Uno de los principales pasos para conseguir mejorar realmente nuestras fotos es ser mucho más autoexigentes. Esto supone tener una mayor capacidad de reflexión sobre nuestras imágenes y de mirarlas con ojo crítico, así lograremos afinar más en nuestra siguiente captura.
Para conseguir mejores fotos no siempre necesitaremos tener un mejor equipo, ni estudiar sesudos tratados fotográficos. A veces es mucho más sencillo y todo radica en nosotros mismos. En mirarnos, en reflexionar sobre nuestro trabajo para avanzar, para progresar. ¿Es fácil? Por supuesto que no, pero vamos a ver siete claves que nos pueden ayudar a ser más autoexigentes.
1. El revelado y post-procesado mejor en frío
Tras un viaje, una larga sesión o una jornada fructífera en lo fotográfico solemos tener mucha ansiedad por ver nuestras imágenes en el ordenador (o incluso revelarlas si fuera el caso). Está bien ese primer vistazo y tener mayor conciencia del valor de las fotos realizadas. Pero mejor si somos capaces de contenernos y no dedicarnos a revelarlas y realizar el post-procesado.
No hay prisa. Hacerlo en caliente llevados por la euforia no siempre es bueno. Una foto que nos ha costado mucho no es sinónimo de que sea nuestra mejor foto. Aunque la defendamos a capa y espada (incluso autoengañándonos) y queramos tener rápido una copia final para mostrarla y encontrar satisfacción rápida.
Mejor si somos capaces de dejar ese vistazo para cuando estemos relajados, nos ayudará a ser más fríos y analíticos, a descartar lo realmente malo de lo bueno. Así como el post-procesado.
Tras una sesión descarga las fotos, haz las copias de seguridad y… déjalas ahí. Sigue trabajando, piensa en otra cosa, deja pasar días o semanas. Con más perspectiva seguro que sacamos conclusiones más acertadas y tendremos una visión más crítica de nuestras propias fotos.
2. Solo comparte lo mejor
Esto va en la misma línea del punto anterior. Si tras una jornada de fotos logramos algunas buenas imágenes, solemos dejarnos llevar por la euforia, y no sólo revelarlas rápidamente, sino compartirlas en nuestras redes. Subirlas a Facebook, Flickr, Instagram o donde sea. Buscamos compartir la felicidad por lograr una buena imagen. O a veces solo porque tenemos dudas y queremos ver si realmente merecen la pena. ¿Realmente la calidad de nuestra foto va a depender del número de likes o comentarios que reciban en redes sociales?
Por eso aquí, de nuevo, hay que ser más exigentes, más fríos y solo compartir lo realmente bueno, lo mejor que somos capaces de hacer. Y no siempre tiene que ser la foto que acabamos de hacer. No pasa nada por compartir una foto que hicimos hace tres meses si es realmente buena y nos satisface. No seamos esclavos de la inmediatez. Mejor compartimos menos, cuando sea, como sea, pero siempre lo mejor.
3. Piensa (más) antes de apretar el disparador
Si somos realmente exigentes lograremos descartar (antes de apretar el disparador) muchas fotos que sabemos no nos llevan a ninguna parte y que no nos van a suponer nada nuevo ni mejor. Ya sea en una sesión fotográfica, un viaje o cualquier ocasión fotográfica que nos surja.
A veces nos dejamos llevar por la facilidad del disparo, por la comodidad que nos ofrece una cámara digital de ver al instante el resultado y borrar si es necesario. Pero mejor, mucho mejor, si pensamos un poco antes. Solo se trata de poner el listón un poco más alto, de no tener el gatillo rápido, de no ponernos en plan “metralleta” y de ahí ya saldrá algo.
Sabemos que esto no funciona. Y cuando sucede hay mucho de fortuito. Mejor pensemos bien, busquemos el mejor momento, luz, encuadre, fondo… y si no lo conseguimos, a seguir buscando. O descartarlo. No pasa nada malo. Al contrario, nos habremos vuelto más exigentes y cuando volvamos a disparar lo haremos mejor.
4. Mira muchas fotos, lee libros… aumenta tu cultura visual
Es una buena costumbre. Tenemos al alcance a través de internet el trabajo de muchísimos fotógrafos. Podemos seguir tendencias, autores… y ver muchas fotos con gran facilidad, así que lo debemos aprovechar. Así como visitar más exposiciones. Un buen consejo aquí es no solo centrarnos en autores que realmente nos gustan o géneros concretos. Seamos más abiertos, veamos otro tipo de fotógrafos y trabajos, eso nos ampliará nuestras perspectivas y puede reportarnos muchos beneficios si lo asimilamos para las próximas fotos que hagamos. O proyecto en el que nos embarquemos.
Además, algo muy aconsejado es mirar el trabajo de los grandes fotógrafos, conocer su historia, su obra… mirar sus libros… todo ello nos ampliará nuestra cultura visual. Adquiriremos un criterio visual mayor y derivará en una mayor exigencia. Podremos distinguir lo realmente bueno de lo mediocre. Nos ayudará a inspirarnos… todo ello redundará en mejores fotos. Eso sí, esto no llega pronto y de forma intensiva. Requiere reposo, es una tarea que debemos cultivar con constancia. Los resultados llegan y tendremos una mirada mucho más crítica y con conocimiento.
5. Aprende de los errores
Tras una selección de nuestro trabajo, ya sea una sesión, un viaje, una jornada… debemos tener un buen lote de fotos descartadas. Esas que hemos desestimados bien por razones técnicas (mal de enfoque, encuadre,…) o bien porque no nos convencen. Pues bien, ese lote de fotos son muy valiosas. Nunca las borres. Dedícale un tiempo a observarlas. Es duro mirar fotos fallidas, pero es enormemente edificante. Así veremos en lo que hemos errado, cómo debemos evitar caer en lo mismo,… nos ayudarán muchísimo. Aprendemos mucho más de las descartadas que de las realmente buenas.
Y no solo aprenderemos a mejorar técnicamente, también en otros aspectos: cómo nos debemos situar, dónde, cómo anticiparnos a una escena, cómo mejorar la luz o simplemente cómo debemos evitar quedarnos sin la “foto buena”, esa que no logramos y que, la próxima ocasión, no vamos a dejar escapar porque ya sabemos donde no debemos tropezar.
6. Imprime tus fotos: las buenas y las malas
Es un consejo muy repetido y muy valioso. En la era digital hemos perdido la costumbre de tener copias en papel de las fotos. Adquieren una nueva dimensión, nos aportan una perspectiva diferente y sirven para observarlas materialmente (también como recuerdo o trabajo de selección).
Por estas razones, no debemos quedarnos sólo en hacer una selección de nuestro trabajo en pantalla. Saquemos copias de las mejores, pero también de las dudosas e incluso de las descartadas. Las podremos mirar una y otra vez, con calma para ver cómo funcionan y eso nos ayudará a tener una perspectiva más completa del resultado. Casi podemos decir una visión plena que nos ayudará a tener más claro cuáles son mejores, cuáles peores y afinaremos nuestra exigencia.
Además, nos facilitan la labor de combinarlas, de ponerlas juntas, de emparejar,… eso hace que alguna descartada cobre nueva vida y sí funcione junto a otra… esa perspectiva se consigue más fácilmente con copias fotográficas en papel que en pantalla.
7. Busca ayuda para una crítica constuctiva
Con todo lo que hemos comentado parece que todo el trabajo de autoexigencia fuera un ejercicio individual y solitario. Y en cierto modo lo es, pero no del todo. Porque siempre podemos recurrir a amigos sinceros, a compañeros fotógrafos o a otros autores que respetamos y consideramos ideales para que valoren nuestro trabajo.
Mostrar nuestras fotos (mejor en papel si es posible) a un grupo de amigos fotógrafos que sepamos van a ser del todo sinceros es una gran ayuda. Deberíamos fomentarlo más. Y siempre con la máxima de la sinceridad, de comentar lo que gusta tanto como lo que no y las razones. Esos comentarios serán muy valiosos para que tengamos otra perspectiva que quizás no veíamos de nuestras fotos y nos ayudarán a mejorar. A ser más autoxigentes que es de lo que se trata.
Consejo adicional
Y como clave adicional hay que convertirse en un fotógrafo sin excusas. Esto es, no vale decir que nuestra cámara nos limita, que no tenemos tiempo, que no podemos hacer esto o lo otro… dejemos la excusas, busquemos esa foto a toda costa como sea. Pongamos en marcha todo nuestro esfuerzo en avanzar en ese proyecto que tenemos entre manos con la mayor exigencia. Subamos el listón. Nos convertirá en mejores fotógrafos. Y llegarán mejores fotos.
Foto inicio | Coco Toledo
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