Los objetivos son parte fundamental en la formación de la imagen. Muchas veces compramos por lo que hemos leído o por lo que nos han recomendado. Otras nos conformamos con el objetivo del kit o los que heredamos de otras cámaras. Tenemos los objetivos que podemos y sabremos de verdad cómo responden con nuestra cámara. Hoy vamos a hacer dos pruebas básicas para conocer la calidad real de la colaboración entre la cámara y los objetivos.
Un buen objetivo es algo que se olvida con mucha frecuencia. Muchos fotógrafos aficionados prefieren una buena cámara a gastar dinero en un objetivo. Buscan la versatilidad de un potente zoom antes que fijarse en otras cosas. Un 18-200 antes que un 35 fijo, por ejemplo.
Otros fotógrafos se fijan más en la luminosidad, en el precio o en el prestigio de la marca a la hora de comprar. Afortunadamente la gran mayoría de los fotógrafos compran en función de otros parámetros como la calidad real del objetivo por encima de su coste.
El problema es que, aunque nos pese, hay objetivos que pueden responder mejor en una cámara que en otra. Aunque sea el mismo modelo. Es fundamental conocer a fondo la respuesta de nuestros objetivos en nuestras cámaras. Y solo lo podremos saber si hacemos las pruebas pertinentes que ahora vamos a contar.
Seguro que a muchos les resultarán evidentes pero serán de gran utilidad para todos los fotógrafos lectores de Xataka Foto. Seguro que servirán para confirmar la impresión que tenemos de nuestro material de trabajo y en más de una ocasión para llevarnos una sorpresa un poco desagradable.
Las pruebas para conocer la calidad de nuestros objetivos
Seguro que habéis dicho u oído que tal objetivo es muy nítido. Que este otro es blando o que no enfoca bien, que rinde muy bien con todos los diafragmas... Y puede que nos lo hayamos creído directamente. O como siempre deberíamos hacer los fotógrafos, dudamos de todo hasta que lo vemos reflejado en nuestras fotografías.
Lo primero que deberíamos hacer con nuestros objetivos es** probarlos con nuestras cámaras para conocer su calidad real**. Es algo fundamental que nos permite saber la respuesta con los diferentes diafragmas. Si necesitan un ajuste o deberíamos preocuparnos por ellos o directamente llevarlos al taller o devolverlos a la tienda si estamos con garantía.
No se trata de hacer una prueba científica con una carta de prueba en un entorno de laboratorio para sacar las famosas curvas mtf. Sería lo ideal. Pero muchos fotógrafos no tienen tiempo ni conocimientos para conseguir tal información. Por eso desde Xataka Foto os proponemos un sistema para conocer el viñeteado y nitidez de nuestros objetivos según el diafragma.
Para hacer bien la prueba solo necesitamos los siguiente:
- Un trípode correctamente nivelado y acordarse de desactivar la estabilización del cuerpo o del objetivo.
- Una superficie plana como una hoja de periódico, una librería o un cuadro que llene todo el encuadre del objetivo que quieres probar.
- Una buena iluminación.
- Configurar la cámara en Prioridad al diafragma.
- Un disparador automático o elegir el autodisparador en la cámara.
El proceso es sencillo. Solo tenemos que colocar la cámara en el trípode, perfectamente nivelado y paralelo a la hoja de periódico, cuadro o estantería. Y empezar a disparar -con el estabilizador desactivado- con cada diafragma, de más abierto a más cerrado, después de enfocar correctamente en un punto concreto.
Una vez hechos todos los disparos, con todos los objetivos que tengamos, tenemos que descargar los archivos en Adobe Bridge y abrirlos todos en Adobe Photoshop para poder hacer las comparaciones pertinentes. Por supuesto no deberíamos aplicar ningún cambio en Adobe Camera RAW para que los resultados sean reales.
En un primer lugar podemos conocer el grado de viñeteado de nuestro objetivo, solo con pasar de una fotografía con el diafragma abierto a una más cerrado. Es la mejor forma de verlo. Normalmente los diafragmas más abiertos son más propensos a este fenómeno óptico. El problema es que el viñeteado desaparezca con diafragmas demasiado cerrados.
En segundo lugar tenemos que ir al menú Ventana>Organizar>Segmentar todo en vertical. Cogemos el primer archivo de la serie, el que tiene el diafragma más abierto y lo ajustamos al 100% (Ctrl+1). Lo situamos en el centro y vamos a Ventana>Organizar>Coincidir todo. Y en este momento nos daremos cuenta de muchas cosas...
- Los diafragmas más abiertos no dan toda la nitidez que esperamos.
- Descubrimos que el punto dulce de nuestros objetivos siempre suele estar en los diafragmas centrales (5,6-8-11)
- Los diafragmas más cerrados son un desastre por culpa de la difracción.
Este patrón se repite más o menos en todos los objetivos. Pero se trata de encontrar la respuesta exacta de cada uno de ellos. Algunos recuperan la nitidez con solo un paso, otros con dos... el viñeteado puede ser una constante; o la difracción puede que no aparezca porque el fabricante ha sido tan sabio que solo permite cerrar hasta f16...
Las sorpresas están al orden del día. Y todo depende del conjunto cámara/objetivo. Que en un análisis digan que tal objetivo no responde bien con el diafragma más abierto no significa necesariamente que nosotros nos vaya a pasar lo mismo. Puede que nuestro 50 mm f1.4 de más calidad a f2 que nuestro 50 mm f1.8, por poner solo un ejemplo.
Las pruebas que podemos hacer son innumerables. Y aprenderemos a aprovechar al 100% nuestros objetivos. A lo mejor descubrimos que ese f1.4 no es tan bueno como el f2.8... O que nuestra sin espejo enfoca mucho mejor que nuestra réflex pero a cambio da un aspecto más digital... ¿Cuál ha sido vuestra experiencia? ¿Se han confirmado vuestras sospechas respecto a vuestros objetivos?