Capture One es un programa que nació para trabajar con sesiones. Las primeras PhaseOne no tenían espacio para las tarjetas de memoria y adaptaron este sistema. Con el tiempo adoptaron los catálogos e introdujeron una opción que se ha convertido en una pesadilla para más de un fotógrafo. ¿Por qué tiene Capture One la opción Copiar al catálogo a la hora de importar?
Podemos trabajar de dos formas con Capture One: Sesiones o Catálogos. Son dos opciones de las que ya hemos hablado en otras ocasiones. Solo tenemos que elegir la que mejor se adapte a nuestra forma de trabajar. Si hacemos sesiones diarias y tenemos clientes distintos y no queremos mezclar nada las sesiones son la mejor opción, sin duda.
Pero si hacemos fotografías familiares, excursiones y viajes y queremos localizar cualquier fotografía de nuestro archivo en cuestión de segundos, sin tener que abrir mil carpetas, deberíamos apostar por los catálogos. Hay quien mezcla lo mejor de ambos mundos pero creo que es una forma de complicarse. Cada uno es libre de elegir.
Personalmente, por mi trabajo, siempre apuesto por los catálogos. Mis más de 150.000 fotografías (es una locura, lo sé) están organizadas perfectamente por su nombre y con sus palabras clave. De hecho el catálogo vino directamente de Adobe Lightroom con todas las palabras clave y los ajustes de revelado más básicos.
Pero si tienes que crear el catálogo desde cero en Capture One, o tienes que grabar fotografías nuevas, hay un problema, que ha tenido un alumno, que se ha convertido en una absoluta pesadilla. La solución no es fácil y si no vigilamos todos y cada uno de los pasos que tenemos que dar es fácil caer en el error.
De hecho, especialistas del programa piensan lo mismo que nosotros en este punto. La opción Copiar al catálogo no debería existir. Pero si es tu problema vamos a contar cómo solucionarlo. Eso sí, te adelantamos que no existe la opción automática.
El grave problema de la importación en Capture One
A la hora de importar nuestras fotografías al catálogo de Capture One desde nuestro disco duro tenemos que abrir la ventana de importación en el menú Archivo>Importar imágenes o en el botón Importar que encontramos en la parte superior izquierda.
Una vez abierta la ventana solo tenemos que seguir el orden de las pestañas que encontramos a la izquierda y listo. ¿De verdad? Desgraciadamente no es así. En Importar a tenemos tres opciones:
- Añadir al catálogo (sus archivos permanecerán donde están).
- Copiar al catálogo (sus archivos se copiarán en la estructura del catálogo).
- Copiar a carpeta (cuando las fotografías vienen de una tarjeta de memoria).
La primera es la opción más lógica y natural. Los archivos originales se conservan en su ubicación y se añaden al catálogo pequeñas copias para trabajar. Funciona exactamente igual que Adobe Lightroom. Las ventajas son muchas... podemos ir más rápido, el tamaño del documento es mínimo y todo fluye con absoluta normalidad incluso con un gran volumen de archivos.
La tercera opción es el único camino que tenemos para copiar las fotografías de una tarjeta de memoria al disco duro donde guardamos todo y añadir al catálogo.
Pero la segunda opción es la que provoca más problemas. Y la que sinceramente deberían eliminar o poner una ventana de aviso en el que caso de que la seleccionemos sin darnos cuenta. Hace una copia de los archivos originales y provoca un aumento de tamaño ingobernable en nuestro catálogo.
En un archivo de 60.000 fotografías, con unas 2.500 fotografías reveladas, un catálogo con la segunda opción marcada por defecto pesa más de 900 GB. Además son datos duplicados, por lo que un ordenador medio se llena en un abrir y cerrar de ojos.
Si quieres invertir la situación tienes que meterte en una nube de carpetas y encontrar dónde están situadas las fotografías. Y buscar muchos archivos es una labor demasiado laboriosa y mecánica. Y si quieres conservar los metadatos, es decir, todos los ajustes de revelado y palabras clave, es imposible.
La única solución
Después de consultar a otros compañeros al final la solución me la dio una de la mejores especialistas del programa. Para evitar perder los metadatos no queda más remedio que acudir a los archivos EIP de Capture One.
Los archivos EIP utilizan tecnología de compresión estandarizada para empaquetar todos los componentes necesarios en un archivo. En muchos artículos comparan este archivo con un ZIP. Y no es una mala comparación.
Si estamos con el problema que hemos contado, la única solución para no perder los ajustes de revelado es:
- Seleccionar todos los archivos que hemos revelado (a lo mejor los tenemos marcados con estrellas o por colores).
- Con el botón derecho pinchar en una de las fotografías e ir a Exportar>Originales.
- En la ventana que se abrirá elegimos la Ubicación de exportación, que es la carpeta donde guardaremos estos archivos para después meterlos de la manera correcta en un nuevo catálogo.
- En Nomenclatura podemos cambiar el nombre pero no es recomendable.
- En Opciones encontramos por fin la opción Exportar como EIP. La marcamos y de esta manera podemos salvar toda la información y pasarla al nuevo catálogo.
- Podemos mantener este nuevo archivo en el nuevo catálogo pero si deseamos ver el formato original de la cámara, simplemente lo marcamos y vamos a Imagen>Desempaquetar EIP. Y todos los metadatos estarán en su ubicación correcta.
Se tarda muy poco en hacer toda la selección y seguir los pasos, pero nos tendremos que armar de paciencia para exportar los archivos EIP a la nueva carpeta... Para 2.500 fotografías se tarda unas cinco horas.
La idea de Copiar al catálogo no tiene mucho sentido. Si queremos compartir todos los archivos con un tercero para que haga cambios puede que tenga utilidad pero no debería aparecer como opción dentro de la importación... El catálogo no va más rápido, ocupa mucho espacio... Es una especie de visualización 1:1 del catálogo de Lightroom con todos sus problemas y ninguna ventaja ¿Vosotros le veis alguna utilidad?
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