Con la el mundo de la fotografía cada vez más cerca del vídeo, los artistas buscan complementar sus sistemas fotográficos para acercarlos más a los requerimientos del cine. Sin embargo, con el rango de ofertas llegando hasta los miles de euros, una estrategia de inversión es muy necesaria. Por eso, en este apartado nos enfocaremos en un orden de elementos que nos permiten suplir las necesidades del vídeo.
Además, en cada apartado trataremos de ejemplificar con un rango bajo, medio y alto de productos que podéis tomar de referencia para realizar un camino de inversión que pueda servir a futuro.
Lo ya mencionado
En el pasado hemos tocado algunos elementos que complementan nuestros sistemas en el ámbito de vídeo: objetivos y estabilizadores de cámara.
En nuestra guía sobre elegir objetivos realizamos un acercamiento a los distintos tipos que hay en el mercado. Entre ellos, mencionamos los objetivos tipo cine, sus características ópticas y que los hacen ideales para grabaciones de vídeo.
Así mismo, en nuestra guía para elegir estabilizadores de cámara, hablamos sobre los tipos de estabilizadores de rango bajo y medio, tanto manuales, como mecánicos. Para lograr grabaciones en movimiento más fluidas y sin mucha vibración de cámara, estos accesorios son un gran aliado en el mundo mirrorless y DSLR.
Así que podéis visitar aquellas guías para más información sobre esos dos elementos. Sin más vamos a los siguientes ítems.
Trípodes de vídeo
Una de las principales necesidades en el mundo del vídeo es la estabilidad, tanto en tomas fijas como en tomas de movimiento. Por eso es necesario un buen trípode para obtener una imagen limpia.
En este apartado las condiciones que hay que tener en cuenta son: materiales del trípode, capacidad de carga y sistema de rótula del trípode.
Materiales más pesados dan mucha más estabilidad, pero se vuelven un peso adicional que puede no beneficiar a muchos; en especial cuando se busca algo más compacto y ligero para grabar o hacer fotografías de manera versátil. Sin embargo, un material muy débil (como el plástico) siempre será susceptible a vibraciones incómodas que dañan el material grabado.
El sistema de araña interna y doble columna está diseñado para mayor estabilidad.
Por eso es importante no comprar trípodes de plástico, así sea para ahorrar más dinero. Hay trípodes de metal diseñados para viaje a precios muy bajos, así como hay trípodes que cuentan con materiales como fibra de carbón para disminuir el peso pero mantener una posibilidad de carga muy alta.
El siguiente aspecto a considerar en nuestra decisión de compra es el tipo de rótula del trípode. Para el mundo del vídeo los dos movimientos más característicos son el paneo y la inclinación, por lo que poder controlar independientemente estos movimientos es importante. Debido a eso, se requiere una rótula que nos permita control y fluidez. Las rótulas de vídeo son usualmente las más usadas, pues están diseñadas para ofrecer fluidez, dar soporte a cuerpos alargados (como los de una cámara de cine tradicional) e incluso ofrecer un contrabalance que permite que los movimientos de cámara sean más precisos y fluidos que con un sistema de presión del estilo de fotografía.
Por este principio, un trípode con cabeza de bola (como la mayoría de entrada en foto) no es funcional para nuestro propósito de grabar vídeo. Sin embargo, sistemas de presión de fotografía que tengan independencia de giro 360° y una inclinación entre los -70° y 90° nos pueden servir perfectamente, siempre y cuando tengan movimiento fluido.
Esto nos permite clasificar trípodes de fotografía como los soportes de entrada cuando usamos nuestra cámara de fotos para vídeo. Cuando queremos dedicar más esfuerzo al vídeo es recomendable pasar a un trípode con rótula de vídeo, pues se verá reflejado en la calidad.
Finalmente, en el ámbito de trípodes el siguiente paso a considerar es la capacidad de carga. Al igual que con la fotografía, el ir aumentando el peso va a interferir con la estabilidad y el movimiento de la toma. En vídeo es aún más importante, ya que al sistema se le suman capas adicionales como sonido, carcasa, matte box, accesorios, baterías, monitores, etc…
Un peso para un sistema sencillo (nuestra cámara fotográfica, un objetivo y una luz o un micrófono sobre cámara) un trípode de entrada debe permitir un mínimo de cuatro kilogramos de carga para un manejo óptimo. Los trípodes de gama media usualmente tienen cargas máximas entre los siete y 12 kilogramos. Y los de gama alta pueden llegar a soportar alrededor de 20 kilogramos. Luego de esto, entramos en el mundo de los trípodes de cine alta, que ya tienen otros tipos de construcción, aguantan pesos mucho más altos y están diseñados para otro nivel de producción.
Como referencia de los tres niveles, podemos tomar como ejemplo el Vanguard Alta CA 233APH como un trípode de entrada. Tiene una capacidad de carga de 4.5 KG, un eje central que permite realizar tomas cenitales, además de la posibilidad de agregar contrapeso que mejore la estabilidad del trípode. Su precio es de 99.99€ en línea.
Vanguard Alta CA 233APH - Trípode de aluminio para foto, vídeo y telescopio, de 3 vías y 2 manetas
Manfrotto cuenta con uno de los trípodes de gama media más populares: Manfrotto MVH502A. El trípode tiene una carga máxima de 7 kilogramos y una rótula con contrabalance de 4 kilogramos. Gracias a su diseño en aluminio, tan solo tiene un peso de 5 kilogramos. Sin embargo, este sistema tiene un precio de 634,39€.
Manfrotto MVH502A - Trípode Completo, Negro - con 546GB-1
En el rango alto, por un precio de 1663,31€, se encuentra el trípode Sachtler Flowtech 75MS con rótula fluída Ace XL. Tiene un cuerpo en fibra de carbón y aluminio que solo pesa 4.3 kilogramos. Sin embargo, el trípode es capaz de soportar una carga de 20 kilogramos (8KG de cuerpo sobre cabeza). Tiene un sistema de contrabalance que se gradúa en ocho pasos. Y tiene un control de cantidad de paneo e inclinación por niveles que le permiten que sea más o menos suelto el movimiento.
Sachtler System Ace XL FT MS Negro Sistema de alimentación ininterrumpida (UPS)
Monitor
Si bien el monitor de nuestra cámara puede ser suficiente en algunas ocasiones, el siguiente elemento de alta importancia es un monitor portátil para poder observar lo que estamos grabando. Este accesorio se puede medir en brillo, calidad del color, conexiones y funcionalidades.
La principal ventaja de un monitor es poder ver la escena de manera más amplia. Eso nos ayuda a encontrar pequeños detalles que pueden estar estorbando, a asegurar el foco y diseñar la toma de manera más sencilla. Si bien esto significa sacrificar algo de portabilidad por las baterías o la conexión a una fuente directa, es una decisión que puede beneficiarnos mucho en proyectos más planeados donde se necesita tener una mejor visión de la escena.
En el campo de entrada encontramos los monitores que cuentan con las funciones más básicas y están hechas usualmente solo para mirrorless y DSLR con conexión mediante HDMI. En este campo, salvo con algunas excepciones, los monitores que encontramos no tienen una resolución alta de visualización, tienen brillos bajos y su tamaño no es muy amplio.
Dentro de estas funciones que encontraremos de esta gama para arriba está la posibilidad de aplicar algunos asistentes para exposición, foco y composición como cuadrículas de imagen, ajuste de aspecto al usar objetivos anamórficos, asistente de foco, exposición por zebra, color falso (para medir las zonas de exposición), histograma y visualización de canales.
En el mundo de gama media encontramos monitores que tienen pantallas mejor calibradas en color, más brillantes y funciones de medición y asistencia más especializadas. Está claro que estas ayudas adicionales permiten facilitar el trabajo del equipo de cámara durante rodaje, y para fotógrafos que hacen vídeo aparte son un buen instrumento para monitorear y tomar decisiones más precisas en su trabajo.
La gama alta cuenta con monitores/grabadoras. Este tipo de monitores tienen una función adicional a la de solo monitorear, también tienen la posibilidad de ser utilizados para mejorar la señal de grabación (lo que permite que algunos modelos de cámara puedan grabar video RAW, por ejemplo). Así mismo pueden grabar versiones ‘proxy’ del material para adelantar el proceso de postproducción. Además tienen mejor conexión, más brillo aún y funciones que acompañan bien el mundo de cine.
Como referencia, la gama baja cuenta con equipos como los monitores Feelworld MA5. Que cuenta con todas las funciones básicas, una pantalla que ofrece la calidad necesaria para monitoreo y tiene un diseño moderno. Todo a un precio de 179 €.
Feelworld Master MA5 DSLR Monitor 5" Full HD, Monitor de Campo, Camera Field Monitor IPS 4K Full HD 1920x1080 Pixels Output, Monitor de Cámara Réflex, Bolsa de Transporte Incluido
Sin embargo, por un precio cerca al de esta gama, se puede acceder a un monitor con algunas prestaciones de gama media que será más versátil para rodaje. Los monitores PNBE son una de las excepciones que mencionamos anteriormente. Este monitor cuenta con un sistema de doble batería intercalable, lo que permite más duración de vida en rodaje. Cuenta con un brillo de 2000 NITs; lo que ayuda mucho en grabaciones en exterior, donde las pantallas de menor brillo terminan siendo difíciles de observar bien. Además cuenta con conexiones HDMI y SDI lo que le permite también ser un monitor que podemos llevar al mundo cine para cámaras de grabación dedicadas o como monitores auxiliares. Este monitor tiene un precio de 229.95 €.
Monitor de campo PNBE 7" 2000 NIT HDMI/SDI
En la gama media, por un precio de 361.79 € podemos dar el salto a un monitor como el Atomos Shinobi SDI/HDMI. Tan solo cuenta con espacio para una batería, pero tiene una pantalla muy bien calibrada, profundidad de color de 10bit y un brillo alto. Es una unidad compacta ideal para cámaras pesadas. Además cuenta con herramientas como vectorscopio y forma de onda para un mejor control de la imagen.
ATOMOS MONITOR SHINOBI SDI/HDMI
En la gama más alta podemos pensar en un monitor como el Blackmagic Video Assist 4K, que cuenta con una doble ranura para grabación. Cuenta con entrada HDMI y 6G-SDI, además de entradas de audio Mini XLR. Sin embargo, esto ya nos lleva a un rango de precio de 998,25 €.
Con esto cerramos la primera parte de nuestra guía. En la próxima entrada veremos micrófonos, luces de cámara, carcasas y accesorios de foco. ¿Qué más os gustaría saber del paso al mundo del vídeo?