Hay veces en las que por mucho empeño que uno ponga las fotos no salen, y hay gente que se compra un equipo con toda la ilusión pero pronto se desespera al ver que no consigue las fotos que esperaba. Los motivos pueden ser varios, desde cosas muy básicas hasta otras más específicas. Sea como fuere, si te sientes insatisfecho con las imágenes que consigues es probable que la causa sea alguna de las que te vamos a contar a continuación.
Unos argumentos que pueden ser válidos para todo tipo de fotógrafos, porque no sólo los principiantes cometen errores, sino que muchas veces los que tienen experiencia también pueden caer en fallos, o quizá verse invadidos por una pereza que puede hacer que sus tomas no sean lo buenas que deberían. Si piensas que tus fotos fallan sigue leyendo a ver si podemos ayudarte a solucionarlo.
1. Porque no planificaste la foto
El primero de los fallos en los que podemos caer todo tipo de fotógrafos es la improvisación, un problema que claramente puede provocar que nuestras fotos no tengan la calidad deseada. Eso no significa que no se puedan hacer buenas fotos, digamos, casuales, pero sí que una buena planificación es importante para conseguir grandes imágenes.
Así, antes de hacer una sesión es importante considerar qué es lo que queremos conseguir y, de acuerdo a ello, planificar la mejor ubicación, cuidar la escenografía, la iluminación, etc. La fotografía de paisajes o la astrofotografía son dos disciplinas que ejemplifican bien esto; sin preparar cuál es el momento y el lugar adecuado se pueden conseguir buenas fotos, pero planificar las tomas con anticipación siempre ayudará a mejorar nuestros resultados.
2. Porque elegiste bien los ajustes
Si nos dominamos bien la técnica fotográfica, o lo hacemos con pereza, es muy posible que nuestras fotos no estén a la altura de lo esperado. Las causas pueden ser múltiples, desde un incorrecto ajuste del triángulo de exposición hasta un balance de blancos inadecuado o "una cámara que nos supera".
Disparar en automático (es decir, dejar que la cámara haga el trabajo por nosotros) y utilizar el formato RAW (que permite modificaciones posteriores en el procesado) pueden corregir parte de estos problemas, pero si no cuidamos la técnica (por pereza o desconocimiento) estamos abocados al fracaso. Si eres principiante, no lo dudes, es hora de aprender a dominar las técnicas y recursos de la fotografía (puedes empezar por ejemplo por nuestro curso).
3. Porque tus fotos no son nítidas
Al hilo de lo anterior, un deficiente dominio de la técnica puede ser la causa de que nuestras fotos no sean tan nítidas como nos gustaría. De hecho, la falta de nitidez puede ser uno de las principales problemas que hacen que estemos insatisfechos con nuestras imágenes.
Las causas son variadas: una incorrecta velocidad de obturación, movimientos en la cámara o la escena, una óptica poco nítida, unas condiciones climatológicas inadecuadas, un enfoque y/o profundidad de campo incorrectos o la existencia de reflejos y/o luces parásitas... Pero si logras controlar estos problemas conseguirás que las fotos sean nítidas y tus resultados más satisfactorios.
4. Porque no te fijaste en la luz
Fotografiar es escribir con luz y, sin embargo, es fácil que al tomar una imagen no nos fijemos en ese elemento tan crucial e ignoremos la importancia que tiene su calidad, color, dirección, etc.
También puede ser porque no hemos sabido medir la luz de la escena o usar el modo de medición correcto. Sea como fuere, tenemos que tener claro que la luz es crucial en fotografía, así que (de nuevo) hay que aprender (o recordar lo ya aprendido) y practicar.
5. Porque tus composiciones no tienen gancho
Sin duda, una vez superados los aspectos técnicos, la composición de la imagen es otro de los aspectos clave que pueden hacer fallidas nuestras fotos. Así que, de nuevo, toca esforzarse, aprender cómo componer una imagen de forma adecuada, sobre todo buscando que las fotos sean atractivas para el espectador y puedan despertarle interés.
Si eres principiante puedes tomar como punto de partida la Regla de los Tercios; si ya tienes experiencia te interesará aprender a conseguir composiciones más elaboradas y atractivas; en cualquier caso, lo suyo es aprender a dominar cosas como los principios básicos de composición y sus elementos fundamentales y, sobre todo, practicar mucho.
6. Porque no hay un tema que destaque
Muy relacionado con el punto anterior, para lograr una buena composición generalmente necesitamos que en la foto haya un tema principal. Algo que ayude a centrar la atención del espectador y evitar que haya demasiados elementos de distracción que desvíen su mirada hacia elementos que no sean interesantes.
Esto es especialmente importante en tomas como las fotografías de paisaje, donde muchas veces la belleza del entorno puede “obnubilarnos” y hacer que nuestra foto sea monótona por falta de algo con protagonismo. Y esto se puede evitar incluyendo algún elemento como un árbol, una cabaña, un animal o (muy interesante) una persona.
7. Porque las fotos no transmiten
Consecuencia de todo lo anterior, puede ocurrir que nuestras imágenes no "digan nada". Este es uno de los aspectos que pueden distinguir a los buenos fotógrafos de los que no lo son, porque incluso si nuestras fotos son correctas a lo mejor no transmiten nada. ¿Cómo evitarlo? Haciendo que la imagen cuente una historia o bien transmita algún tipo de emoción; es cierto que, dicho así, no parece sencillo, por lo que la mejor receta es estudiar y practicar mucho para encontrar nuestra propia "voz" en fotografía.
8. Porque te has pasado con la edición
Si exageramos con la edición fotográfica podemos encontrarnos con que nuestras fotos pierden realismo y resultan artificiales: esto podría llamar la atención del espectador en un primer momento, pero es fácil que a la larga sea perjudicial para nuestros propósitos y haga que nuestras fotos no den la mejor impresión.
Eso no quiere decir que las fotos no haya que tocarlas posteriormente, pero sí que es preferible no ir mucho más allá de los ajustes básicos (niveles, color...). La idea es evitar que nuestras fotos parezcan hechas por un aficionado que se ha dejado llevar por una técnica efectista y apostar por la sencillez y la naturalidad.
9. Porque te has obsesionado con un estilo
Finalmente, una última razón muy relacionada con la anterior es tratar de imitar a otros en un estilo o moda muy concretos. Hacer esto es algo perfectamente normal cuando uno está empezando, incluso puede ayudarnos a avanzar y ser capaces de aprender a desarrollar nuestro propio estilo; sin embargo, si no somos capaces de ir más allá nos estancaremos o nuestras fotos no destacarán.
Pasa lo mismo que con los presets de Lightroom, que deben tomarse como punto de partida pero nunca como fin. En vez de copiar un estilo o a un fotógrafo, nos debe servir de inspiración sin olvidarnos de muchas otras fuentes: películas, series, pinturas, incluso música o libros... Y, por supuesto, hay que hacer aflorar nuestra personalidad y desarrollar un estilo propio que nos haga diferentes.
Y con esto hemos acabado de hablar de las razones que pueden explicar porqué nuestras fotos no son tan buenas como nos gustaría pero, como siempre, nos gustaría contar con vuestra opinión al respecto ¿qué os parece?