El retoque fotográfico suele ser una parte del flujo de trabajo que más tiempo y esfuerzo requiere. Por eso, es importante encontrar formas de liberar carga de ese proceso. Para ello traemos algunos consejos que tal vez os podrán ser de utilidad.
Para el físico
Cuidar nuestro cuerpo es muy importante. Como os hemos mencionado anteriormente, evitar dolores de espalda y cansancio ocular es fácil siguiendo unos pequeños ejercicios y consejos. Pero de ellos vamos a resaltar tres:
Usar tableta gráfica: El proceso de retoque fotográfico requiere mucho trabajo de pintar, hacer selecciones y ajustes finos que al utilizar un ratón de ordenador pueden poner mucho trabajo sobre la muñeca. Esa presión que se pone en las muñecas disminuye considerablemente al utilizar herramientas como las tabletas gráficas. Además, el nivel de control y fluidez que estas brindan permite que el trabajo de retoque sea mucho más eficiente. Son difíciles para acostumbrarse en un comienzo, pero con una semana de práctica notaréis un gran cambio en el flujo de trabajo.
Usar mouse gamer: Si definitivamente no queréis utilizar una tableta gráfica, una buena forma de prevenir estrés sobre la muñeca es con un ratón para videojuegos. Además de tener un diseño más ergonómico, algunos tienen piezas modulares y ajustables para que se adapten más a la forma de la mano. Permitiendo que el agarre sea más cómodo y ponga menos presión sobre la muñeca. Así mismo, los botones personalizables de la mayoría de ellos pueden ser ajustados como acceso rápido a herramientas y procesos que utilicemos seguidamente; aumentando la fluidez de nuestro trabajo.
Dar una pausa y descansar los ojos: A la hora de trabajar en retoque fotográfico, las pausas son esenciales para no gastar nuestra vista y además tener un resultado mejor. Para ello podemos aplicar muchos sistemas: descansar cada X tiempo, descansar por cada ajuste, descansar por grupos. La pausa nos ayuda a ver si nuestro trabajo va en buen camino, nos permite refrescar y encontrar errores como zonas en las que nos hemos pasado mucho, dominantes de color de tanto que vemos a la pantalla o simplemente una mirada nueva tras no pensar en la imagen durante un momento.
En el ordenador
La eficiencia de nuestro trabajo también dependerá mucho de nuestro orden en el manejo del software. Para ello tenemos algunos consejos y herramientas que pueden ayudarnos a mejorar estas prácticas:
- Referencias de color: Al trabajar en nuestras imágenes, muchas veces nos enfocamos en conseguir un estilo específico, respetar ciertos parámetros de color o mantener una línea de edición. En el pasado os hemos contado sobre cómo conseguir tonos de color de piel específicos y cómo mantener una línea de color entre imágenes. Si lo que buscamos en la edición de color está basado en un referente, podemos crear una referencia de paleta de color utilizando herramientas como PaletteFX. Al subir la imagen a la plataforma, ésta nos dará una previsualización de imagen con la paleta de tonos que se encuentran en la imagen.
- Doble ventana en Photoshop: Cuando estámos trabajando en una imagen, muchas veces nuestros ajustes se hacen en un acercamiento de imagen cerrado. Al trabajar entre el 80% y 200% de acercamiento perdemos la noción de la imagen original. Por suerte, Photoshop permite crear una ventana duplicada desde la barra de herramientas. Para acceder a ella tenemos que ir en la barra a Ventana > Organizar > crear nueva ventana para nuestro archivo. Luego debemos volver por el mismo camino y decirle que organice las dos ventanas lado a lado. Esto nos permitirá trabajar sobre la imagen acercada, mientras tenemos referencia general de los ajustes que realizamos. De esta forma notaremos si algún ajuste o corrección que realicemos está generando artefactos o está quitando naturalidad a nuestra imagen.
- Organizar y nombrar las capas: Este consejo puede ser obvio para los más expertos. Sin embargo, muchos de nosotros en un principio no tenemos orden en nuestra hilera de capas. Al utilizar pocas capas, no es tan difícil llegar a donde queremos, pero al trabajar muchas capas y grupos, esto puede generar que nos perdamos en el flujo de trabajo y disminuir la eficiencia del trabajo. Por eso es importante nombrar las capas y separar en grupos las secciones de trabajo que realicemos.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad. Si tenéis más consejos para la comunidad, no dudéis en escribirlos en la sección de comentarios. ¡Hasta la próxima!