El mundo del boudoir es tan delicado como poderoso. La fotografía erótica como regalo o recuerdo de un momento determinado de nuestras vidas es una actividad muy tradicional en la sociedad norteamericana que hasta Los Simpsons parodiaron en un capítulo. Debido a lo delicado de las fotografías, es muy importante tener en cuenta estas seis consideraciones para realizar nuestras primeras fotografías de budoir y/o desnudos.
Mientras que en otros países como Estados Unidos, la fotografía boudoir no tiene grandes secretos entre parejas jóvenes, en España es un fenómeno que cada vez va tomando mayor popularidad entre mujeres de 25-35 años; si queréis realizar vuestras primeras sesiones de boudoir, sin embargo, debéis tener en cuenta estas seis importantísimas consideraciones. Entre ellas, se encuentran tocar o no tocar a nuestra retratada, la importancia de la psicología y el buen entendimiento o el repaso de fotografías de referencia para saber dónde está el límite erótico de cada mujer.
La compañía durante la sesión, casi obligatorio
Si realizamos una sesión de budoir con una chica a la que no conocemos, la compañía de una amiga durante la sesión es algo muy importante. Puede que haya mujeres que no tengan ningún problema en encontrarse solas frente a la cámara, pero rompiendo la frialdad de dos personas en una habitación hará que nuestra modelo se sienta agusto y segura.
Como la clave para que una foto erótica funcione es la actitud, debemos cuidar que nunca se rompa el ambiente de comodidad de nuestra retratada para ayudar a que el estado mental se mantenga sereno y transmita a cámara el tipo de fotografías que queremos capturar.
El repaso de referencias marcará el límite
Pedir a nuestra modelo fotografías de referencia o enseñarle diferentes tipos de budoir hará que conozcamos los límites eróticos de nuestra retratada. Hay personas más pudorosas que otras, así que hay que tener en cuenta que si pedimos más de lo que ella nos quiere dar, romperemos la sesión porque la haremos ir a donde no quiere llegar, y las fotografías no van a tener la actitud necesaria para que la clienta quede contenta con el resultado.
Estas referencias las podemos encontrar en otros fotógrafos eróticos con diferentes estilos e intensidades de mostrar el erotismo y hará que nosotros nos demos cuenta del tipo de fotos que la clienta querría tener, permitiéndonos partir de una base.
El estilismo de prendas íntimas
Crear un estilismo para una sesión de moda es facilísimo porque podemos comprar y devolver las prendas sin mayor problemas, pero con las prendas íntimas no tenemos esta posibilidad. Nuestra modelo se deberá comprará las prendas que necesite para la sesión para quedárselas o emplear lencería y ropa de la que ya disponga en casa.
Como cada mujer tiene una inhibición diferente, un buen método para una sesión es empezar con una camisa, romper el hielo e ir ganando confianza para posteriormente quitarla y mostrar la lencería en el mejor momento de la sesión. Así, la modelo tendrá la confianza suficiente para posar gracias a la preparación previa.
Ambiente y confianza previa
Elegir el sitio correcto en el que realizar la sesión no debería ser algo baladí. Si la realizamos en su casa, tenemos a nuestro favor que la modelo se encontrará mucho más cómoda que si la llevamos a otro sitio, por muy bonito que sea. Lo importante no es que el ambiente sea luminoso o que la decoración sea perfecta: necesitamos que nuestra modelo transmita en las fotografías la actitud de confianza que muestre.
La interacción es importante ya que hablando conseguiremos que la modelo no piense en la cámara y estará más cómoda. Para crear ambiente, la música es un elemento importante que llena los silencios y ofrece un ambiente a la modelo.
Comentarios y tacto
Realizar este tipo de fotografías genera una tensión en la que debemos granjearnos toda la confianza posible con nuestra retratada, y por eso los comentarios deben medirse al milímetro para evitar ofender a la modelo de cualquier forma posible.
La misma regla gobierna cuando hablamos de tocar o no tocar a nuestra modelo. Lo mejor para evitarnos cualquier tipo de problema es dejar que la chica haga sus propios ajustes en las prendas o el pelo, o aprovechar la asistencia de una amiga para que lo haga ella y evitar sacar de la situación a la chica. Evitando el contacto físico (a menos que exista muchísima confianza), nos ahorramos futuros disgustos de cualquier tipo.
¿Para qué quieren las fotos?
El último punto, aunque no el menos importante es darnos cuenta la finalidad última de las fotografías y aprovechar este pensamiento para aprender que tipo de trabajos requiere nuestra clienta. Puede que simplemente quiera mostrar su figura cincelada en el gimnasio o verse guapa tras el embarazo de su último hijo o lucir un pecho recién operado. Este punto puede servirnos para medir la sensualidad de nuetras fotos: un cuerpo esculpido o un pecho recién operado requiere mostrar más cuerpo que cara, mientras que unas fotografías para sentirse guapa las podemos realizar con una buena sensión de retratos y planos medios.
¿Has realizado fotografía de desnudo o budoir? En ese caso, ¿cuál es tu consejo más valioso? Puedes dejárnoslo en la caja de comentarios para ayudar a otros compañeros.
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