El flash es una ayuda inestimable a la hora de hacer fotografías con poca luz o incluso como luz de relleno para fotografías en contraluz o con zonas de sombra. Uno de los principales problemas que se producen al utilizarlo es que su luz tan fuerte y puntual proyecta sombras muy duras y su uso se hace evidente en las fotografías.
Para difuminar la luz y suavizar las sombras lo mejor es usar algún tipo de difusor. Hay muchos modelos comerciales de difusor, pero agudizando un poco el ingenio también podemos improvisarlos en un momento, por un coste cero y con unos resultados más que aceptables. Hoy os muestro siete modelos de difusor que he utilizado en alguna ocasión y que han cumplido perfectamente con su cometido. Vamos a verlos:
Modelo aperitivo: difusor por kleenex o servilleta de bar
Este modelo es muy versátil ya que se puede usar para todo tipo de cámaras y flashes y es tan sencillo como poner delante del flash un trozo de kleenex o servilleta de papel. Si usáis las de varias capas mejor, así se puede regular la capacidad de difuminar según se ponga una, dos o más capas. La foto de la cabecera está hecha con este sistema, a la izquierda sin difusor y a la derecha con difusor.
Modelo añoranza: difusor por bote de carrete de 35mm
Pensado especialmente para que los que todavía echan de menos las cámaras de carrete. Sólo necesitamos un bote de carrete de 35 mm, un cúter y un poco de maña. Es tan sencillo como hacer un par de cortes en el bote a la medida del flash de la cámara. Es importante dejar el aro superior completo para poder cerrar bien la tapa, así conseguiremos que se dirija mejor la luz y que no se nos caiga el difusor.
Modelo fresh: difusor por botella de refresco o gel de baño
Este modelo es ideal para macrofotografía, ya que lleva la luz directamente a la parte delantera del objetivo y la reparte de forma uniforme. Puede forrarse la parte superior por dentro con papel de plata para darle mayor reflexión hacia abajo. El tamaño dependerá del objetivo que usemos y podemos utilizar diferentes tipos de botes, únicamente es necesario que sean translúcidos. También podemos adaptarlo para un flash externo, sólo necesitaremos bebernos otro refresco.
Modelo profesional: difusor por tarjeta de visita
Aquí tenéis el modelo más sencillo de reflector y seguro que se lo habéis visto utilizar a muchos fotógrafos profesionales en las ruedas de prensa.
Hay que usarlo con el flash en vertical por lo que se dirige la luz hacia arriba y la tarjeta nos refleja parte de esa luz hacia delante.
Este modelo sólo se puede utilizar en habitaciones cerradas ya que necesita un techo o pared donde reflejar la luz.
Cuidado con las paredes de colores ya que nos puede dar tonos con ligeras dominantes de color.
Evidentemente utilizaremos una tarjeta blanca y si tiene letras, las pondremos hacia el otro lado.
Modelo clásico: difusor por plástico translúcido
Ahora pasamos a un modelo más elaborado, ya que necesitaremos comprar un plástico translúcido de tapa de encuadernar, cuesta unos diez céntimos de Euro en papelerías, y recortarlo a la medida que queramos. Puede ser más o menos grande y darle la forma que más nos guste. Cuanto más lo alejemos del flash más difuminará la luz. Lo bueno de este sistema es que es duro y flexible por lo que no se estropea y cabe en cualquier esquinita de nuestra mochila.
Modelo ABBC (A Better Bounce Card): difusor de goma eva
Vamos con el que más me gusta, sólo tiene una pega y es que hay que usarlo en interiores, pero los resultados son impresionantes, os recomiendo que lo probéis.
Se trata de un modelo de reflector desarrollado por Peter Gregg, podéis ver su vídeo en Youtube, no tiene desperdicio.
Básicamente es una variante del reflector de tarjeta, pero usando un área reflectora más grande y poniendo el flash en posición vertical para que refleje mayor cantidad de luz y sea orientable para tomar fotos también en formato vertical.
Se puede utilizar cualquier tipo de papel o cartulina blanca, pero Peter recomienda usar goma eva, que es un material altamente reflectante y que no se deforma. Se usa mucho en manualidades por lo que podréis encontrarlo en papelerías especializadas, y es bastante barato.
He usado este reflector para retratos y fotografía de piezas pequeñas tipo catálogo y difumina la luz de una forma sorprendente, apenas aparecen brillos y las sombras pierden tioda su dureza. Relación calidad/precio/facilidad de uso, un diez.
Modelo bubble: difusor por plástico de pompas
Y para terminar quizás sea el más cutre de todos los brico-difusores, pero os puedo asegurar que funciona muy bien, aunque es muy cierto que la estética deja bastante que desear.
Una simple bolsa de plástico de burbujas, también nos sirve un trozo que podemos pegar con cinta adhesiva, con un lado abierto en el que introduciremos la cabeza del flash y listo.
Además si hemos tenido una sesión fotográfica estresante podemos usarlo despues para explotar las pompitas y relajarnos un poco.
Finalmente os dejo unos consejos generales:
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Cuando usemos difusores es probable que las fotos nos salgan subexpuestas así que es recomendable hacer antes un par de pruebas.
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Conseguid un par de gomas como las de las fotos para sujetar los difusores, son muy útiles y apenas se notan cuando no se utilizan.
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No os estanquéis en estos modelos y usad vuestra imaginación, el mundo está lleno de excelentes difusores de flash, sólo hay que encontrarlos.
Suerte y buenas fotos.
Fotos | Mario Ximénez
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