La fotografía social, especialmente la enfocada a las bodas, es muy dada a corrientes de pensamiento en las que el flash llega a convertirse en un apestado, un enemigo al que evitar a toda costa o una medida desesperada cuando no queda más remedio que tirar de él cuando las condiciones de luz no son óptimas. Ésto es en parte así por el estilo reinante en este tipo de fotografías, un estilo cercano al fotoperiodismo en el que el fotógrafo asume el papel de mero observador, interviniendo lo menos posible en el suceder de los acontecimientos.
En este making-of el fotógrafo Justin Wojtczak reivindica el uso del flash y de técnicas strobist enmarcadas dentro del ámbito de la fotografía de bodas aunque, eso sí, en una sesión tranquila, sin el estrés típico del día de la ceremonia y en un entorno muy atractivo. La sesión es una de esas conocidas como Trash the Dress en las que la pareja hace de tripas corazón mientras sufre en silencio el destrozo de una ropa, por lo general, tan especial como cara.
El resultado es suficientemente tentador como para que los que no solemos acordarnos de las bondades del strobist al afrontar uno de estos desafíos nos lo pensemos dos veces e intentemos probar suerte. ¿Vosotros también renegáis del flash para este tipo de fotografías o pensáis que bien usado, como en el vídeo, puede ser un gran aliado?
Vídeo | Justin Wojtczak en Vimeo Vía | ISO 1200
Ver 15 comentarios