Hoy vamos a hacer un viaje hasta lo más profundo de nuestro ser para buscar y encontrar al McGiver que todos llevamos dentro. No contemplo la posibilidad de que alguien aquí ignore el glorioso pasado de nuestro invitado pero, por si acaso, simplemente recuerdo que era aquel capaz de reducir a toda una banda de malhechores con la simple ayuda de un chicle y una cerilla.
Nosotros solo vamos a usar su ingenio y conocimiento para salvar con soltura los obstáculos que se nos puedan presentar durante nuestras largas sesiones de cámara y flash con unas sencillitas soluciones fotográficas de baja tecnología. Vamos a verlas…
Asegurando el enfoque
El enfoque es un punto crucial en la fotografía y es necesario acertar sí o sí. El problema viene cuando damos por hecho que el alto precio que pagamos por nuestra cámara la convierte en una máquina perfecta, craso error en lo que a enfoque se refiere, más si hay poca iluminación. Afortunadamente las nuevas cámaras están mejorando mucho este aspecto.
Un puntero láser de los que muchos tenemos por casa será nuestro mejor aliado en estos casos porque al incidir el haz de luz sobre una superficie se produce una especie de estallido muy particular que nos ayudará sobretodo enfocando en manual. Fundamental para la fotografía nocturna.
Estabilizador de imagen
Algunas firmas, como Olympus, han optado por estabilizar los cuerpos de sus cámaras mientras otras como Nikon o Canon prefieren estabilizar los objetivos con el consiguiente sobreprecio del cristal estabilizado.
Si nuestro objetivo no está estabilizado podemos salvar alguna fotografía haciendo uso de una cuerda, una arandela y un tornillo del tamaño de la rosca para trípode. Sería tan fácil como asegurar la cuerda por sus extremos a la arandela y el tornillo. La arandela iría al suelo, donde la pisaríamos y el tornillo a la rosca para el trípode de manera que manteniendo la cuerda tensionada conseguiríamos un poco de estabilidad. Podemos usar hilo de pesca de los resistentes.
Disparar en modo Bulb
Lo ideal para disparar en modo Bulb es usar un disparador remoto con bloqueo de disparo porque aguantar una toma de 15 minutos haciendo presión sobre el botón es altamente desagradable pero ¿y si olvidamos el disparador en casa o aun no lo hemos comprado?
Será tan sencillo como usar una goma elástica como las que se usan para el pelo o las que vienen en las cajas de zapatos y un pequeño objeto que haga las veces de dedo y que puede ser, por ejemplo, un minúsculo taco de madera. El objeto va sobre el disparador de la cámara y la goma lo mantendrá presionado. Si ésta es muy grande le damos vueltas sobre la cámara hasta que haga fuerza.
Difusor de flash
El maravilloso mundo de los retratos fotográficos se presta al uso del flash y cuando no tenemos más remedio que usar el que incorpora nuestra cámara podemos estropear la imagen fácilmente con una luz demasiado dura. Tenemos que difuminar la luz y una manera muy sencilla de hacerlo es usando un trozo de folio blanco el cual aseguraremos con cinta adhesiva al cuerpo.
Habrá que tener en consideración el folio que usemos porque en función de su densidad pasará más o menos luz y deberemos ajustar la posición del papel o la potencia del flash en consecuencia.
Fotos: Damiao Santana | AZAdam | Jucá Costa
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