En esta entrada quiero hablaros de lo que creo que es una buena estrategia para localizar ubicaciones donde hacer fotografías. No estoy hablando de salir a buscarlas, estoy hablando de una rutina permanente que puede ayudarnos a encontrarlas y luego aprovecharlas.
En primer lugar, el requisito indispensable es pensar constantemente en la fotografía, en nuestro día a día. Yendo a trabajar, al hacer el recado de esta tarde, al ir a comprar el pan, al salir de costillada con los amigos, al visitar a un cliente… Siempre, claro está, en la medida de lo posible. Y entonces esperar a que nos salte la alarma fotográfica.
Lo más normal es que en ese momento no tengamos la cámara o quizás sí la llevemos encima pero no sea el momento más apropiado para realizar la foto (aunque sea el caso, conviene no desaprovechar el llevarla y hacer la foto). Lo que sí es bastante sencillo que lleves en un bolsillo o tu bolso es un movil con cámara. ¿Qué te parece tomar una foto de la localización para no olvidarla y aprovecharla en un futuro? Incluso más que la localización como tal, puedes incluso tomar una foto que sea un boceto de lo que pienses que podría ser una foto interesante.
Ya tenemos la parte más importante hecha. Piensa que incluso vamos a poder ir construyendo un pequeño archivo de localizaciones en el que consultar posteriormente. Para ello, conviene no olvidar la ubicación de la localización y podemos hacerlo de distintos modos, en función de su comodidad o factor geek del que disfrutes: renombrar la foto de la cámara, anotarlo en una libreta o agenda, geoposicionarla… Si no encontramos la manera de hacerlo, a poco que pase algo de tiempo entre esta toma y nuestra decisión de ir a tomar fotos, o cuando el archivo sea mínimamente considerable, volver a encontrar la ubicación puede ser un drama.
Más aspectos a tener en cuenta. Ahora viene algo muy importante: trabajar la futura fotografía. Más que el boceto que he nombrado anteriormente, ahora hay que pensar en la luz. ¿Es un exterior? Pues fíjate en la iluminación que tiene. También en cuál sería la hora más apropiada para tomar la foto. Quizás te ayude una brújula… Ahora podrás decidir cuál será la hora con la luz que más te interese para tomar las fotos. ¿Necesitarás reflectores? ¿Flash? ¿Trípode?
También puedes pensar en la composición de la fotografía. ¿Hay mucha gente rondando por allí? ¿Elementos que puedas manipular? ¿Elementos que debas añadir? ¿Necesitarás a alguien para que aparezca en la fotografía? En resumen, infinitos aspectos a tener en cuenta.
Todas estas ideas que puedas tener en ese momento conviene registrarlas en el momento para no olvidarlas. Podemos volver a la libreta o agenda, o incluso utilizar la opción de notas de voz de tu teléfono móvil. En casa puedes revisarlo y archivarlo mejor.
Teniendo en cuenta que no siempre es posible ponerse a fotografiar, hay que pensar que podemos hacer mucho trabajo fotográfico sin la cámara. Piensa que ahorramos esfuerzo y tiempo para cuando la llevemos y maximizamos la probabilidad de hacer fotos estudiadas. Resumiendo: podemos hacer buena parte de una foto sin la cámara.
¿Se te ocurren ideas adicionales a tener en cuenta?
Fotografía | Trying out Nikon D3 – ‘The WidowMaker’ de Martini Captures