Fotografía de Waxy
Continuamos con el especial sobre fotografía callejera, y ahora nos metemos de lleno en faena, con algunos consejos técnicos que nos pueden ser muy útiles para mejorar, profundizar o conocer algo más sobre cómo afrontar técnicamente este tipo de fotografía.
Y lo primero es volver a incidir en el hecho de que la fotografía callejera se presta como pocas a romper las reglas. Es decir, a huir de las normas habituales que suelen ayudar a lograr buenas instantáneas. Por la dificultad intrínseca que tiene, no resulta fácil lograr una composición perfecta, exposición correcta o la nitidez adecuada. Por lo que se admite una mayor tolerancia en posibles errores o defectos de la imagen, siempre y cuando el resultado de la instantánea lo justifique.
Y es que en esa búsqueda del momento decisivo, de esa situación que se produce en una centésima de segundo, o el gesto de un viandante que se produce ante nuestros ojos, la velocidad y la premura son esenciales para capturarlos. Para afinar mejor es muy necesario conocer bien el equipo fotográfico que manejamos, es decir, dominar nuestra cámara en los aspectos básicos para poder disparar fotos sin pensar con unos resultados apreciables.
Para poder realizar fotografías tan rápidas y sin preparación alguna, es necesario tener dispuestos algunos parámetros de la cámara, ya sea compacta o réflex. Lo que nos ayudará y facilitará la labor en gran parte de las situaciones.
Algunos consejos técnicos:
Puesto que las condiciones de luz en la calle son absolutamente variables (luces, sombras, reflejos, destellos, contraluces,...) es necesario, en primer lugar, conseguir un buen enfoque. Para lo cual se hace necesarias dos cosas: tener preenfocado el objetivo (en el caso de las réflex podemos usar el enfoque manual, y en las compactas al menos el punto de enfoque si lo permite), y complementariamente es necesario usar una apertura de diafragma pequeña (f/8, f/9, f/11,...) que nos asegure una amplia profundidad de campo para no dejar al sujeto o protagonistas de la escena fuera de foco.
Esto conlleva como consecuencia, que tendremos dificultad para exponer adecuadamente si hay poca luz, además de no poder disparar a una velocidad alta si queremos congelar la acción. Por ello, la solución es usar (sin temor) un valor ISO alto. Hay que perderle el miedo, porque es mejor tener una foto con ruido (que se puede mitigar con el post procesado) que no tenerla. Así que podemos utilizar con total libertad valores como ISO 800 o más alto. Si disponemos de estabilizador, ya sea en el cuerpo o en el objetivo, nos será de mucha utilidad en este sentido.
En cuanto a la medición del exposímetro de la cámara, se puede recomendar usar la puntual o la ponderada al centro, pero claro siempre y cuando tengamos los segundos necesarios para medir previamente, sino es así, pues nos olvidamos y usamos la matricial, que en muchos casos puede valer.
Uso de flash: no es lo más recomendable, ya que si disparamos de cerca, no gustará a la gente que les deslumbremos en sus narices. Aunque hay excepciones, como Bruce Gilden, un verdadero ejemplo de uso temerario del flash con resultados muy notables y parece que poco negativos en cuanto a su aceptación por parte de los transeúntes.
¿Qué objetivo usar?
En esto también podemos afirmar la máxima que no existe una regla establecida. Si bien es cierto que lo más apropiado y el uso más extendido es el de un angular de 28 mm, 35 mm o incluso 50 mm. Aunque ello nos obliga a disparar muy próximos al sujeto o al motivo. Los más puristas afirman que usar el teleobjetivo en la fotografía callejera es de cobardes, pero si bien es cierto que en ciertas circunstancias, si usamos una focal corta nos obliga a estar muy encima del escenario y nuestra presencia puede romper o distorsionar la situación o el momento.
Así que es justo señalar que se puede usar cualquier tipo de objetivo. Un zoom nos permite versatilidad en muchas circunstancias, pero lo habitual y más extendido en este tipo de fotografía es una focal fija. Suele dar más calidad de imagen, y sobre todo nos obliga a movernos, a buscar el punto de vista adecuado y no ha convertirnos es fotógrafos “perezosos”. Aunque en la fotografía callejera, se entiende de por sí, que nos estamos moviendo, buscando las mejores situaciones.
Para terminar, tan sólo señalar que es útil activar el disparo en ráfaga (tiene sentido en las réflex), así nos aseguramos que podemos captar el momento decisivo, sin que se nos escape nada por una décima de segundo.
En una próxima entrega abordaremos otros consejos, más prácticos y que nos pueden ayudar a sabe abordar la fotografía callejera.
Fotografías | Waxy, Vasilikos y nycslacker
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