Después del atracón de bichos y flores que los amantes de la macrofotografía nos hemos dado durante la primavera y la primera parte del verano, llega lo más duro y caluroso de esta estación. Las flores silvestres se marchitan y los prados se agostan en casi toda la geografía española y en consecuencia, los insectos parecen desaparecer a excepción de las moscas, claro.
Si a este inconveniente le unimos el calor que hace durante casi todo el día y la luz tan fuerte que se produce con el sol tan alto, podemos decir que a los macrofotógrafos no nos queda más remedio que rememorar épocas más fructiferas tomando un refresco bajo una sombrilla.
Realmente para los que somos auténticos obsesos y no podemos pasar dos días sin salir de caza existe una solución bastante cómoda para esta época, la macrofotografía nocturna. Este tipo de fotografía nos permitirá hacer fotografías sin pasar calor y nos ofrece la oportunidad de fotografiar especies que, por sus hábitos casi exclusivamente nocturnos, nos sería dificil poder capturar por el día. Además podemos encontrar otro tipo de insectos diurnos que estarán poco activos ¿durmiendo? y nos darán más oportunidades a la hora de poder fotografiarlos. Otro punto a favor es la ausencia casi total de viento o brisa por la noche. La verdad es que después de ver lo buena que es la macrofotografía nocturna no se que hago todavía haciendo fotos de día.
Pero no todo van a ser ventajas, este método también tiene inconvenientes, el principal es la luz. Por una parte vamos a necesitar flash para todas las tomas y por otra vamos a necesitar una luz de ayuda para poder enfocar.
No estoy muy seguro de que esta mosca serpiente, Raphidiidae, sea de hábitos nocturnos, pero los dos únicos ejemplares que he visto han sido por la noche.
Supongo que habrá multitud de formas de actuar, os cuento como lo hago yo, ya que de momento me ha dado buenos resultados:
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Monto la cámara con el objetivo macro y el flash.
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Pongo una pequeña linternita en la parte frontal del objetivo, de forma que su cono de luz me permita enfocar con comodidad. Según el tipo de linterna que sea se puede adaptar con una goma elástica o con cinta adhesiva. Si escogéis este segundo método os aconsejo la cinta de carrocero, la que es de papel y se usa para pintar, sirve bien si la linterna es pequeña, es fácil de despegar y no deja restos de adhesivo.
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Con otra linterna voy iluminando plantas y ramas buscando modelos, que en seguida aparecen.
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Nos acercamos con cuidado y con la luz de ayuda encendida, enfocamos y disparamos. He observado que la mayoría de los bichos nocturnos son menos asustadizos que los diurnos, así que es probable que el éxito de nuestra sesión sea mayor.
Como veis es fácil y cómodo, así que os recomiendo que lo pongáis en práctica, que ya queda menos verano.
Saludos y suerte.
Fotos | Mario Ximénez
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