Lo hemos dicho mil veces: Ya puedes tener la cámara más moderna y reluciente que si no eres capaz de crear una buena composición lo más seguro es que la fotografía no sea buena. Y es que realmente la tarea de componer es quizá la cuestión más delicada a la hora de tomar una imagen así que ¿por qué no crear una lista de tareas para verificar que no nos olvidamos de todas las cosas que debemos tener en cuenta?
Eso es lo que se preguntó un principiante en una reunión a la que asistía Stacey Hill, una fotógrafa y bloguera neozelandesa que colabora habitualmente con la web Digital Photography School donde se propuso crear esa lista de pasos básicos a considerar a la hora de componer.
Una serie de pasos bastante extensos (mucho más que los cinco a tener en cuenta antes de disparar que os contamos) que repasan de forma bastante extensa todo el proceso y en principio son aplicables a todos los géneros. Eso sí, algunos de los pasos están muy vinculados a un tipo de fotografía en concreto. Sea como fuere, nos han parecido muy interesantes, sobre todo para principiantes, así que los compartimos (convenientemente traducidos y con aportaciones propias) con vosotros.
Antes de empezar
Lo primero que apunta la fotógrafa (y nosotros estamos de acuerdo) es que este listado no es para nada un conjunto de reglas que haya que seguir a pies juntillas, ni que no se puedan conseguir buenas fotos ignorándolo por completo. Ya sabréis que una de nuestras máximas es que hay que saberse las normas para poder romperlas y este es un caso más en el que se puede aplicar.
De cualquier manera, es evidente que tener una relación escrita de los pasos a dar, en orden y de forma que puedas ir chequeándolos (o, simplemente, acudir a ellos en caso de duda) nos parece una buena idea. Por supuesto, algunos de los pasos incluidos pueden parecer muy obvios, pero empezar por el principio siempre es lo mejor, y nunca está de más recordar ciertas cosas.
Así, el siguiente listado está abierto a que lo uses como te venga bien, te saltes los pasos que consideras absurdos y lo adaptes al género que más practiques. Además, también os invitamos (tal y como hace la autora) a que los reinterpretéis a vuestro antojo, lo adaptéis a tu forma de hacer fotos y, si os resulta útil, lo llevéis en un papel dentro de vuestra bolsa fotográfica.
Lista de los pasos para una buena composición
1. ¿Está nivelado el horizonte?
Parece algo extremadamente evidente pero, como decíamos, es un error que se repite más de lo que cabría pensar (es un hecho que se pueden ver muchas fotos en Internet que no cumplen esta sencilla regla, sea por dejadez o desconocimiento). Se trata de un error en el que parece fácil no incurrir, y además se puede corregir con cierta facilidad en el postprocesado, pero es un problema gordo si caemos en él.
Porque un simple horizonte desnivelado llama rápidamente la atención del espectador descentrándole de lo importante. Así que lo primero es tomarnos el tiempo necesario para estar seguros de que la cámara está bien nivelada, sobre todo si vamos a grabar un vídeo o realizar un timelapse, situaciones en las que la edición posterior no es una buena solución.
2. ¿Hay un elemento principal claro y fuerte?
Este es otro consejo básico aunque se preste más a la interpretación. Incluir en la toma un elemento que sea claramente el protagonista, que atraiga la atención última del espectador y dé sentido a la foto es la recomendación habitual para una composición adecuada.
Pero eso no quita que una buena foto no tenga este sujeto o haya varios que compitan por la atención. Sin embargo, sí que suele ser necesario que haya algún elemento que destaque so pena de componer una imagen anodina y sin mucha fuerza.
3. ¿Hay elementos que distraen en los bordes?
Una vez decidido lo anterior, hay que fijarse en posibles elementos que distraigan o, de alguna manera, se hayan “colado” en la composición sin aportar nada. Y empezaríamos con posibles cosas que aparezcan en la periferia de la imagen, osea cerca del marco.
Es bastante frecuente que, al componer la imagen, estemos muy concentrados en el elemento protagonista y no nos fijemos en lo demás, o al menos no lo hagamos con la suficiente atención. Así, una vez hemos comprobado los dos pasos anteriores, es recomendable recorrer los bordes de nuestra composición en busca de esos elementos que estorban y, o bien eliminarlos, o bien pensar si no podríamos colocarlos mejor para evitar distracciones.
4. ¿Es adecuado el fondo?
Una vez comprobada la periferia de la imagen, hay que fijarse en la parte trasera, es decir en el fondo. De la importancia de cuidar el fondo de las fotos ya os hablamos extensamente hace poco como un elemento que puede parecer secundario pero para nada lo es.
De hecho, un fondo mal elegido, con elementos que distraigan de lo fundamental o, simplemente, no ayuden a la idea que tengamos al hacer la foto, puede ser muy perjudicial. Así que hay que tomarse el tiempo suficiente para evaluar si el fondo es el más adecuado y, si no es así, tratar de cambiarlo de la forma que sea.
5. ¿Está limpio el primer plano?
Y con lo anterior no hemos acabado con la necesidad de revisar posibles objetos que distraigan. El último paso propuesto en relación a ello es chequear que no hay elementos discordantes en el primer plano de la imagen. Es decir, en lo más cercano a nosotros y que, normalmente, suele estar situado antes que el sujeto principal.
Esto sobre todo se refiere a tomas de paisaje o realizadas en la naturaleza, donde suelen “colarse” hojas o ramas en la parte delantera que no siempre ayudan a la composición. Como en el caso anterior, debemos detenernos a pensar en este aspecto y asegurarnos de que el primer plano de la imagen no distrae, algo que puede ser aplicado a todos los géneros fotográficos.
6. ¿Hay otros elementos discordantes?
Una vez comprobado que no hay nada que distraiga la atención de manera gratuita es hora de centrarse en la posición de las personas o el sujeto principal. Se trata de asegurarnos de que en la imagen no haya una farola o un árbol que salga por detrás de su cabeza, o de que los protagonistas aparezcan sin brazos, piernas, manos, pies… (no digamos cabeza) porque los hemos cercenado de forma torpe.
Claro que esto no es lo único a tener en cuenta, también hay que fijarse en que los sujetos no miren a un lugar inadecuado, a que no haya aire en demasía o que no haya una sombra que caiga sobre el protagonista haciendo que no se vea su rostro. Hay mil ejemplos, y el fotógrafo debe tenerlos en cuenta tomándose el tiempo necesario para que todo funcione.
7. ¿Mira todo el mundo a cámara?
Se trata seguramente del paso más específico de todo el listado ya que se aplica básicamente a fotografía social y de retratos grupales. La idea, como ya has adivinado, es que si se hace una foto a un grupo de personas hay que asegurarse de que todos están mirando a tu cámara.
Seguro que has visto cientos de fotos grupales de bodas en las que cada persona miraba a un lado, algo que causa una cierta extrañeza en la imagen y, desde luego, no ayuda a la composición. Así que, si quieres que tus fotos de este tipo sean buenas, asegúrate de establecer contacto visual con todos los retratados mediante algún truco o estrategia.
8. ¿Estás usando el ángulo correcto?
Con posición nos referimos a la altura y el ángulo de la cámara que, como podrás entender, deben ser adecuadas a la composición. Es un consejo muy común en fotografía de niños y/o animales, donde es importante ponerse a la altura del sujeto fotografiado.
Se trata de otro consejo habitual en estas páginas, donde siempre indicamos la necesidad de buscar el punto de vista más adecuado para cada toma, lo que no siempre es el que tenemos de pie desde nuestra altura. Por eso, hay que agacharse, moverse a derecha o izquierda o subir a algún lado, siempre buscando el ángulo más apropiado para cada ocasión.
9. ¿El enfoque es el adecuado?
De la importancia de enfocar correctamente no debería hacer falta hablar, porque está claro que es algo que puede arruinar una buena toma. Como ya sabréis, en el caso de personas y animales lo habitual es que el enfoque se realice en los ojos, sobre todo si están mirando a cámara, pero ciertamente en determinadas ocasiones no es fácil conseguir que el foco esté en el lugar adecuado.
Así que además de aprender a enfocar correctamente, y lograr que ninguna toma se nos escape por no estar atentos o ser lo suficientemente diestros, ante una composición deberíamos detenernos (de nuevo) el tiempo suficiente para considerar cuál es el lugar donde debemos enfocar y qué profundidad de campo interesa que tenga la foto.
10. ¿Conviene la Regla de los Tercios?
Seguramente la regla más conocida y aplicada en fotografía puede ser una buena ayuda o encorsetar nuestra creatividad. Es una regla fácil de recordar y de aplicar y, si tienes dudas al componer, te puede ayudar a crear una imagen más dinámica o a dirigir la mirada del espectador hacia el lugar adecuado (si la empleas bien, claro).
Por eso, cuando estemos componiendo tenemos que pensar si sería conveniente aplicar la Regla de los Tercios o no. Si ves que se puede aplicar y hace que la composición sea más interesante, adelante con ella; si no veas que aporta nada, o no encuentras elementos que se puedan situar en sus líneas o puntos fuertes, simplemente ignórala.
11. ¿Se aprecia la dimensión de la escena?
Otro paso que es aplicable básicamente a un tipo de fotografía, la de paisaje. En muchas ocasiones, cuando vemos una fotografía de un amplio paisaje montañoso es difícil hacerse una idea de las dimensiones del lugar y el resultado es una imagen sosa o carente de interés.
El problema es que este tipo de fotos carecen de un elemento que permita al espectador hacerse una idea de la escala del lugar, algo que ayuda a apreciarlo de mejor manera. Una posible solución para ello es incluir a una persona dentro del paisaje, normalmente en primer plano, que aporte ese elemento de escala.
12. ¿Cómo se va a leer la imagen?
Aprender a dirigir la mirada del espectador es otra de las tareas esenciales que tiene el fotógrafo a la hora de crear una composición armoniosa. Gracias a ello podemos “atrapar” el ojo de quien mira y conducirle a través de la imagen de acuerdo a lo que queramos transmitir con la fotografía.
No es algo sencillo, pero sí que debemos tratar de anticipar, tratando de conseguir que la fotografía sea leída de una determinada forma de manera que los distintos elementos dispuestos en ella sean vistos con un cierto orden.
13. ¿Estás usando la óptica adecuada?
Seguramente ya sabes de sobra que los distintos tipos de objetivos dan como resultado un ángulo de visión y perspectiva distinta según su distancia focal. Y también deberías saber que no todos son adecuados para cualquier toma (por ejemplo un retrato es mejor hacerlo con un tele que con un gran angular).
Así que otro punto a considerar es si la óptica que estás utilizando en cada momento es la más adecuada o si no sería interesante cambiar a otra (si es que es posible). Por supuesto, esto no quiere decir que debas usar siempre las lentes más tradicionales para cada género (la creatividad nunca debe coartarse), pero al menos sí hay que planteárselo.
14. ¿Puede ser más sencilla?
Estamos terminando pero no podemos dejar de hablar de algo relacionado con los principios esenciales de composición entre lo que la autora destaca la necesidad de “aligerar” la composición al máximo. Ciertamente, la sencillez es una buena norma a la hora de componer, porque ayuda a hacer fotografías que resultan más agradables al espectador.
De hecho, un error que comenten muchos principiantes es incluir demasiados elementos en una fotografía haciendo que ésta resulte abarrotada, confusa y/o desordenada. Por eso, al componer debemos tener presente aquello de que “menos es más” y eliminar elementos que realmente no sean interesantes.
15. ¿La imagen es nítida?
Terminamos con una pregunta que vamos a contestar con otra ¿realmente quieres que lo sea? Piensa que no todas las imágenes deben ser 100% nítidas, que no es en absoluto una obligación y que, como ya hemos dicho, la creatividad es primordial. En cualquier caso, es una última cuestión que debes considerar.
Una vez lo hagas, deberías tener claro si vas a buscar una profundidad de campo grande o no, o si vas a ajustar la velocidad de forma que haya trepidación con el fin de lograr una sensación de movimiento en la imagen. Hay fotógrafos que piensan que las imágenes deben buscar la máxima nitidez pero la autora de este listado (y nosotros) creemos que sólo es una opción creativa que debes decidir por ti mismo.
Conclusión
Y con esto hemos acabado con esta lista de los pasos fundamentales que hay que dar para crear una buena composición. Es evidente que se pueden haber escapado cosas así que, como siempre, además de esperar que os sea útil, os animamos a completarla con vuestras aportaciones. Además, dado que el artículo es largo, os incluimos a continuación la lista completa por si la queréis apuntar para llevarla en vuestras salidas fotográficas.
Listado de pasos básicos para una buena composición:
- ¿Está nivelado el horizonte?
- ¿Hay un elemento principal claro y fuerte?
- ¿Hay elementos que distraen en los bordes?
- ¿Es adecuado el fondo?
- ¿Está limpio el primer plano?
- ¿Hay elementos discordantes?
- ¿Mira todo el mundo a cámara?
- ¿Estás usando el ángulo correcto?
- ¿El enfoque es el adecuado?
- ¿Conviene la Regla de los Tercios?
- ¿Se aprecia la dimensión de la escena?
- ¿Cómo se va a leer la imagen?
- ¿Estás usando la óptica adecuada?
- ¿Puede ser más sencilla?
- ¿La imagen es nítida?
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