Estos son los pasos básicos a dar para conseguir una buena fotografía de paisaje

Es uno de los géneros más populares, ampliamente practicado por muchos fotógrafos porque lo tenemos cerca y nos permite obtener espectaculares imágenes. Pero, ¿tenemos claros los pasos a dar a la hora de enfrentarnos a este tipo de tomas? Si eres novato, y quieres iniciarte en esta disciplina, te ofrecemos una especie de guía con los pasos a seguir para lograr buenas fotos de paisaje.

Que quede claro que el artículo está dirigido básicamente a los aficionados que empiezan, para los que vamos a ir recopilando los diversos aspectos que tienen su importancia a la hora de hacer una de estas fotos, desde la planificación y la búsqueda del mejor sitio hasta los aspectos técnicos que conviene elegir. Así que, sin más vamos a ello paso a paso.

La planificación

Una buena fotografía de paisaje suele empezar mucho antes de coger la cámara, planificando un buen lugar donde hacer fotografías. Por supuesto eso no quita que, en una salida por otro motivo, nos encontremos una buena toma y la hagamos, pero en principio vamos a suponer que estamos pensando en salir específicamente a hacer fotos.

Pues bien, lo primero que vamos a hacer es pensar qué es lo que queremos conseguir y cuál podría ser el lugar más adecuado para ello. Una vez lo tengamos claro, será el momento de pensar también en la mejor hora para realizar la toma. Todo dependerá de lo que queramos conseguir claro, pero evidentemente es mejor evitar las tomas al mediodía y a pleno sol (aunque no las rechacemos totalmente).

Normalmente es mejor buscar momentos en los que el sol no esté en lo alto del cielo y sus rayos no lleguen perpendicularmente, como los amaneceres y atardeceres, aunque si tenemos claro el lugar habrá que decidir cuál de ellos nos conviene más dependiendo de por donde salga y se ponga el sol.

Eso hablando de que estemos en verano, porque si pensamos en otras épocas del año tendremos que estar pendientes de la meteorología para adaptar nuestros planes. En ese caso, aparte de tener claro que no es necesario que haga buen tiempo para hacer buenas fotos, será buena idea estar pendiente de las aplicaciones sobre climatología que pueden ayudarnos a planificar nuestras salidas.

Preparando el equipo

Un vez tenemos claro el punto anterior, llega la hora de preparar la bolsa o mochila fotográfica con cuidado de que no nos falte nada. Por supuesto ni que decir tiene que no debe faltar nuestra cámara, sea la que sea (en principio lo aconsejable una réflex o sin espejo), ni un objetivo. Respecto a este, normalmente asociamos la foto de paisaje con los grandes angulares, pero ya os contamos que tampoco hay que desechar el uso de un teleobjetivo.

En cualquier caso, como estamos hablando de principiantes, nos bastará con el típico objetivo de kit (el denominado pisapapeles) que viene con las cámaras y que abarca desde un angular hasta un tele moderado. Además, como en principio vamos a trabajar con diafragmas más bien cerrados podremos sacarle provecho.

Luego ya entramos en el apartado de los accesorios, donde no deberían faltar estos cinco imprescindibles. En esa lista tenemos las baterías y tarjetas de memoria de repuesto, los filtros, el trípode y el flash. Claro que hablando de foto de paisaje podemos prescindir del flash casi con toda seguridad, y por el contrario no olvidarnos de los filtros recomendados para paisaje, con especial atención al filtro polarizador.

Respecto al trípode, dependiendo del momento del día puede no ser necesario pero siempre es recomendable para este tipo de fotos. Por último, también debemos considerar esos otros objetos que también pueden ser útiles como gamuza, lápiz y papel, protección para un posible chubasco, una linterna y una brújula, guantes (si es invierno), protector solar y gorra (en verano), algo de comida, un pañuelo o toalla y, como no, el ya imprescindible smartphone.

Buscando el mejor encuadre

Supongamos que ya estamos “sobre el terreno” y ha llegado el momento de decidir dónde plantar la cámara y cómo componer la imagen buscando una buena foto. Para ello es aconsejable no tener prisa, y buscar tranquilamente; De ahí la importancia de llegar pronto a los sitios para evitar las prisas (especialmente en el caso de los amaneceres/atardeceres).

Sea como fuere, hay que pensar que el paisaje es un motivo ideal para jugar con las formas, los volúmenes, las líneas, etc. En este terreno la famosísima regla de los tercios puede ser muy útil, pero lo cierto es que las situaciones son tan variadas que las posibilidades se tornan infinitas.

Eso sí, es importante cuidar ciertas cosas clave, sobre todo no olvidarnos de incluir un punto de interés (un fallo muy típico de novato), buscar la mejor perspectiva y fijarnos muy bien en la luz de la escena para usarla a nuestro favor, además de otros consejos que nos ayudan a conseguir mejores composiciones.

Eligiendo los ajustes

Llega el momento de decidir qué ajustes vamos a utilizar en nuestra toma, para lo cual es más que recomendable el disparo en modo Manual (M). Con ello podemos controlar mejor el triángulo de exposición, lo que determinará que la foto esté correctamente expuesta y necesite una mínima edición posterior. Pues bien, en este caso lo más determinante es el diafragma, y en función de él seleccionaremos el valor de la velocidad de obturación (normalmente lo justo para que la foto no salga trepidada) y, normalmente, dejaremos el ISO al mínimo (al tratarse de paisajes, se entiende que buscamos la máxima definición).

Ya explicamos en profundidad como elegir la abertura del diafragma en paisajes, pero os resumimos que debemos huir del típico argumento “cerrar el diafragma para tener mucha profundidad de campo”; es decir, que gran parte de la foto esté totalmente enfocada. Muy al contrario, es interesante jugar con la abertura para lograr desenfoques o discriminar bien lo que nos interesa que esté enfocado.

Y es que, lo más importante, es pensar qué es exactamente lo que pretendemos mostrar en la foto y elegir el ajuste más adecuado para ello. Por ejemplo, si lo que queremos es jugar con el movimiento utilizando una velocidad de obturación larga, nos interesará cerrar el diafragma; Si lo que buscamos es el máximo de profundidad de campo nos interesará saber qué es la hiperfocal.

Por lo demás, siempre recomendable el formato RAW para obtener la mejor calidad y poder corregir posibles errores a posteriori, y cuidado con el estabilizador de la cámara: Si vamos a montarla en un trípode, lo mejor es desactivarlo.

Últimos pasos

Una vez hemos decidido cómo será la exposición, llega el momento de enfocar, una tarea que también tiene su miga aunque, en principio, parezca algo sencillo tratándose de un paisaje. Así, lo mismo que ocurre con la abertura y la profundidad de campo, es importante pensar en qué elemento debemos centrar la atención y, por tanto, elegirlo como punto de enfoque.

Además, para lograr un foco lo más fino posible es recomendable hacer esta tarea en manual, porque el autofoco no es lo más recomendable, y además se supone que tendremos tiempo para ajustar la cámara con tranquilidad.

Con eso, ya estaremos en condiciones de disparar y hacer la foto y, si hemos seguido estos pasos para lograr una buena fotografía de paisaje, seguro que conseguiremos un buen resultado. Eso sí, nuestra creatividad es realmente la parte más importante de todas, por ello la mejor receta es practicar y practicar. No hay que desesperarse si no logramos grandes resultados a la primera porque, con el tiempo y la experiencia, seguro que lo conseguiremos.

Foto de portada | Patrick Pierre