Tradicionalmente, la fotografía de paisaje está asociada al uso de ópticas gran angular que permiten incluir en el cuadro grandes extensiones de terreno pero ¿se pueden hacer fotos de paisaje con un teleobjetivo? Por supuesto que sí, y no sólo se puede sino que, como no es lo más habitual, seguramente es una buena vía para conseguir imágenes más originales como las que nos proponemos conseguir.
Evidentemente no se trata de invitarte a que deseches los objetivos de menor distancia focal cuando pretendas hacer fotos de paisaje, simplemente que tampoco desdeñes llevar en tu mochila alguno de focal larga, ya sea un versátil teleobjetivo zoom (como un 70/80 – 200 mm) o una óptica fija de 70 o más milímetros que, como vamos a ver, tiene bastantes posibilidades también en fotografía de paisaje.
Piensa que retratar uno de estos temas no tiene porqué ser sinónimo de capturar un majestuoso lugar en un plano general, no olvides que dentro de esas escenas puede haber detalles que, aislados del resto, se conviertan en grandes fotografías. Así que vamos a ver cómo sacar partido de una teleobjetivo para fotografiar paisajes así como algunos de los problemas que podemos encontrarnos al tratar de hacerlo.
Aislando los sujetos
Comenzamos con las posibilidades de los teleobjetivos en este campo hablando de esos elementos que, a menudo, aparecen en una escena de paisaje y realmente merecen una fotografía para ellos solos. Un ejemplo podría ser un árbol solitario en medio de una vasta extensión de terreno, o la típica foto de un gran sol poniéndose por el horizonte, algo que sería imposible sin un teleobjetivo (con un gran angular el sol apenas sería un pequeño círculo).
Y es que a veces sólo con un teleobjetivo podemos llegar a captar con cierto detalle cosas que se encuentran lejos de donde nos encontramos. Cosas que quizá forman parte de una escena mucho más amplia pero que pueden tener mucho interés y convertirse en una gran imagen si los aislamos con un encuadre mucho más cerrado.
Así, incluir una óptica de distancia focal larga en el equipo puede ayudar al fotógrafo de paisajes a tener más opciones cuando retrata un lugar. De hecho, permite incluso hacer una toma amplia y complementarla con varias más concretas que, incluso, pueden servir para crear una historia a base de unas pocas imágenes.
Buscando la luz
Muy relacionado con el anterior, a veces podemos asistir a una escena en la que haya grandes diferencias lumínicas, normalmente porque la luz del sol esté cayendo sobre una determinada zona. Por ejemplo podría ser el caso de unos rayos de sol que atraviesan una nube e iluminan una zona concreta de un paisaje amplio.
Si hacemos la foto con un gran angular podemos captar una bonita escena con grandes contrastes pero quizá también es muy interesante aislar la zona iluminada para conseguir una foto muy diferente y, quizá, muy atractiva.
Eliminando elementos indeseados
Otra de las posibilidades de un teleobjetivo en el ámbito del paisaje es la de recortar la imagen para deshacernos de cosas que afeen la toma, como pueden ser tendidos eléctricos, farolas, grúas… Como sabréis, no es fácil encontrarse con el “paisaje perfecto” y a menudo nos toparemos con elementos indeseados que pueden arruinar nuestra composición.
Para evitarlos podríamos movernos de lugar hasta encontrar un sitio donde lo que sea no nos estorbe, pero es bastante más rápido (y efectivo) echar mano de un teleobjetivo con el que recortar al ángulo de visión de la toma y evitar estos elementos indeseables.
La perspectiva
Otra buena razón para usar una lente de focal larga en este campo es por la diferente perspectiva que ofrecen. Como sabréis, los teleobjetivos suelen comprimir la perspectiva de tal forma que ofrecen la apariencia de que los elementos de la escena están mucho más juntos de lo que ocurre realmente.
Esta característica permite obtener escenas diferentes a lo habitual y puede ayudar a crear una sensación tridimensional. Además, funciona muy bien si lo combinamos con escenas como las que comentábamos antes, paisajes con zonas con luces y otras con sombras, dando excelentes resultados.
Para crear panorámicas
Un último uso que podemos dar a los teleobjetivos en fotografía de paisaje es la de realizar tomas que posteriormente sirvan para crear una imagen panorámica. Juntar distintas tomas tomadas con una focal media o larga puede servir para conseguir una foto con un campo de visión parecido al que obtendríamos con una lente gran angular pero con más detalle y definición final.
Algunas cuestiones a tener en cuenta
Claro que para utilizar un teleobjetivo en fotografía de paisaje debemos tener en cuenta una serie de cosas que conocer y/o solventar. No son distintas a las que tendríamos usándolos en otras disciplinas, pero conviene recordarlas.
En primer lugar tenemos la posibilidad de que la cámara se mueva y produzca una imagen trepidada. Como sabréis, el aumento en la longitud focal va a magnificar cualquier ligero temblor que se produzca en la cámara. Esto lo podemos solventar teniendo cuidado con la velocidad de obturación que usemos (siempre una fracción de segundo mayor que la distancia focal utilizada) y, si no es posible, echando mano de un trípode (eso sí, siempre bien utilizado).
Otro tema a tener en cuenta es el de los filtros, que no funcionan de la misma manera en ópticas gran angular que en teleobjetivos. En general su efecto será bastante menor en el caso de decantarnos por lentes de focal larga, y un buen ejemplo es el filtro polarizador cuya acción se ve claramente limitada.
También nos puede surgir la duda de si elegir un objetivo de focal fija o uno de distancia variable (osea un zoom). Una cuestión que, como os podéis imaginar, no tiene una respuesta sencilla. Evidentemente una óptica fija tiene ventajas respecto a un zoom (calidad de imagen, luminosidad, ligereza…) pero la versatilidad de estos últimos puede compensar. Ten en cuenta que algunos de los usos que hemos apuntado hacen referencia a la necesidad de recortar el encuadre porque nos encontremos lejos físicamente de los sujetos a captar, y en eso una lente de focal fija puede limitarnos bastante.
Y con esto hemos acabado y esperamos haberte convencido para que no te olvides del teleobjetivo cuando salgas a hacer fotos de paisaje… o al menos que te plantees su uso. Piensa que con uno de ellos puedes tener nuevas posibilidades para conseguir otro tipo de encuadres dentro de una misma escena ¿no te parece?
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Foto de portada | Hernán Piñera