Es verdad que el verano no es la mejor época para ir a buscar cascadas. Hay poca agua, no son tan espectaculares y la mayoría están secas o con poco caudal. Pero si vamos por el norte nos podemos encontrar sorpresas. Por eso vamos a ver cómo hacer fotografías de cascadas en cualquier situación.
Viajando por Navarra he encontrado una cascada con agua. Creía que era un milagro, pero no. Simplemente hay que estar en el norte, en una zona donde llueva aún siendo verano. La ruta en cuestión es la cascada del Xorroxin. Si podéis acercaros por dicho lugar os aseguro que os llevaréis una sorpresa.
La cuestión es que no te esperas en esta época encontrarte con semejante maravilla. De hecho me encontré con una persona, de una asociación de fotografía de Cataluña, que se dejó el trípode en el coche. Se lo ofrecí y todo, pero al final decidió intentarlo con sus propios medios. La verdad es que no me dí cuenta de contarle una forma de conseguir el efecto sedoso sin trípode en un día soleado. Así que en homenaje a ella y para todos voy a contar dos formas de hacer fotografías de cascadas con el famoso efecto seda.
Fotografía directa de cascadas
La clave, como imaginareis, es fijar la cámara en un trípode. Es fundamental dejar la cámara quieta en un lugar. Siempre podemos dejarla en el suelo, o en un tocón de madera, o hacer algún invento peligroso pero infalible con nuestras manos. Pero os recomiendo encarecidamente el trípode. Es verdad que pesa, que es molesto y que total para una foto parece que no tiene sentido. Pero deberíamos utilizarlo siempre si hacemos fotografía de paisaje.
Pero vamos a centrarnos. La fotografía de cascadas no consiste solo en sacar el efecto seda. Hay que componer la imagen para que la vista del espectador vaya al agua. Si está en medio de la maleza será fácil, pues la blancura del agua guiará perfectamente la mirada.
Para conseguir el efecto seda la cascada deberá estar en la sombra. No hay una velocidad de obturación correcta para conseguirlo, pues depende mucho del caudal que lleve. En algunos casos puede bastar con 1/15, pero puedes llevarlo en algunos casos hasta los cuatro segundos y más. Lo único es que en esos casos empiezas a necesitar los famosos filtros de densidad neutra, y eso es otra historia...
La clave es cerrar el diafragma para conseguir una velocidad de obturación lenta. No hay mayor misterio más que dominar las claves de la exposición. En serio. Y saber que así ganamos profundidad de campo y que no tenemos que cerrar tanto que provoque la temida difracción, la falta de nitidez.
Una buena fotografía de cascadas a través del software
Pero imaginaos que no llevamos trípode, que todo está inundado de luz y que no hay lugar donde dejar la cámara... Pues podemos conseguirlo de una forma muy sencilla gracias a la ayuda inestimable de Adobe Photoshop. Vamos a ver los pasos que tenemos que dar:
- Hacer una primera fotografía para calcular la exposición. Lo mejor es exponer a la derecha para evitar el ruido.
- Ajustar el equilibrio de color a un ajuste preestablecido: Luz día o Sombra para que todas las exposiciones sean idénticas.
- Pasamos la cámara a manual con los datos de exposición, el autoenfoque a manual y empezamos a disparar varias veces sin variar en la medida de lo posible el encuadre. Una buena idea es poner el motor.
Cuando lleguemos a casa descargamos las fotos en el ordenador y empezamos a hacer la magia con Adobe Photoshop:
- Seleccionamos las fotografías implicadas en Adobe Bridge o en el módulo Biblioteca de Adobe Lightroom.
- Las revelamos todas con los mismos parámetros. No podemos olvidar que tienen los mismos datos de exposición.
- Si estamos en Bridge las mandamos a Adobe Photoshop en la ruta Herramientas>Photoshop>Cargar archivos en capas de Photoshop. O también Herramientas>Photoshop>Photomerge y elegir en la ventana que se abre Composición automática. Otra posibilidad es Archivo>Secuencias de comandos>Cargar archivos en pila.
- En Adobe Lightroom, seleccionamos todos los archivos y hacemos clic con el botón derecho en una de las miniaturas y vamos a Editar en> Abrir como capas en Photoshop.
- Entonces veremos en Photoshop todas las fotos puestas como capas de un mismo archivo, las seleccionamos todas (Ctrl+clic) y vamos a Edición>Alinear capas automáticamente. En la ventana que se abrirá marcamos Automática y Aceptar. Así evitamos cualquier problema de alineación.
- En la última capa mantenemos el 100% de su Opacidad, pero en las siguientes vamos reduciéndolas de forma secuencial(100-50-33-25…), y de tal forma que se vean en la misma proporción. Es importante que la siguiente siempre sea más baja. Para terminar tenemos que ir a Capa>Acoplar imagen.
Es una especie de truco sucio, pero como podéis ver funciona realmente bien. Así conseguimos una fotografía de efecto seda sin demasiado esfuerzo y sin la necesidad de cargar con miles de accesorios. Se pierde algo de magia pero los resultados finales son idénticos. Ya me diréis qué tal os ha quedado.
Foto inicio | Robert Lukeman
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