Este verano me he propuesto un objetivo: utilizar al 100% mi tableta gráfica. La tengo instalada, actualizada y nueva. Siempre me ha costado mucho trabajar con ella. Y según muchos maestros del Photoshop es una herramienta básica. Así que vamos a adentrarnos en el mundo de las tabletas gráficas y descubrir sus virtudes y sus problemas.
Empezamos hoy una nueva serie de artículos sobre el mundo de las tabletas gráficas. Vamos a conocer qué son, cuál elegiremos en función de nuestras necesidades y presupuestos y sobre todo cómo configurarlas para sacarles todo el provecho.
Y lo dice un zurdo convencido que usa el ratón con la mano derecha desde tiempo inmemorial. Tengo una Wacom (ya hablaremos de marcas) de la gama sencilla y precio económico. Nunca he probado una Intuos Pro pero he tenido la suerte de probar una Cintiq y una Huion, esas tabletas con pantalla. Aquí las cosas cambian y mucho, pero el precio es imposible para la mayoría de los usuarios.
Así que vamos a centrarnos en este mundo de control en principio más adecuado para la ilustración digital. No es tan sencillo como parece en un principio. Conozco a muchos fotógrafos que tienen, como yo, la tableta aparcada en un rincón del armario. Vamos a empezar.
¿Qué es una tableta gráfica?
Antes de empezar a divagar sobre lo divino y lo humano, conviene aclarar qué es una tableta gráfica. Como hemos señalado al principio es un dispositivo formado por un lápiz óptico y una superficie sensible sobre la que lo deslizamos.
Las tabletas gráficas son periféricos del ordenador que nos permiten controlar las herramientas de los programas que utilicemos y que son sustitutos de los clásicos ratones. Dicen que es fundamental para trabajar con Adobe Photoshop y que si quieres hacer algo bueno en el mundo del retoque fotográfico no eres nadie sin ellas.
Creo que son afirmaciones excesivas. No hay nada que por sí mismo te haga mejorar. Solo aquello a lo que te adaptes será clave en tu forma de revelar, fotografiar o vivir. Sinceramente creo que es más natural que el ratón para trabajar, pero exige un proceso de adaptación que muchos no somos capaces de superar.
El funcionamiento es muy similar al del ratón pero con la particularidad de hacernos sentir que estamos trabajando con un lápiz y un papel. Algo a lo que estamos acostumbrados desde pequeños.
Sinceramente creo que es más natural que el ratón para trabajar, pero exige un proceso de adaptación que muchos no somos capaces de superar.
Para hacer cualquier acción nos moveremos con el lápiz por la superficie de la tableta sin rozarla pero muy cerca de ella. Si la tocamos será igual que dar al botón izquierdo del ratón. Luego tenemos botones en el mismo lápiz o en la tableta que nos permitirán hacer lo mismo que el clic derecho.
La ventaja evidente es que si hacemos muchas selecciones, somos amigos de afinar las máscaras de capa y nos ha dado fuerte por el retoque con técnicas como la separación de frecuencias o el famoso dodge&burn, estos dispositivos nos permitirán trabajar con mucha más precisión porque estamos acostumbrados a pintar así, con el lápiz sujetado con los dedos y no mediante pulsaciones.
Qué tableta comprar
Aunque lo que voy a decir va contra mis principios, creo que, para empezar, lo más inteligente es comprar un modelo económico antes de gastar mucho dinero en modelos profesionales. Nunca sabes si te vas a adaptar a su uso y conviene ser precavido antes de gastar más de 200€ en algo que terminará cogiendo polvo con una alta probabilidad.
Si al final te sientes como en casa con ella puedes ir en un futuro a un modelo superior sabiendo que vasa disfrutar todas y cada una de sus ventajas, que no son más que más opciones y una mayor sensibilidad, algo que en un principio no se necesita.
En el mercado reina Wacom por encima de todas las marcas. Aunque las marcas chinas están ganando mucho terreno por sus precios agresivos. Hace tiempo pude probar una Huion y me sorprendieron los resultados. Los últimos problemas de Wacom a la hora de actualizar el firmware de sus tabletas ha hecho dudar mucho a sus potenciales usuarios...
Otro tema es el tamaño. En el mercado podemos encontrar dos o tres tamaños distintos: S, M o L. Creo que es más claro cuando lo expresan con la norma DIN para el papel. Porque las medidas textiles siempre pueden llevar a confusión.
A no ser que tengamos la suerte de poder comprar una tableta con pantalla, es más práctico trabajar con una pequeña, de tamaño cuartilla o DinA5. Nos cansaremos menos y ocupará mucho menos espacio en nuestra mesa de trabajo. No podemos olvidar que sustituye al ratón (muchos fotógrafos lo mantienen) pero el teclado sigue ahí.
Si podemos evitar cables todo quedará más limpio pero el precio subirá por la versión Bluetooth. Luego está el tema del lápiz óptico. Lo mejor es que no dependa de las pilas. Tengo uno para la tablet y cada poco tiempo tengo que cargarlo y no es nada práctico no poder usarlo cuando estás en medio de un trabajo.
Mi recomendación es clara. El modelo ideal para empezar a experimentar con estas cosas es la Wacom Intuos S. La tengo desde hace mucho tiempo (se llamaba de otra forma) y me permite ir a poco a poco hasta que al final de este verano sea totalmente mía... Entonces me pensaré comprar una más avanzada.
Desde luego que podemos ir a por otras marcas y modelos. Pero a fuerza de preguntar parece que la mayoría de los entrevistados apuestan por esta marca. Solo he podido probar la Huion de gama alta y alguna que otra de una marca conocida por sus teclados y ratones que no me convenció. Somos libres de elegir y probar, faltaría más.
Y hasta aquí la primera parte de esta serie en la que descubriremos cómo podemos trabajar con nuestras tabletas gráficas para mejorar nuestro rendimiento delante de los programas de edición.
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