Arcoíris, tornados, tormentas, niebla, rayos o nubes en sus diferentes (y a veces espectaculares) formas son sin duda un excelente tema fotográfico y muchas veces todo un reto si se quiere obtener una buena foto. Pero hay otros fenómenos meteorológicos aún más extraños y más difíciles de captar.
Mientras escribo esto, a través de la ventana junto a mi ordenador apenas se divisa el edificio de enfrente porque una espesa niebla casi lo cubre todo. Seguro que muchos de vosotros habéis experimentado también estos días atrás esa niebla que estamos teniendo en buena parte del país. El caso es que, aunque preferiría que brillara el sol (para qué os voy a engañar), no se me ocurre una ambientación mejor para escribir sobre fotografías de fenómenos meteorológicos que, en algunos casos, necesitan de la niebla para producirse.
Foto de rayos de elnudomolesto
Como os decía, fenómenos hay de muchas clases, algunos más o menos espectaculares y más difíciles de captar. Por ejemplo los arcoíris o los rayos, que son bastante comunes en ciertas épocas del año aunque su fugacidad y la incertidumbre sobre el lugar donde se van a producir hace difícil conseguir una buena foto (aunque hay algunos trucos para lograrlo, claro).
Las auroras boreales
Foto de una aurora boreal de Claudia Regina
Más raras son las auroras boreales (Northern lights en inglés), un fenómeno que se produce debido a las partículas provenientes del sol que llegan a la tierra, atraídas por el campo magnético que envuelve nuestro planeta, y colisionan con las moléculas de aire de nuestra atmósfera.
Este espectáculo no sólo es imprevisible, sino que sólo se puede ver en lugares concretos del planeta, concretamente los cercanos a los polos (por eso, realmente, se trataría de auroras boreales si se producen cerca del Polo Norte, y australes si lo hacen cerca del Polo Sur) por lo que sólo si puedes permitirte un viaje a zonas como Groenlandia o Alaska podrías estar en disposición, si hay suerte, de captarlo con tu cámara.
El arcoíris blanco
Foto de un arco blanco de tdlucas5000
Otro fenómeno sumamente raro e imprevisible es el denominado arcoíris blanco o arco de niebla (Fog bow en inglés). Se trata de una especie de arcoíris que se produce de forma similar al que ya conocemos (cuando los rayos del sol atraviesan pequeñas partículas de humedad en la atmósfera terrestre) pero sin colores.
Al parecer, la causa de la falta de tonalidad está en el tamaño de las microgotas que componen la niebla, y que son tan pequeñas que no pueden reflejar los colores típicos del arcoíris y sólo reflejan luz blanca. Sin duda un fenómeno raro y difícil de fotografiar que también suele estar ligado a zonas climatológicas con condiciones extremas.
El espectro de Broken
Foto de un Espectro de Broken de Oscar Condés
El último fenómeno meteorológico del que os voy a hablar tiene un nombre tan raro como el hecho en sí mismo. La foto del fenómeno es la que os he puesto en portada porque yo mismo me encontré con él regresando a casa en avión tras un viaje de trabajo. Pasando una zona de nubes (cuando íbamos a aterrizar) observé a través de la ventana este curioso fenómeno y rápidamente saqué el móvil (que, por supuesto, estaba en modo avión) para inmortalizarlo.
Como a la mayoría de vosotros (imagino), me gusta mirar por la ventanilla del avión y de vez en cuando hago fotos cuando la vista merece la pena (siempre pensando que es una pena tener que hacerlo a través de una ventana tan diminuta). El caso es que esta vez la foto quedó bastante curiosa, más que nada por lo llamativo del fenómeno que, os confieso, ni siquiera sabía que existía.
Poco después, buscando información para un artículo me encontré con este post de nuestros compañeros de Xataka Ciencia y me enteré de que lo que había fotografiado se llamaba espectro de Broken, y que es un efecto óptico muy difícil de ver.
Al parecer, este efecto se produce cuando el sol brilla detrás nuestro y proyecta sus rayos directamente sobre la nubes (niebla si se produce en tierra). El fenómeno produce una sombra del sujeto (en este caso el avión en el que viajaba) rodeada de halos de luz de múltiples colores, de forma similar al arcoíris ya que también se debe a la difracción de la luz solar a través de las gotitas de agua contenidas en las nubes.
Foto de un arcoíris doble de Grisha Levit
Un efecto sin duda espectacular y muy difícil de captar, tanto como algunos de los que hemos mencionado antes. Fenómenos tan imprevisibles que sería absurdo tratar de daros consejos sobre cómo captarlos más allá de uno fundamental: tener la cámara cerca y estar siempre dispuesto a tomar una foto lo más rápido que seas capaz.
Eso sí, sabiendo que existen y en qué condiciones se pueden producir, ahora estáis un poco más cerca de conseguirlo.
En Xataka Foto | Cómo conseguir la foto cuando las cosas no salen según lo esperado (porque la climatología no acompaña)
Foto de portada | Oscar Condés
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