Desmontamos once falsos mitos alrededor de la fotografía

Nos guste o no, la fotografía siempre ha tenido alrededor una serie de mitos o leyendas que dicen cosas que (a lo mejor) son de dudosa credibilidad pero han corrido de boca en boca hasta parecer verdades absolutas. Algunos de ellos ya deberíamos haberlos dados por desterrados hace tiempo, pero aún pueden seguir vigentes en ciertos ámbitos, por ejemplo entre fotógrafos novatos. Así que nos proponemos conseguir (o al menos intentar) "cargarnos" algunos de los mitos falsos más comunes sobre fotografía que circulan por ahí.

Todos deberíamos repasarlos porque quizá así nos demos cuenta de que algo que tomábamos por cierto sencillamente no lo es y eso nos sirva para aprender. Eso sí, tened en cuenta que no todo es blanco o negro y que siempre existe una amplia gama de grises entre medias (y nada como la fotografía para usar este ejemplo), así que lo que nos proponemos contar tampoco debe ser tomado cono verdad absoluta, toda vez que eso podría suponer caer en el mismo error.

Cuanto mejor cámara, mejores fotos

Comenzamos con el que, posiblemente, sea el mito más extendido entre el público en general y los fotógrafos que comienzan. Acostumbrados a ver a los fotógrafos profesionales de deportes o naturaleza cargados con grandes cámaras con enormes teleobjetivos (curiosamente, para los no iniciados una cámara es mejor cuanto más grande sea el objetivo), la idea se repite hasta el infinito: “Para hacer buenas fotos hace falta una buena cámara”, “cuantos más megapíxeles mejor”…

Pues no, realmente la cámara que utilices no es lo más importante. Es decir, para determinados propósitos (como los que decíamos antes) sí que puedes necesitar un cierto equipo más o menos profesional, pero es más importante conocer las limitaciones de tu equipo y saber aprovecharlo al máximo. Porque, en líneas generales para nada necesitas un equipo mejor y, desde luego, una mejor cámara no te garantiza mejores fotos, lo más importante es el ojo detrás del visor o la pantalla.

Los sensores full frame son mejores

Este sería una extensión del anterior, porque en principio se suele asimilar que las cámaras con sensores de formato completo son mejores que las de formatos recortados. Es cierto que estos captores tienen ventajas evidentes, pero también tienen sus inconvenientes (entre ellos el precio, siempre tan importante), por lo que sí podríamos decir que son mejores pero siempre añadiendo un “depende para qué”.

Porque si no pretendemos hacer grandes impresiones con las fotos que hagamos no necesitamos un sensor full frame y sus ventajas pueden no compensar. Y es que, como nos demostró este fotógrafo, las diferencias entre dos fotos tomadas con una cámara con sensor FF y otra con APS-C son difíciles de apreciar a simple vista si sólo las vamos a ver en una pantalla.

Un buen fotógrafo tiene que disparar en manual

Esto es algo que viene desde hace mucho tiempo, mucho antes de la foto digital. Siempre se ha presupuesto que un buen fotógrafo debe disparar en modo manual y controlar los parámetros de la toma al milímetro pero ¿es realmente necesario? Tal y como os contamos hace poco, utilizar el modo manual para nada te va a hacer mejor fotógrafo y lo que realmente importa es asimilar bien los conceptos que regulan la exposición y conocer tu cámara para conseguir una buena imagen.

Ciertamente es algo recomendable para aprender, ya que tener que regular manualmente diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad te obligará a pensar qué ajustes utilizas y porqué, pero una vez que tienes asimilados los conceptos es perfectamente válido hacer fotos en un modo semiautomático (o directamente en automático). Y a veces la rapidez y la necesidad de estar preparados para captar el momento decisivo obligan.

Una foto tiene que ser muy nítida

Normalmente asimilamos la idea de una “buena foto” a una imagen correctamente expuesta y con una gran nitidez pero, cualquier buen aficionado a la fotografía sabe que esto es completamente absurdo. Como contábamos en este artículo, todo depende (una vez más) del género que queramos desarrollar y del estilo del fotógrafo. Por ejemplo en la fotografía de naturaleza o de arquitectura está claro que la nitidez es una necesidad.

Sin embargo en otras especialidades, como el fotoperiodismo, no es algo tan importante, porque lo crucial aquí es el mensaje que pueda transmitir la foto. Por otro lado, jugar con la profundidad de campo y el bokeh, técnicas que “limitan” la nitidez de una imagen, son parte de la magia de la fotografía.

Las reglas hay que cumplirlas

Lo hemos dicho por activa y por pasiva: las reglas están para conocerlas, saber aplicarlas cuando nos conviene y romperlas si nos interesa. Por ejemplo la conocidísima regla de los tercios es útil en muchas ocasiones pero a veces también puede hacer que la imagen resulte demasiado convencional o estática. Lo mismo que el principio que dice que no se debe colocar el horizonte en el medio de la foto ¿por qué no?

Normalmente estas reglas son una gran ayuda y por ello suele ser conveniente seguirlas, pero siempre deben aplicarse según el momento y la toma concreta. No olvidemos que la fotografía es un proceso creativo, un arte visual que ofrece una gran libertad para contar historias y que no debería verse limitado por imposiciones absolutas.

Hay que disparar siempre en RAW

Es lo ideal, y normalmente nosotros siempre lo recomendamos por sus indudables ventajas, pero como todo también tiene sus contras, entre ellos el de acumular miles de archivos de gran tamaño en nuestros discos duros. Así, como en el caso del tamaño del sensor todo depende del uso que vayamos a dar a nuestra fotografía.

Quizá os sorprenda saber que muchos fotógrafos de prensa disparan directamente en JPEG para obtener rápidamente la imagen que tienen que enviar. Para ello, claro está, antes han cogido la suficiente confianza con su equipo para asegurarse buenos resultados. Para la mayoría de usos que le damos a las fotos no necesitamos tener el archivo con la mayor calidad, y puede que tampoco tengamos intención de realizar un retoque posterior. Así, en estos casos, que podríamos denominar “fotos recreativas”, podemos disparar directamente en JPEG.

Para hacer buenas fotos hace falta mucha luz

Otro mito típico de quien empieza, que puede pensar que hay que guardar la cámara cuando cae el sol, o bien que piensa que en condiciones de baja luminosidad es totalmente imprescindible el uso de un trípode. Sin embargo, cuando ya no hay sol no hay problema para seguir haciendo fotos siempre que nos adaptemos a las condiciones lumínicas existentes. Y en cuanto al trípode, siguiendo los consejos que os dimos hace poco podemos obviar su uso.

Esto no quiere decir que puedas hacer fotos sin luz aunque no tengas un equipo “especial”, sino que un fotógrafo debe tener los conocimientos suficientes para hacer frente a cualquier situación fotográfica sin importar las condiciones de luz existentes.

ISO alto = mucho ruido

Relacionado con el anterior, hay una creencia según la cual siempre se debe disparar con el ISO mínimo que permita la cámara. Es cierto que esto garantiza la mayor calidad, pero no que no se pueda subir para aprovechar las ventajas que ofrece cuando la luz escasea, sobre todo con los modelos de última generación que trabajan muy bien hasta el entorno de los 3.200 – 6.400 ISO.

Lo realmente importante aquí es conocer los límites de tu cámara y saber hasta qué nivel de ISO puedes llegar sin que el ruido arruine la imagen. También conviene saber si a tu sensor le viene bien derechear para reducir el ruido resultante, o si éste es fácilmente corregible en la postproducción (“cada sensor es un mundo”).

El sol siempre a la espalda

Otro mito ampliamente extendido entre el público general o los fotógrafos aficionados, que huyen del contraluz como los campesinos de la peste en la edad media. Desde luego si incluimos el sol dentro del encuadre de la fotografía estaremos corriendo un riesgo, pero como os contamos los reflejos que el sol produce al llegar al objetivo de la cámara pueden ser aprovechados de forma artística siempre que sepamos gestionarlos bien.

Lo mismo con las sombras que produce el sol cuando su trayectoria es baja, algo que viene muy bien para resaltar las texturas de las superficies. Como decíamos antes, la fotografía es una disciplina donde la libertad y la creatividad están por encima de las cortapisas que podemos (o pueden) imponernos, y el uso artístico de los elementos puede convertirse en clave para lograr buenas fotos.

Photoshop todo lo arregla (o casi)

Hay cierta tendencia a pensar que cualquier fotografía puede ser corregida en el proceso de retoque posterior. Y es cierto que, si disparas en RAW, hay muchas cosas que se pueden corregir a posteriori, pero no lo es menos que una fotografía debería estar pensada para salir directamente de la cámara sin necesidad de postproceso.

En este sentido, muchas de las razones que os dábamos en este artículo sobre disparar en formato analógico (químico para los puristas) va precisamente por ahí: Hay que procurar que la foto tenga originalmente una exposición y demás correcta, porque cuanto mejor sea el archivo de partida mejor calidad final obtendremos.

La mejor marca de cámaras es...

No vamos a personalizar con nombres de marcas, pero es un mito ampliamente extendido desde hace muchos años entre quienes se van a comprar su primera “cámara seria” que para ser fotógrafo hay que tener una cámara de una de las dos marcas que vienen dominando el mercado desde hace años (aunque últimamente las cosas estén cambiando).

Aún así no hay más que acercarse a un sitio donde vendan cámaras, sobre todo en grandes superficies (no en tiendas especializadas) para comprobarlo. No vamos a señalar aquí culpables de porqué en la mayoría de tiendas los escaparates están copados con modelos de estas marcas (es un tema sin duda polémico), sólo recordar a quien nos lea que hay otros actores en el mercado con productos más que interesantes, ya sea porque tienen una larga tradición en el campo de la fotografía o porque han apostado fuerte por hacerse un hueco en la fotografía digital.

Y con esto hemos terminado con los falsos mitos de la fotografía aunque, como siempre, os animamos a participar aportando vuestras propias ideas y sugerencias. Siempre os lo agradecemos pero, en este caso, vuestra participación se hace más necesaria para ampliar los límites de este artículo. Gracias de antemano.

Foto de portada | Soham Banerjee