A veces nuestros objetivos no rinden al máximo, produciendo desenfoques en algunas esquinas, algo que a veces nos puede pasar desapercibido. Una de las razones puede ser que nuestros objetivos se encuentren descentrados. Se trata sin duda de un problema a la hora de fotografiar, y un elemento que tenemos que revisar sin falta cuando compremos un objetivo, sobre todo si es de segunda mano.
Un objetivo descentrado tiene un desajuste de las lentes que lo componen en su interior. Un objetivo es un objeto muy delicado en el que las lentes que lo componen se ajustan de forma milimétrica para que su enfoque funcione a la perfección. Por desgracia, si las lentes sufren un movimiento que modifiquen un poco su posición inicial, por pequeño que sea, tendremos una lente descentrada.
La razón por la que nuestra lente se encuentra descentrada puede ser por dos motivos. Por un lado por que venga así de fábrica (algo de lo que se suele avisar en los primeros análisis de los objetivos) y lo cual no es un problema, ya que podemos devolverla mientras esté en garantía. Por otro lado, porque le hayamos dado un golpe muy brusco al objetivo. En ese caso, casi seguro que nuestra lente estará descentrada. Y mucho ojo si encontramos objetivos de segunda mano a muy buen precio pero con un golpe, probablemente tendrán problemas de foco.
Vamos a explicaros como detectar si nuestra lente se encuentra descentrada, pero antes que nada, tenemos que tener claro que no es nuestra cámara la que se encuentra con problemas de enfoque. Si detectamos que el autofocus de nuestra cámara no funciona correctamente y esto no cambia al utilizar lentes diferentes, se debe a que nuestra cámara tiene un problema de autofocus. Por fortuna, muchas cámaras permiten arreglarlo y en este artículo te explicamos cómo hacerlo.
Cómo detectar si nuestra lente está descentrada
Una vez que tengamos claro que no es nuestra cámara la que tiene problema de enfoque, la forma de detectar si es nuestra lente la causante de problemas de foco es fotografiando una superficie plana. Lo interesante es que sea una superficie con matices y detalles, como podría ser una fotografía nuestra en papel a gran tamaño o una pintura impresa.
La forma de realizar la fotografía es de manera perpendicular a la imagen que estemos fotografiando, o lo que es lo mismo y para que nos entendamos, con el sensor de la cámara mirando completamente de frente a la superficie que fotografiemos.
Una vez realizada nuestra fotografía, la ampliaremos en nuestro ordenador y procederemos a estudiar las áreas cercanas a los bordes de la imagen, ya que normalmente es ahí donde se producen desenfoques por lente descentralizada. Si vemos que uno de los lados de la fotografía está perfectamente enfocado pero el otro presenta un desenfoque (algo sin motivo al estar fotografiando una superficie plana), lamentablemente, nos encontramos ante una lente descentrada.
En esta situación tenemos que valorar hasta que punto supone un problema de peso para nosotros, ya que intentar reparar este problema tiene un coste muy elevado si no está en garantía nuestro objetivo.
Foto de portada | Steven Depolo
Foto de apoyo | Sivi Steys
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