Hacer ingeniería inversa de fotografías no viene mal nunca como ejercicio para pensar y aprender sobre lo que otros fotógrafos hacen y 'descubrir' algunos detalles que nos puedan ayudar a mejorar. Pensando en el tema de la iluminación y los retratos siempre hay varios elementos en los que nos podemos fijar para obtener más información de la que podemos apreciar en un primer vistazo.
Los detalles sí que importan
Decir que no es una ciencia exacta pero que cuando le pillas el truco es muy divertido e interesante. Realmente haciendo este ejercicio lo que hacemos es educar nuestro ojo, nuestra mirada para que al ver un retrato y fijándonos en determinados detalles sepamos leer la luz.
El Brillo de los Ojos o en inglés Catchlight
Lo primero, catchlight (disculpadme pero prefiero este término así en inglés), a veces por los profanos es confundido con el desagradable efecto de ojos rojos (aunque ni siquiera sea rojo este fenómeno), es un error y nda más lejos de la realidad. Catchlight o Brillo de los Ojos es un término fotográfico usado para describir la luz especular reflejada en el ojo de un sujeto y que proviene (evidentemente) de una fuente de luz. También en inglés encontraréis referencias buscando por 'obies' o 'eye lights'. Precisamente obies es una referencia a una serie de fotografías realizadas a Merle Oberon, actriz protagonista junto a Laurence Olivier del clásico del cine 'Cumbres Borrascosas'.
Es un fenómeno que, visualmente no produce el efecto desagradable y de rechazo de los ojos rojos ni mucho menos. Aunque en ocasiones puede resultar extraño y conviene controlarlo bien. Como beneficio de este efecto concentramos una mayor atención en los ojos así como una aportación de mayor tridimensionalidad o volumen de los mismos.
La ubicación de los catchlights viene determinada por el par de iluminación: luz principal más luz de relleno. Es su altura, el ángulo y distancia hasta la cámara lo que fija su posición. Lo adecuado es un reflejo de este tipo por ojo y si pensamos en el ojo como en un reloj lo ideal es que los catchlights aparezcan a las 10 o las 2.
A través de estos catchlights podemos adivinar si se utilizó un paraguas abierto o cerrado, si fue un softbox cuadrado, rectangular, circular u octogonal. Es decir, el tipo de fuente de luz principal.
Otros detalles
También fijándonos en las sombras de la nariz, de la ropa del sujeto o la sombra de la barbilla podemos deducir la posición de la luz principal y del resto. Al menos de las luces más principales.
Cuando se trata de una escena más amplia de lo que puede ser los tipos de plano habituales del retrato, encontrando al sujeto de cuerpo entero en conjunción con otros elementos suele ser mucho más complejo. Pero además de seguir la misma técnica siguiendo las luces y las sombras, hemos de tener algo más de paciencia.
Insisto que, en ocasiones, será muy complejo deducirlo como vemos en esta toma de Annie Leivobitz donde vemos fuentes de luz por doquier.
Centrándonos en un retrato al uso, otros elementos que nos suelen aportar mucha información sobre luces traseras o laterales son los bordes de la cara, cuello, hombros, ... etc; lo cual nos puede dar una idea de si se han usado otras fuentes de luz o no.
Como ejercicio final
Os recomiendo que utilicéis alguno de los editores que existen para crear esquemas de iluminación y os guardéis un pantallazo de la foto en cuestión junto con el esquema que habéis intuido. Yo lo he hecho así mucho tiempo y he de decir que me ha ayudado a entender mucho mejor como fluye la luz.
En cuanto vayas practicando y realizando este tipo de 'ingeniería inversa', seguro que verás que poco a poco cuando veas una imagen automáticamente irás deduciendo seguramente, por lo menos, las luces principales utilizadas en la misma. La práctica te dará buen resultado, seguro.
En Xataka Foto | Al descubierto: Secretos de los grandes profesionales
Vídeo | MichaelTheMentor en Youtube
Ver 9 comentarios