Qué podemos aprender de este vídeo de Bruce Weber trabajando en una sesión de fotos con Michael Jackson

Bruce Weber es uno de los nombres más importantes de la fotografía de moda y retrato que pese a su longevidad, sigue en activo con un trabajo excelente. En el año 2007 desarrolló una sesión de fotografías al icono Micheal Jackson para la revista L'Uomo Vogue que fue grabado en vídeo y que ha sido compartido. Te lo mostramos.

Bruce Weber puede considerarse el fotógrafo más importante en lo que a fashion photography se refiere durante la década de los 80 del pasado siglo, habiendo marcado a muchos fotógrafos de moda por su trabajo para firmas como Calvin Klein o Ralph Lauren. Por el objetivo de sus cámaras han pasado todo tipo de celebridades y modelos, incluyendo al mismísimo Michael Jackson.

El vídeo que os mostramos a continuación contiene parte de la sesión de fotografías que Bruce Weber realizo al Rey del Pop en el año 2007 para la revista L'Uomo Vogue y que formarían parte de la portada de la revista así como de apoyo a un reportaje con una gran cantidad de imágenes. Se trata de un video muy ilustrativo y del que podemos aprender mucho.

Tras visualizar este vídeo, aparte de disfrutar de ver a un auténtico profesional en acción sin ningún tipo de filtro y ver directamente como se trabajar en una sesión de fotografías de primerísimo nivel, podemos aprender varias cosas:

• Pese a ser el año 2007, Bruce Weber sigue trabajando con varias cámaras de formato medio Pentax 6x7 (que se van sucediendo en cuanto se acaba el negativo de las mismas) y hace uso de un asistente para contrarrestar el reflejo del flash sobre el objetivo en lugar de hacer uso de parasol, algo que permite que no se anule totalmente la influencia del flash sobre el objetivo.
• El modelo en una sesión de fotos tiene que estar concentrado, pero sin duda, el fotógrafo tiene que estarlo más. Podemos apreciar claramente la pasión, concentración y comunión que mantiene Weber con Jackson durante la toma de imágenes.
• En una sesión de fotografías, si se puede, el fotógrafo tan solo tiene que mirar por el objetivo y disparar. Para todo lo demás están los asistentes. Se gana enteros en concentración y por tanto, en facilidad para tener mejores imágenes.