La primavera acostumbra a traernos además de un tiempo (en lo meteorológico) más apacible, el inicio de un sinfín de carreras y pruebas de motor que suponen para los aficionados a la fotografía y la velocidad una auténtica bendición.
Este fin de semana pasada estuve en la XVIII Subida Ubrique - Benaocaz, una importante cita del calendario español e internacional para los campeonatos de montaña y, como no, me crucé con multitud de aficionados a la fotografía, muchos noveles. Por eso hoy vamos a ver unas pequeñas directrices con las que poder sacar el máximo partido a nuestra cámara en la carretera.
Respeta las normas de seguridad
El primer de los puntos viene patrocinado por el Capitán Obvio. Sí, he visto mucha gente que con el afán de conseguir un buen sitio para sus fotografías se adentran en zonas prohibidas por la organización. Craso error.
Este es el primer paso para que esa fotografía tan impactante con el coche cruzado en la curva sea la última que hagas. En una carrera fuera de circuito ningún sitio es totalmente seguro, siempre hay cierto riesgo, pero si sufres un accidente en una zona prohibida y debidamente señalizada tú serás el único responsable. Perder el equipo puede ser el menor de tus problemas.
Si, además, eres aficionado a las carreras has de saber que instituciones como la FIA o la RFDEA son muy estrictas con las medidas de seguridad y un incumplimiento reiterado de las mismas por parte del público puede provocar la cancelación de la prueba en los siguientes años.
Asegurando el enfoque
Punto capital. El enfoque en una prueba de velocidad puede darnos algún que otro quebradero de cabeza. En esta última carrera he optado por subir el ISO a 500 (aunque las condiciones de luz me permitían disparar con un ISO menor) y jugar con valores altos en velocidad de obturación (en torno a 1/1000s) y medios en apertura. Así puedes congelar el movimiento de los coches sin necesidad de seguirlos.
Usar una configuración así prácticamente nos asegura el foco en toda la escena, útil si por ejemplo haces uso de la ráfaga. Tu cámara puede disparar 8 fotografías en un segundo, sí, pero un coche a 120 kms/h recorre 33 metros en un segundo. Otra opción es preenfocar a un punto y disparar al paso del coche.
Aunque podemos abrirnos a opciones creativas yo suelo fijar el foco en la parte media del vehículo, a la altura de la puerta, porque ahí se concentra mucha información: dorsal, nombre de la prueba, el propio piloto...
No suele hacerse necesario el uso de soportes como trípodes aunque si vamos a cargar con un teleobjetivo pesado la ayuda de un monopié puede venirnos muy bien; es más ligero y nos ofrece más movilidad que un trípode.
Barrido fotográfico
La mejor forma de conseguir plasmar la velocidad de los coches es el uso de esta técnica. El barrido fotográfico es considerablemente sencillo de realizar y los resultados son muy poderosos visualmente. Es recomendable no abusar de ella, puede llegar a cansar.
No existe un valor de velocidad de obturación único para conseguir el efecto, depende de muchos factores así que va a tocar empezar por, por ejemplo, 1/100s como muy alto para ir bajando y mirando los resultados. Cuando veas al coche aparecer síguelo con tu cámara y no dejes de seguirlo hasta pulsar el obturador, es así de sencillo.
La cosa se puede complicar si usamos focales largas o estamos muy encima del coche. Piensa en un avión que vuela a 700 kms/h. Desde tierra es francamente fácil seguirlo con la cámara pero si estuviésemos a un par de metros de él... os hacéis una idea, ¿verdad?
Usa filtros
Voy a dar por hecho que habéis seguido mi consejo de usar siempre el parasol en el objetivo así que no volveré a mencionarlo. Además del parasol hay un par de filtros que nos pueden venir muy bien en una prueba de velocidad: el filtro polarizador y el de protección.
El filtro polarizador sirve para mucho más que potenciar los cielos. En un día soleado a media mañana la única manera de evitar los potentes y molestos reflejos de nuestra estrella sobre los cristales del coche que estamos fotografiando es usar un filtro polarizador. No hay más.
El filtro de protección (puedes usar un UV si no tienes otro) tampoco debería faltar en un día de carreras. Es plausible, no voy a decir que muy fácil pero sí plausible, que el paso a toda velocidad de un vehículo proyecte una pequeña piedra del asfalto hacia cualquier parte. No desestimemos el poder de la mala suerte. Esa cualquier parte puede ser tu pobre objetivo, así que mejor que sea un filtro el que se rompa.
Composición
Salvo que estemos haciendo planos muy cerrados sobre el coche o el piloto el tema de la composición lo vamos a poder solventar con relativa facilidad. El buen uso de la carretera con sus curvas y rectas, líneas pintadas o las señales de tráfico se antojará crucial y suficiente para que podamos dirigir la mirada en nuestra escena.
No deberíamos olvidarnos de dar aire y espacio al coche. Aunque alguna vez cerremos el plano sobre un detalle (alguna frenada en la que se bloquean las ruedas y sale humo, por ejemplo), en todos los planos algo más generales deberíamos dejar algo de sitio por detrás y un poco más por delante, señalando el camino que seguirá el vehículo. Aquí, no obstante, volvemos a abrirnos a posibilidades creativas.
¿Disparamos en horizontal o vertical? No vamos a cerrarnos en banda, podemos probar ambas. Todo depende de la situación y de cómo podemos aprovechar el trazado en beneficio de nuestra composición. En la fotografía superior el disparo vertical era la única opción porque tenía delante a varias personas y era el único espacio disponible. El coche accidentando en primer plano añade profundidad a la escena y todo el espacio superior la pone en contexto dejando ver el entorno en el que se celebra la prueba de montaña.
Antes y después de la carrera
Vamos a acabar con una recomendación que algunos pasan por alto. Hay vida más allá de la propia prueba y en la que las posibilidades fotográficas no solo no merman sino que pueden incluso aumentar. Antes de la carrera, durante las verificaciones técnicas, o después, en la ceremonia de entrega de premios suelen dejar a los aficionados acercarse a coches y pilotos.
En esta nueva situación, más relajada para todos, es posible obtener otro tipo de imágenes complementarias de las que tomaremos en mitad de la prueba pero igualmente interesantes. Primerísimos planos del interior de los coches, mecánicos haciendo los últimos reglajes, coches en sus camiones... las posibilidades son mucho mayores que cuando estás en el trazado sin poder moverte de sitio.
¿Qué otros consejos consideráis fundamentales para este tipo de eventos? Estos son solo unos pocos de tantos que existen.
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