Desde la aparición de la fotografía digital, los filtros fotográficos han decaído en uso en gran parte. A pesar de todo ello, muchos de ellos se siguen usando, pues aunque la postproducción y los nuevos avances de la fotografía digital han simplificado mucho algunos procesos, siguen siendo necesarios en determinadas situaciones.
En este caso vamos a ver como los filtros polarizadores, lo de densidad neutra y los filtros infrarrojos pueden ayudarnos a conseguir unos mejores resultados a la hora de conseguir tomas de calidad, al igual que incorporar cierto dinamismo y profesionalidad a nuestras fotografias.
Varias de las cosas que vamos a conseguir añadiendo estos filtros a nuestros objetivos va a ser la posibilidad de realizar largas exposiciones, compensar el contraste de las diferentes zonas de la fotografía o incluso llegar a conseguir sacar determinadas texturas y/o luminosidades que no conseguiríamos sin ellos.
En el vídeo de Gavin Hoey, se puede observar como el uso de un filtro polarizador nos va a dar un mejor color al cielo, mientras que el uso de un filtro ND nos permitirá realizar largas exposiciones, dandole un aspecto muy diferente al cielo que si realizáramos una exposición corta.
Para finalizar, el uso de un filtro infrarrojo nos mostrará las mayores posibilidades creativas que dispondremos, gracias a conseguir un aspecto diferente tras solo dejar pasar el canal rojo (bueno, ya sabemos que este filtro no es 100% igual a un filtro infrarrojo instalado en cámara, por lo que no consigue realizar el efecto en su totalidad que si fuera el filtro instalado delante del sensor). Posteriormente, se ve como la toma pasa por una postproducción para darnos unas mejores pistas de como conseguir un mejor resultado y así aprovechar al máximo el uso del filtro.
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