Regresamos después de una ausencia motivada por un mes de viajes para continuar en Xataka Foto con nuestro periplo fotográfico viajero. Hace unas semanas recorrímos algunos rincones de la fotografía a través de las gentes y rostros que nos encontramos en nuestras escapadas.
Hoy partiremos hacia paisajes lejanos y también cercanos, donde la naturaleza se convierte en el escenario de nuestras fotografías. Selvas, desiertos, montaña, playas...
Aún así y siendo sincero, reconozco que últimamente encuentro más atractivo el captar instántaneas de las personas, de la actividad normal de los ciudadanos, de su entretenimiento en sus quehaceres diarios que los paisajes aislados. Sin embargo, en estos últimos podemos encontrar imágenes de una belleza sorprendente.
La luz, siempre la luz. Esa compañera inseparable de las fotos, esa compañera imprescidible en el pasaje desde el exterior hasta la lente de nuestro objetivo. La luz puede cambiar lo que nos evoca un paisaje, un instante.
En la anterior fotografía, además del indudable paisaje bucólico, la luz llena cada rincón y le otorga una fuerza única a la imagen. Se produce un contraluz interesante que acentúa los tonos amarillos, silueteando las palmeras y rocas en este paraíso que es la isla de Fernando de Noronha, Brasil.
Como siempre se suele recomendar, es mejor evitar las horas de luz plana, los mediodías. Las primeras horas de la mañana y las últimas del día nos ofrecerán mejores momentos para fotografiar. Es un consejo sencillo, pero particularmente lo considero fundamental.
En otras ocasiones, como en este paisaje de dunas de la costa de Namibia, las nubes que dificultan justamente el paso libre de la luz, nos regalan un efecto interesante de intensidad de cielo.
El gris se enfrenta a la claridad del color claro de las dunas. Si podéis utilizar un filtro polarizador para las fotografías de paisajes conseguiréis tonalidades de cielos espectáculares.
En ocasiones desde mi humilde punto de vista, hay paisajes que por sí solos ofrecen imágenes increibles. Ni técnica, ni trucos, el paisaje llena el objetivo de nuestras cámaras en un momento único y nos regala una instantánea como por ejemplo la siguiente:
Estas vistas de las Cataratas de Iguazú desde el lado argentino, no importa tanto con qué cámara las fotografiemos, sino que el simple hecho de estar en este lugar tan especial ya nos ofrece una imagen bella.
Viajar sin duda nos permite encontrarnos ante paisajes sobrecogedores, desde la soledad de los desiertos a la majestuosidad de la montaña. La luz y las sombras, los cielos cargados listos para descargar tormentas, los bosques y las selvas. Innumerables visiones de este planeta que se presentan ante nuestras miradas sorprendidas, listas para ser captadas por nuestras cámaras fotográficas.
Imágenes | Víctor Alonso
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