Todos sabemos que la fotografía es una arte en dos dimensiones pero en el que normalmente se simula una ilusión de realidad que, lógicamente, tiene tres dimensiones. Pero lograr esta sensación de tridimensionalidad no siempre es fácil, y a veces nos encontramos con que nuestras fotos parecen planas, sin vida... Claro que hay maneras de evitarlo y de conseguir sensación de profundidad de forma bastante sencilla. Te contamos cómo.
Por cierto que si hemos incluido lo de "con tu móvil o una cámara" en el titular no es sino para dejar claro que es algo que podemos conseguir sea cual sea el tipo de dispositivo que utilicemos para hacer la foto. Igualmente, aunque los consejos que os vamos a dar funcionan sobre todo en foto de paisaje (que es el ejemplo principal que vamos a usar), la mayoría de ellos también son aplicables a muhcos otros géneros fotográficos.
Usa el punto de fuga
Quizá el recurso más sencillo e inmediato para lograr que una foto tenga profundidad, gracias a la perspectiva, es el conocido "punto de fuga". Se trata, como ya estáis imaginando, de buscar líneas en la composición que se dirijan hacia un punto imaginario al fondo de la imagen.
El ejemplo más habitual es el de unas vías de tren cuya proyección hacia el fondo de la foto hace que parezca que las traviesas se unen en algún punto del infinito. Algo que, de forma natural, dirige la mirada del espectador hacia el fondo de la fotografía.
Introduce líneas diagonales
Muy relacionado con lo anterior, pero sin necesidad de que las líneas den la impresión de no tener fin, es utilizar líneas diagonales dentro de la composición. Éstas son especialmente llamativas si se dirigen de izquierda a derecha (como en la imagen de abajo), ya que esa es la forma instintiva que tenemos de leer una imagen, de manera que guíamos al ojo de una forma muy natural.
Cuida el primer plano
A la hora de componer hay que pensar que estamos plasmando una escena de tres dimensiones en dos; pero eso no significa que debamos subestimar los distintos planos que pueden aparecer en la imagen. Así, del mismo modo que es importante cuidar el fondo que aparece en nuestras fotos, también es recomendable incluir un primer plano con elementos que tengan interés.
Esta técnica puede dar mucha profundidad a la imagen, pero hay que tener cuidado para que estos elementos del primer plano no sean demasiado protagonistas y concentren toda la atención del espectador, quitando importancia al resto de planos de la imagen. Para ello, como arriba, podemos recurrir a desenfocarlos.
Desenfoca el fondo
Aunque también podemos hacer lo contrario, desenfocar el fondo de la fotografía, para añadir profundidad. Tanto en el caso anterior (incluir elementos desenfocados en primer plano) como en éste se trata de dar la idea de que hay algo más allá del plano que está enfocado/desenfocado y que se encuentra a cierta distancia.
Por cierto que si piensas que este consejo no es muy aplicable a móviles que sepas que estás equivocado porque sí se puede hacer con los smartphones; basta con situar al sujeto principal lo más alejado posible del fondo, poner el zoom al máximo y situarnos a la distancia mínima a la que nos permita enfocar el móvil.
Compara tamaños
Todo el mundo sabe que cuanto más cerca está un elemento más grande se ve, y cuanto más lejos más pequeño. Pero también sabemos que una roca es más pequeña que una montaña entera. Pero, si nos acercamos a una roca y la situamos en primer plano, puede pasar que la roca parezca incluso más grande que la montaña en la distancia, lo que ofrece una gran sensación de profundidad.
Esto lo podemos combinar con un desenfoque (como en la foto de arriba) o bien con una distancia focal corta, acercándonos lo más posible al objeto en primer plano para hacer que este elemento sea aún más grande y los elementos distantes más pequeños.
Busca patrones
La repetición de objetos, lo que en fotografía denominamos “patrones”, son una técnica recurrente a la que se le puede sacar mucho partido. Tiene muchas utilidades y una de ellas es ayudar a crear profundidad en las fotos si encontramos elementos repetidos que se alejen hacia el fondo de una imagen como la de abajo.
Como se puede comprobar, si tenemos un mismo elemento que se repite de manera prominente desde el primer plano hasta el fondo, esa repetición nos permite obtener ritmo en la imagen y una poderosa sensación de profundidad.
Utiliza marcos
Otra manera de obtener profundidad en una imagen consiste en enmarcarla dentro de algo. Puede ser a través de elementos buscados a propósito o encontrados por casualidad, pero es algo que permite (entre otras cosas) dirigir la mirada del espectador y, con ello, ofrecer sensación de tridimensionalidad.
Aprovecha las condiciones atmosféricas
Si hablamos de fotografía al aire libre siempre hay que tener en cuenta las condiciones atmosféricas, pero a veces éstas también son una forma simple y poderosa de dar profundidad a las imágenes. Hablamos de la neblina, un fenómeno que bien aprovechado ayuda a obtener un agradable efecto de capas en las montañas vistas desde la distancia que acaba ofreciendo una gran sensación de profundidad.
La neblina, que enfatiza el espacio entre las distintas montañas, y el contraste decreciente que ofrecen cuanto más lejos estén, permite un efecto muy atractivo que se puede potenciar aún más con el uso de una distancia focal larga.
Usa la luz en tu beneficio
Finalmente había que hablar de la luz, cómo no. La dirección y calidad de la luz permiten añadir tridimensionalidad a nuestras fotografías de una manera natural y visualmente muy atractiva. La luz lateral suave, por ejemplo, enfatiza la plasticidad de un elemento y hace que parezca que llega más lejos hacia el fondo.
Por otro lado, la luz permite revelar contrastes y texturas en las superficies de los elementos que aparecen en la imagen que también pueden ayudar a ofrecer la idea de que esos objetos pertenecen a un mundo tridimensional auténtico.