La fotografía de comida tiene sus trucos, así que ya sea para compartir en las redes sociales un plato de tu restaurante favorito, o bien porque quieras mejorar tus habilidades fotográficas en esta disciplina, recibir unos consejos de gente que sabe sobre este tipo de fotografía nunca está de más.
Scott Campbell, es un fotógrafo que realiza las fotos de la revista 'Home Cooking' utilizando además comida real (en muchas ocasiones no es así) y ha dado algunos consejos para hacer fotos a comida y que se nos haga la boca agua. Vamos a verlos:
La Luz y la dramatización de la comida
La iluminación es lo más importante cuando se trata de fotografiar comida, tu comida parecerá mucho más dramática si la iluminas desde un lateral o desde atrás. Las sombras, mejoran la textura de la comida. Si puedes, sitúa el plato cerca de una ventana con una buena luz lateral.
Evita mezclar diferentes tipos de luz como la luz natural lateral con una luz fluorescente en el techo no dará tan buenos resultados.
Ten en cuenta el fondo
La comida tiene que ser la protagonista, por lo que no hagas que los objetos que entren en escena, como el mantel, o el propio plato, llamen más la atención que la comida. Mantén un fondo simple y utiliza platos de un solo color. Deja que la comida sea la que llame la atención.
Intenta que los fondos sean neutrales y con tonos tierra. Los tonos tierra hacen brillar a la comida, pero si no puedes, intenta que la paleta de colores del fondo sea la opuesta a la de la comida que estás fotografiando. Por ejemplo, los tomates podrían ser fotografiados en un bol verde claro y destacarían bien.
Juega con los ángulos
No tomes sólo una foto. El mundo digital tiene la ventaja de que probar no cuesta nada, así muévete alrededor y busca distintos ángulos. Desde un lateral, desde arriba y desde cualquier lugar que se te ocurra.
Acércate a la comida, y ten en cuenta que la comida sólo estará fresca durante un corto periodo de tiempo, por lo que si estás cocinando en casa, prepara primero la mesa, los platos, las servilletas, la luz que quieres tener, etc. antes de tomar ninguna foto. Una vez que lo tengas todo listo, prepara el plato con la comida y empieza a hacer fotos.
Usa todas las herramientas a tu alcance
Usar herramientas de manipulación va a serte muy útil. Pinzas, brochas, sprays y cualquier accesorio que pueda ayudarte a manipular la comida o mejorarla de forma más fácil. Por ejemplo, colocar unos guisantes en la posición adecuada siempre será más sencillo y más limpio con unas pinzas.
Un truco que usan muchos fotógrafos de comida es usar una botella con spray llena de agua para crear pequeñas gotas en determinados alimentos, haciéndolo parecer mucho más frescos y relucientes.
Y por supuesto, no desprecies las herramientas digitales de nuestros días como Photoshop o, por qué no, Instagram. Es más, Instagram es uno de los servicios online donde más fotos de comida se suben a diario. Échale un ojo, te servirá de inspiración.
En definitiva, usa todas las herramientas a tu alcance. El objetivo es hacer lucir la comida lo mejor posible.
Cocina poco la comida
Si estas en casa es mucho mejor hacerle fotos a la comida cuando no está completamente cocinada. Los vegetales, por ejemplo, en ocasiones pierden color cuando se cocinan demasiado. Campbell asegura que mucho de los platos que fotografía están muy poco cocinados, porque los resultados son mejores.
La carne o el pescado también cuentan. Un pavo por ejemplo, pierde volumen cuando se cocina mucho y Campbell defiende que cocinarlo mucho no es buena idea si después vamos a fotografiarlo. Tenemos que conseguir que luzca lo mejor posible.
Haz que los ingredientes se vean
Si quieres que esa sopa, ese guiso o ese sandwich destaquen en la foto hay ciertos trucos que se aprenden con el oficio para cada uno de ellos.
Para las sopas y guisos, por ejemplo, ¿cómo conseguir que los ingredientes se vean y no se vayan al fondo como es normal con ciertos ingredientes? pues es habitual utilizar puré de patatas, canicas u otros elementos en el fondo que sirvan como soporte para poner los ingredientes encima y luego, añadir la sopa, haciendo que estos permanezcan a la vista.
Normalmente, las hamburguesas se fotografían con todos los ingredientes perfectamente saliendo del pan, pero cuando vamos a un restaurante de comida rápida no es lo mismo ¿verdad? parecen mucho más pequeñas que las perfectamente preparadas para la foto.
Cuando fotografiéis una hamburguesa o un sandwich procura mover todos los ingredientes para que se muestren por el lado que vamos a realizar la foto, o mueve el pan hacia atrás para que parezca que los ingredientes sobresalen. La foto cambiará considerablemente.
Las bebidas
Para las bebidas Campbell asegura que es mucho mejor diluirlas antes de fotografiarlas, sobre todo las oscuras porque de lo contrario se verán demasiado apagadas. También es buena idea fotografiarlas a la vez que se les imprime algo de movimiento, ya que las bebidas no son muy agradecidas, a no ser que trate de un cóctel muy elaborado y adornado.
Las bebidas, mejor fotografiarlas cuando se están virtiendo y con una buena iluminación, son fotos mucho más vivas.
Y por supuesto, un último consejo: mucha práctica, y ver el trabajo de grandes fotógrafos de comida, que siempre ayuda.
Actualización:
Muy interesante echarle un ojo a este vídeo que nos recomienda nuestro lector Genesis, donde podemos ver como fotografían las hamburguesas en McDonalds y su comparativa con una comprada en uno de sus establecimientos:
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