En la primera parte de esta pequeña guía para introducir a los niños en el mundo de la fotografía vimos algunos consejos básicos para que los más pequeños den sus primeros pasos con una cámara de fotos entre las manos.
En esta segunda entrega vamos a ver unos cuantos consejos sobre cómo actuar con ellos y con sus fotos una vez hayan comenzado a fotografiar. Algo que es importante tener en cuenta si queremos que su incipiente afición perdure en el tiempo.
REVISA SUS FOTOS CON ELLOS
No dudes que para ellos es muy importante que prestemos atención a su trabajo. Procura que tus comentarios siempre sean positivos. Son niños, no queremos convertirlos en Ansel Adams, sino sólo fomentar e incentivar su posible interés por la fotografía. Ya habrá tiempo para explicarles conceptos abstractos que les ayuden a mejorar.
Cuando te muestren sus fotos escucha sus porqués, entra en su mundo y lee entre líneas su discurso. Sabrás qué es lo que les llama la atención, cómo lo abordan y tendrás nuevas armas para estimularlos.
Es importante que, de entrada, no les des una tarjeta de memoria demasiado grande. Con que puedan disparar 40 ó 50 fotos es suficiente. Es un número interesante para sacar una conclusión acerca de cómo afrontan las fotos: ¿son todas exactamente iguales? ¿muestran diferentes aspectos de su vida?
La respuesta a estas preguntas nos ayudará a descubrir su concepción del uso de la fotografía. En cualquier caso piensa que la se trata de un arte y, por tanto, tiene una fuerte carga de subjetividad.
Si observas que una tarjeta pequeña es una limitación para el pobre niño, cámbiasela por otra más grande.
SALID DE EXCURSIÓN PARA HACER FOTOS
Cualquier sitio es bueno: un parque, el bosque, la playa, etc. En cualquier lugar encontraremos muchos elementos que les puedan llamar la atención a la hora de fotografiar.
Esta situación se puede aprovechar para ampliar los horizontes fotográficos del niño. Si es de los que hace todas las fotos de lo mismo podemos invitarle a que trate de enseñar con sus fotos diferentes detalles del lugar.
Si no quiere no pasa nada, no conviene presionarlos y que se agobien, es un hobby. Recordemos que no queremos crear a un émulo fotográfico de Marisol.
CRÉALES UN “UNIVERSO FOTOGRÁFICO”
Comprender que, en cierto modo, vivimos en un mundo lleno de imágenes les hará mirar de otra manera la fotografía. Facilítales el acceso a libros infantiles con fotografías y míralos con ellos. Trata de que sean conscientes de las fotografías del libro.
Navega por internet con ellos antes de ir a algún sitio y mirad fotos juntos del destino. Le gustará y, en cierto modo, ya estará pensando en fotografía.
Llévalos a exposiciones fotográficas sobre temas que les puedan gustar y entender y muéstrales que hay gente que se dedica profesionalmente a la fotografía, que expone, que viaja sólo para fotografiar, etc.. Que se fijen también en cómo quedan las fotos fuera de la pantalla del ordenador. Los marcos, las luces…
Comenta con ellos las fotografías que veis juntos en términos que pueda entender.
AYÚDALES A QUE DISFRUTEN DE SUS FOTOGRAFÍAS
Enseñar sus fotografías a sus amigos y parientes les encantará. Al fin y al cabo también hay niños que le cantan la última canción de Melody a las visitas, ¿no?
Permíteles que lo hagan, dentro de un orden, ya que no queremos que la gente odie la fotografía :)
Otra cosa que les gusta mucho es ver sus fotos en papel. Que las puedan colocar en álbumes, pegarlas en la nevera o en su habitación y, en definitiva, manejar, les haré entender que el acto fotográfico no termina al pulsar el botón y que hay muchas formas de disfrutar de la fotografía.
Esperamos que con estos consejos hayáis logrado algún resultado. De no ser así no forcéis demasiado la situación, pueden cogerle aversión a la fotografía. Es mejor esperar una temporadita y volver a intentarlo que presionarles.
¡Suerte!
Foto de cabecera | Andy Hay
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