Desde el boom digital sobre todo, casi todos nos dedicamos a disparar en color, y si acaso ya pasaremos algunas fotos – o alguna sesión entera – a blanco y negro posteriormente, desde el ordenador. Esto me parece la manera más lógica e inteligente de proceder, ya que a descartar información (de color) siempre hay tiempo en la post-producción pero al revés no podemos inventarnos los colores si no los hemos registrado. Aunque si disparáis en RAW este problema no existe y podréis configurar vuestra cámara tranquilamente en modo blanco y negro si es lo que buscáis, la previsualización – y el JPG en caso de haberlo – se verá sin color pero el fichero crudo contendrá también la información de color, por supuesto.
Pero a lo que iba, es que antiguamente sólo existía la fotografía en blanco y negro, al menos de forma extendida, y cuando llegó el color, muchos de los grandes fotógrafos – en especial los grandes documentalistas – que ya dominaban perfectamente esta disciplina dieron un paso más, se pasaron al color para seguir haciendo exactamente lo mismo, bueno lo mismo pero en color, claro. En ese momento, se dieron cuenta de que ahora el nuevo lenguaje fotográfico tenía una dimensión más, un factor de importancia crítica que también nos habla de significado, sentimientos, sensaciones… y había que aprender a usarlo de manera eficaz, intencional e inteligente, como ya sabían hacer con la luminosidad.
Miguel Ángel Ordóñez nos daba esta misma semana unos interesantísimos consejos sobre el difícil arte de manipular el color. Para continuar con el tema, hoy os propongo unas sencillas fórmulas de utilización del color que harán que nuestras fotos funcionen bien cromáticamente, y que recuerdo recientemente de un gran profesional de nuestro país como es Tino Soriano, aunque la mayoría de ellas ya vais a ver que son bien conocidas por la comunidad fotográfica así que tampoco son ningún descubrimiento.
Como sabéis, el color puede aportar muchísima información a nuestras fotos – incluso demasiada en algunos casos – y su uso permite principalmente controlar la profundidad:
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Tonos cálidos: cerca.
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Tonos neutros: medio.
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Tonos fríos: lejos.
(los grises no afectan, en este sentido)
A continuación vamos a ver algunos ejemplos de esas fórmulas de uso del color que deberemos tener en cuenta a la hora de buscar nuestras composiciones.
<h2>Gamas acordes</h2>
Como en esta fotografía donde tenemos turquesas, verdes y amarillos, pero todos dentro de esa franja de color no muy amplia y verdosa:
Foto de Gonzalo Rotondaro
Otro ejemplo más cálido, además más fácil de encontrar pues la naturaleza sabe cómo combinar los colores:
Foto de Javier López
O en esta otra en la que predominan los tonos fríos, azul y turquesa:
Foto por edu cifuentes
<h2>Colores complementarios: azules y amarillos, rojos y cianes, verdes y magentas</h2>
He aquí un ejemplo perfecto y que además, los expertos en macrofotografía suelen utilizar muchísimo, en este caso el clásico magenta sobre fondo verde:
Foto de Pranav Yaddanapudi
Azul y amarillo, llegando prácticamente a los primarios puros, fijaos sólo la mancha de color al primer golpe de vista desde lejos ya nos funciona:
Foto por Naama ym
Otro ejemplo de una buena combinación de colores complementarios, en este caso aplicado al paisaje. Fijaos que no siempre tienen que ser exactamente complementarios para funcionar bien, aunque yo diría que sí que es verdad que cuánto más nos acerquemos al complementario exacto más potencia de color tendrá la imagen, como vemos en la anterior:
Foto de ibzsierra
<h2>Color dominante</h2>
Poco hay que explicar de este método, y es que cuando un color predomina ampliamente sobre el resto de gamas cromáticas dentro de la imagen suele quedar bien, como en este caso en el que la pared roja del fondo ocupa la mayor parte de la foto frente al blanco del pasamanos y la chica:
Foto de alfonso bernal. Modelo: Patricia Toledo
Incluso cuando llegamos casi al extremo monocromático:
Foto de Jorge Soto
O llenamos completamente el encuadre con ese color, aunque siga sin ser un filtro monocromático:
Foto de Javier Salazar
<h2>Cálido y frío: delante y detrás, respectivamente</h2>
Una técnica tan simple como utilizar de manera lógica los colores, los tonos cálidos en la cercanía y los fríos a lo lejos, como en este caso el cielo:
Foto de Carlos Figueroa
Otro ejemplo, un poco más abstracto pero que juega con lo mismo, ese contraste de frío y cálido y las distancias:
Foto de guillermo guijarro
Y también podemos hacerlo más sutil, pero si os fijáis también bebe de la mista estrategia de color:
Foto de Miguel Aguilar
<h2>Un toque de rojo: delante, un elemento o en medio de todo lo demás</h2>
Seguro que lo habéis escuchado alguna vez, pero es que es así, es psicológico. Si una foto no te acaba de funcionar, repítela poniéndole un toque de rojo:
Foto de Juan David Fuertes
También tiene mucha fuerza, por ejemplo, cuando hay un elemento de este color, especialmente si está delante, en primer término (refiriéndome a la distancia):
Foto de Jon Oakley
Si además lo colocamos en medio toda la fotografía girará en torno al elemento rojo:
Foto de sindrome coleccionista
El rojo destaca siempre sobre todos los demás colores y por eso funciona muy bien para dar ese “toque” que remate la imagen, pero yo personalmente creo que conseguimos un efecto parecido también con otro color siempre que destaque lo suficiente sobre el resto de la gama cromática de la imagen (de ahí que funcione también el truco del tan de moda “color cut-out”):
Foto de carles palacio
<h2>Multicolor</h2>
Si bien esta última estrategia es muy difícil de compensar, cuando lo conseguimos funciona de una manera increíblemente potente, como es el caso de la fotografía de cabecera de este artículo o esta otra:
Foto de Andreanna Moya
En algunos casos, la armonía multicolor nos vendrá dada por el propio motivo, así que lo único que deberemos hacer es estar atentos y buscar un encuadre que lo favorezca:
Foto de Matt Gillman
Un mismo objeto – o muy parecido – en diferentes colores le dará todo el protagonismo precisamente a eso, a los colores de nuestra foto, pero no significa que nos tengamos que quedar en los típicos lápices de colores u otros elementos pequeños. Fuera del mundo del bodegón y la macrofotografía también podemos jugar con esto y a veces las cosas más grandes y que más difícil nos puede parecer juntar para meter en nuestra cámara pueden ser también muy adecuadas, es cuestión de buscar un buen punto de vista:
Foto de jangkwee
Por último, tened en cuenta un consejo que seguro que ya habéis leído o escuchado antes y es que las mejores fotografías en color suelen tener tan solo dos colores (o tonos).
En Xataka Foto | El difícil arte de manipular el color
Foto de cabecera | David Blaikie
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