¿Estás pensando en cambiar tu vieja DSLR por una flamante mirrorless? ¿Quizá una de las nuevas Nikon Z que se acaban de presentar? ¿O de las nuevas Canon CSC FF que se están rumoreando? Pues tienes que saber que estas cámaras tienen evidentes ventajas pero también algunos inconvenientes que se suelen pasar por alto cuando se habla de ellas. Por eso, nos proponemos contarte a lo que tendrías que enfrentarte si pretendes dar el paso.
Hace unos meses ya hablamos de qué tipo de cámara era mejor para iniciarse, y allí ya desgranamos las virtudes y defectos de ambos sistemas (por supuesto ambos muy válidos). Pues bien esta vez nos vamos a centrar en los segundos, ahondando un poco más en detalle en los problemas que puede suponer un cambio de sistema. Vamos a ello:
El tamaño
Como norma general las cámaras sin espejo son más pequeñas que las réflex, sin embargo la diferencia depende de los modelos y, sobre todo del tamaño del sensor que tengan. Es verdad que las que usan sensores Micro Cuatro Tercios tienen unas ópticas muy pequeñas y ligeras, pero si tienes idea de hacerte con objetivos luminosos debes saber que el tamaño empezará a crecer exponencialmente. Y lo mismo prácticamente si la cámara cuenta con sensor APS-C.
Y si te decides por una sin espejo de formato completo (que tan de moda están actualmente) ya sabrás que sus objetivos suelen ser grandes y pesados, por la necesidad de cubrir un sensor amplio, con lo que la ventaja de tamaño empieza a acortarse (aunque sigue existiendo).
Así las cosas, a la hora de considerar el posible peso y espacio que te vas a ahorrar en la mochila tienes que mirar mucho, investigar el parque de objetivos de las diferentes monturas y sopesar todo lo que estamos contando. Por ejemplo, si buscas un modelo de iniciación seguro que encuentras cámaras réflex de tamaño y peso muy contenidos que te ofrecen unas prestaciones que no suelen tener las CSC más modestas.
Variedad de objetivos disponibles
Al hilo del punto anterior, es evidente que al ser una tecnología relativamente nueva el catálogo de ópticas disponibles es más reducido. Esto implica que no hay tanto donde elegir y que no siempre vamos a encontrar lo que nos gustaría, aunque los fabricantes se afanen en seguir ampliando la oferta.
Sí es cierto que existe la opción de usar adaptadores para reutilizar objetivos de cámaras réflex en las sin espejo, pero esto suele implicar ciertos compromisos (no siempre funcionan bien con el adaptador o pierden algunas características) e implica un aumento en las dimensiones del conjunto que puede hacer (de nuevo) que se pierda la ventaja de las CSC en este campo.
Sólo si está encendida
Puede parecer una tontería pero cuando miras por el visor de una réflex siempre puedes ver la escena incluso aunque la cámara esté apagada, cosa que no sucede con las sin espejo. Es decir, para poder ver la imagen, ya sea por la pantalla trasera o por el visor electrónico, necesitas encender la cámara. No es que sea un gran inconveniente, o algo decisivo que pueda echarte atrás, pero sí que conviene saberlo (porque además afecta a lo que vamos a ver justo a continuación).
La maldita autonomía
Seguramente es ahora mismo el principal inconveniente de quien da el salto desde una réflex a una sin espejo. Acostumbrados a no tener que preocuparse de las baterías, con las cámaras CSC se encuentran ante un escenario en el que es fácil que necesiten más de una al día, con lo que llevar repuesto se convierte en imprescindible.
Y es que las exigencias energéticas de estas cámaras son altas, básicamente por la necesidad de alimentación de las pantallas/visores. Afortunadamente este problema se ha minimizado bastante con los nuevos modelos de cámaras (como la Sony A7 III), con baterías cada vez más capaces que alargan su autonomía.
Manejo “delicado”
Un tamaño más reducido implica ciertos compromisos, como por ejemplo la necesidad de reducir los controles que se incluyen en los cuerpos de las cámaras, o de hacer empuñaduras mínimas que complican el agarre. Todo esto son inconvenientes que hay que tomarse muy en serio a la hora de dar el salto, y sopesar bien si la cámara que nos gusta tiene los controles que necesitamos, o si su ergonomía es correcta para nuestras manos.
Exposición y “lag”
Cuando haces fotos con una sin espejo estás viendo la escena a través de una pantalla LCD o de un visor electrónico, lo que no deja de ser una representación de la realidad. Y aunque esto tiene sus ventajas, también tiene un par de defectos. Uno de ellos (el menos importante) es la posibilidad de que se aprecie una sub/sobreexposición provocada por un brillo incorrecto de la pantalla, con lo que el resultado final varíe de lo esperado.
El otro es el que tiene que ver con el “lag”, es decir, el retraso que puede producirse entre lo que nos muestra el visor o pantalla y la realidad. Esto es algo cada vez es menos frecuente, porque las cámaras Evil han avanzado mucho en sus diez años de historia (sobre todo en el caso de los visores electrónicos), pero que conviene saber, sobre todo si te decides por un modelo con algunos años en el mercado.
Más sensibles al polvo
Al tratarse de cámaras que han eliminado el espejo que se sitúa delante del sensor, se ha quitado también una “barrera” que ayudaba a que el polvo no entrara. Por eso, las CSC están más expuestas a acumular suciedad en el sensor, tal y como hemos comprobado con la Sony A7 III tras un análisis de larga duración.
Coste de adquisición
Finalmente, si os habéis planteado el cambio, o simplemente os gusta estar al día en fotografía, seguro que ya sabréis que las cámaras sin espejo no son baratas. No es nada nuevo pero sí algo a tener muy en cuenta, y a lo que hay que añadir el coste de los objetivos y otros accesorios.
En general, las ópticas para cámaras CSC son más caras que las de las réflex, aunque el problema es mayor en cuanto que hay menor variedad (como hemos apuntado al principio), tanto nuevas como de segunda mano. Eso hace que, si queremos ampliar nuestro parque de objetivos, hay más probabilidad de que tengamos que comprarlos nuevos.
Con esto acabamos pero, como suele ser habitual, recurrimos a vosotros para que nos echéis una mano con vuestras experiencias. ¿Conocéis más problemas que tengan las sin espejo? ¿Cuáles son para vosotros los principales inconvenientes de dar el salto de una réflex a una CSC?
En Xataka Foto | Nikon Z Vs Sony A7 comparativa ¿Se han cumplido las expectativas generadas? ¿Empieza la "guerra" de las sin espejo full frame?
Foto de portada | insung yoon
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