticipar mejor a los diferentes movimientos si preguntamos con antelación cuál será el itinerario y el planning previsto.
Segundo paso (de Semana Santa): preparar el equipo y toma de fotografías
En este punto debemos desprendernos un poco del modo de trabajar en las bodas u otras situaciones a las que estamos acostumbrados y pensar qué tipo de imágenes nos gustan, pero también qué provecho podemos sacar tanto económicamente como de visibilidad en la comunidad. Con esto quiero decir que la creatividad está muy bien, pero hay que tener en cuenta cierto tipo de imágenes donde se vean los rostros de los costaleros o anderos puesto que después podrían estar interesados en tener ese recuerdo.
Para este tipo de trabajos, contar con un objetivo todoterreno nos va a dar opción a buscar planos más generales, hay que tener en cuenta que los pasos de Semana Santa son grandes y que con una lente fija de 35mm o 50mm poco vamos a conseguir a no ser que nos alejemos demasiado, algo impensable por el poco espacio del que dispondremos y por el público asistente alojado en la acera a ambos lados de la calle. Por tanto un 18-200mm o el equivalente que tengamos, puede ser la mejor opción para tener tanto tomas generales gracias al angular como a detalles de las esculturas como de los rostros de los capataces y anderos (éstos son quienes llevan los pasos a cara descubierta por fuera del paso y no dentro como suelen ir los costaleros).
Si contamos con dos cuerpos de cámara o si lo preparamos con antelación, podemos cambiar a una focal fija para el momento en el cual los costaleros, ya dentro de la iglesia al final de la procesión, salen del paso y se abrazan dándose la enhorabuena. Es un momento realmente emotivo, que con un 35mm luminoso se puede resolver muy bien sin necesidad de flash. No obstante siempre podemos ayudarnos con un flash de relleno tanto para interior o exterior si las condiciones de luz nos lo piden. En este tipo de situaciones sí podremos movernos alrededor de ellos, como solemos hacer cuando cargamos con una focal fija en una boda, no estaremos tan pendientes de los planos generales sino de buscar esa emoción más inmediata y cercana.
En un día muy luminoso puede ser un buen recurso para crear escenas más homogéneas de luz y evitar sombras incómodas. Para procesiones de noche también nos ayudará, al igual que subir la ISO hasta lo que nuestra cámara nos lo permita sin llegar a tener un ruido molesto en la imagen. Hay que tener en cuenta que para la noche tendremos que apoyanos en un objetivo luminoso, en un monopie que podremos cargar fácilmente y confiar en las posibilidades de la ISO de nuestra cámara, siempre muy atentos al balance de blancos por el tipo de luz de las farolas y la contaminación que ello genera a nuestra imágen.
Sería interesante no cargar con una mochila puesto que no sólo es molesto a la hora de realizar nuestros movimientos sino que si la cargamos con demasiado material, puede llegar a ser muy pesado tras varias horas con ella a la espalda. Tenemos que pensar que lo imprescindible son los objetivos que vayamos a utilizar, las baterías y las tarjetas necesarias calculando cuántas imágenes creemos vamos a disparar, así como un monopie plegable y fácil de llevar y material impermeable por si nos llueve.
A la hora de tomar las fotografías, será interesante tener un catálogo variado de todos los que participan en el paso puesto que posteriormente se interesarán en adquirir esas imágenes. Trabajar con antipación a los momentos de interrelación entre los pasos a la puerta de la iglesia. Aquí sí es interesante un angular puesto que existen situaciones donde el paso de la Virgen se arrodilla ante el Cristo o viceversa, con lo cual nos interesará sacar la escena completa. Podemos buscar un lugar elevado para llevar cabo esta toma, tener acceso a algún balcón cercano o cualquier recurso que veamos nos pueda ayudar.
Buscar tomas donde los capataces dan las órdenes a los costaleros, sus rostros mirando al cielo, buscar los pies, las miradas bajo los capuchones, los detalles de las velas, las mantillas de las mujeres, todo ello son imágenes que debemos tener pensadas con antelación para después buscarlas durante la procesión y no fallar con las tomas, anticipándonos con los parámetros a las condiciones de luz y a los encuadres que nos resulten más atractivos. La cámara siempre debe estar lista.
Tercer paso (de Semana Santa): tratamiento de las fotografías y venta
En este punto haremos nuestro revelado convencional según nuestra forma de trabajar y de presentar las imágenes. Las tomas en blanco y negro más dramáticas siempre ayudan a la venta porque suelen llamar más la atención por esa costumbre que tiene el público de pensar que son más artísticas.
Pero sobre todo, independientemente de nuestro editado, lo que tenemos que tener en cuenta es el formato de salida. Si vamos a imprimir las fotografías, tendremos que prepararlas para imprenta al tamaño que queramos sacarlas. Lo normal es hacer copias de 15x18cm, aunque hay casos que 20x30mm suele ser lo correcto cuando nos piden fotos de grupo. Para las fotos de grupo, un bonito recuerdo, si sabemos hacerlo, es crear un diseño donde aparezca el nombre de la cofradía y la imagen del paso que ellos llevan junto a todos los costaleros.
Si nos aventuramos, sabiendo con antelación que lo van a adquirir, podemos preparar un album con todo el reportaje de las procesiones. Incluso cds con las fotografías o cualquier formato que tenga salida para la venta. Una vez realizada la producción de material, podemos venderlo directamente o encargárselo a una persona del paso (el presidente o presidenta suele ser la persona indicada) que nos ayudará mejor a llevar a cabo el trabajo de venta. Será muy importante firmar las fotografías y dejar todos nuestros datos de contacto para que puedan pedirnos copias adicionales o requerirnos para otros trabajos.
Fin de la procesión: en resumen
Como vemos, una procesión puede ser motivo no sólo de goce a la hora de realizar fotografías por su carácter adrenalítico y las emociones que nos produce este trabajo de campo, sino también pensar que puede ser un buen recurso a la hora de ganar dinero extra en un mes que aún no ha empezado a tope la temporada de bodas o cualquier actividad que realicemos dentro de la profesión. O, como decíamos al principio, darnos una mayor visibilidad entre nuestros paisanos.
No obstante, poniendo precio a nuestro trabajo conseguimos que esas horas de trabajo se vean recompensadas. Quizá haya cofradías que nos puedan pagar por el trabajo completo sin tener que llevar ese proceso a la vieja usanza, que es como se ha hecho toda la vida donde se hacían fotografías, se revelaban y se vendían, que por lo general es el proceso a rasgos generales con los pasos que hemos ido detallando.
Así que ya sabes, aún estás a tiempo para contactar con un paso y adentrarte en la aventura de una experiencia que te dejará un buen sabor de boca, tanto por la práctica que ello conlleva gracias a la variedad de situaciones fotográficas, como al posterior reconocimiento que hará que consigas posibles clientes, y que puede hacer que cada año repitas teniendo asegurado un trabajo por estas fechas. Somos un país de tradiciones, y este tipo de reportajes siempre gustan.
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