Mejorar nuestros retratos implica casi siempre aprender encuadres e iluminaciones, pero a veces nos olvidamos que si nuestro modelo no dá a cámara una buena pose y una buena expresión, la fotografía se queda en mediocre. Hoy repasaremos algunas técnicas de posado que usan las modelos para mejorar en nuestros retratos y conseguir unas fotos, como mínimo, un poco mejores.
¿Hace falta posar?
Todos conocemos a esa chica de 15 años que cuando alguien dice "¡FOTO!" posa automáticamente con la misma cara como si fuese un robot al que se le dá una orden. Bueno, el tema de las poses es complicado porque es algo muy propio de la fotografía de moda, pero lo que sí os puedo decir es que practicar una pose delante del espejo para cuando nos hagan una foto es mala idea porque entonces saldremos siempre con la misma pose en todas las fotos. Eso queda muy mal.
Una de las poses más clásicas y que seguro que ya conocemos es el contraposto. El contraposto es una técnica griega de posado que podemos ver en multitud de estatuas clásicas y que se sigue empleando en cualquier fotografía. Consistent en inclinar el ángulo de nuestros hombros e inclinar también nuestra cadera en dirección contraria. Esto podemos verlo muy fácilmente en El David, de Miguel Ángel.
Como fotógrafos, podemos hacer que nuestros modelos temporales se aseguren de tener un contraposto sutil para conseguir un desequilibrio natural en sus fotografías. La expresión de la cara depende de cada uno, pero una sonrisa natural suele ser la mejor elección. Otras muchas buenas fotografías pueden conseguirse sin posar, ya que cuando fotografiamos a alguien andando por la calle o pillamos desprevenido a nuestro sujeto, el resultado suele ser muy fresco y natural, y eso se transmite en nuestras fotografías.
La foto, mejor en teleobjetivo corto
Hacer un retrato bajando de un 35 milímetros fijo en APS-C (unos 50mm en full frame) es jugársela. Las deformaciones a esas distancias son críticas y hay que tener mucho cuidado para guardar las proporciones. Si nos agachamos, la cabeza se encogerá y si elevamos la cámara hasta la altura de los ojos de quien estamos fotografiando, la cabeza tenderá a compensarse.
Puede parecer que el fotógrafo tan sólo se dedica a apretar un botón y a hacer fotos sin un criterio, pero es él el que tiene que asegurarse que lo que se está fotografiando está componiéndose correctamente a través del visor. Obviamente esto no es aplicable a una foto casual, pero si queremos hacer un retrato un poquito más elaborado, no viene mal tener en cuenta estas cosas.
Expresiones y posición de la cara
La cara por lo general no es algo que el fotógrafo pueda posar y manejar de forma tan fácil como el cuerpo, pero sí que hay pequeños trucos para conseguir reducir la papada o conseguir una expresión más fotogénica.
El consejo más importante es controlar la mandíbula. Peter Hurley es uno de los fotógrafos de headshots más importantes del mundo y se dedica a realizar fotografías de equipos empresariales. Hurley explica que mover la cabeza ligeramente por delante del cuello, se genera una separación entre la cara y el cuerpo que neutraliza cualquier tipo de papada.
También hay otros consejos muy generales para los retratos como no fotografiar la cara completamente frontal, e iluminar de forma desigual el rostro para evitar el ensanchamiento del óvalo facial. ¿Vas a aplicar estos consejos próximamente? ¡Déjanos tus fotografías en la caja de comentario!
Fotografía de portada | Tito Tito Juga
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