En una cámara, la distancia focal de brida es el espacio entre la montura del objetivo y el sensor, determinando asimismo el ángulo de impacto de la luz sobre una superficie fotosensible. Su importancia es mayúscula cuando tenemos en cuenta la batalla entre réflex tradicionales y cámaras sin espejo, y por eso vamos a hablar sobre lo que es y su importancia en el diseño de un sistema fotográfico.
Ángulo de impacto de la luz sobre el sensor
Principalmente, la distancia focal de brida hace referencia al ángulo con el que la luz llega al sensor. Es decir, cuanto mayor sea la distancia focal de brida, más 'recta' llega la luz al sensor. Cuanto menor sea, más oblicua llegará la luz a las esquinas comparado con el centro.
A continuación podemos ver un ejemplo gráfico. En el diagrama A vemos cómo la luz pasa por el objetivo y llega al objetivo de una DSLR cuya distancia focal de brida es 44 milímetros. No se observa una gran diferencia entre el ángulo al que llega la luz en el centro respecto a las esquinas. En el diagrama B, sin embargo, vemos que la distancia focal de brida de una mirrorless es mucho más escueta: 18 milímetros. Esto provoca que el objetivo tiene que deformar la luz y hacer que llegue de forma muy oblicua en las esquinas con respecto al centro. En el diagrama C vemos el mismo diagrama que en una mirrorless pero disminuyendo el tamaño del sensor hasta un APSC, consiguiendo un ángulo de incidencia mucho más uniforme que en una mirrorless de formato completo.
Cuerpos más pequeños, objetivos más grandes
No podemos huir de la física. Si queremos transmitir la luz de la forma más uniforme posible para conseguir que la mayor superficie fotosensible recopile información de calidad, debemos transmitirla con un ángulo lo menos oblicuo posible.
La distancia focal de brida nos viene a decir que cuanto más pequeño sea el cuerpo de una cámara, más grande será el objetivo, el cual tiene que compensar el recorte en la distancia focal de brida con un esquema óptico más complejo y unas dimensiones y peso mucho mayores. Es por eso que las cámaras sin espejo no son realmente más pequeñas que una réflex cuando hablamos de sensores de formato completo y objetivos profesionales.
Cuando hablamos de sensores APSC la cosa cambia, y mucho. El sensor es más pequeño y la distancia de brida para conseguir una buena transmisión puede ser menor de esos 44 milímetros. Asi, es posible reducir el tamaño de los equipos a cambio de una calidad prácticamente idéntica. En el sector profesional esto no ha ocurrido por la falta de soluciones a este problema, pero es posible que esta situación mejore en el próximo lustro gracias a sensores curvos o a objetivos construídos con nuevos materiales.
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