De entre todos los eventos astronómicos del año sin duda uno recurrente son las "lágrimas de San Lorenzo" o Perseidas, la lluvia de estrellas más importante del año. Pero es que además se da la circunstancia de que este año el pico de la lluvia de meteoritos, la madrugada del 11 al 12 de agosto (entre el miércoles y el jueves) coincidirá con luna nueva, con lo que el cielo estará más oscuro que de costumbre.
Esto (que no se repetirá hasta el año 2026) permitirá que disfrutemos del fenómeno con mayor intensidad. Así que, ya sea porque eres aficionado a la fotografía astronómica o porque quieres iniciarte, sin duda vamos a tener una gran oportunidad para capturarlo con nuestras cámaras siguiendo los consejos que os vamos a dar.
¿Qué son las Perseidas?
Pero antes, vamos a repasar qué son las "lágrimas de San Lorenzo" o Perseidas. Tal y como han contado los compañeros de Xataka, se trata de un fenómeno que la propia NASA califica como la mejor lluvia de estrellas del año. "Un espectáculo celeste con meteoros 'brillantes y muy rápidos' que iluminan el cielo y son muy fáciles de ver".
El origen de esta lluvia de meteoros está en el cometa 109P/Swift-Tuttle, descubierto en 1862 y que gira alrededor del Sol; las "estrellas fugaces" que provocan no son sino cientos de partículas de polvo espacial que se desprenden de su estela y atraviesan nuestra atmósfera desintegrándose a gran velocidad.
El nombre de "Perseidas" proviene de que el punto radiante desde el que parecen converger se encuentra cercano a la constelación de Perseo. Por su parte, el de "lágrimas de San Lorenzo" viene de que su cenit coincide en el santoral con el día de San Lorenzo, que es el 10 de agosto; un santo que fue martirizado en la hoguera y cuyas lágrimas, según cuenta la leyenda, se aprecian en el cielo el día de su martirio.
¿Cuándo verlas?
Aunque el fenómeno se produce desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto, como hemos dicho el mejor momento para verlas (y fotografiarlas) es esta semana, en la que se aprecia una mayor cadencia de meteoros con entre 50 y 100 cada hora, según la NASA. Pueden verse desde todas las partes del planeta (aunque en el hemisferio norte se apreciarán mejor) y se producen tanto de día como de noche pero, como es lógico, sólo suelen verse durante la noche y siempre dependiendo de las condiciones metereológicas, la visibilidad y la presencia de nubes.
Por tanto, cualquiera de las próximas noches es buen momento, aunque deberíamos estar al tanto de las previsiones para saber si habrá una noche despejada. Como hemos adelantado, va a coincidir con que la luna estará en la fase en la que ilumina menos, con lo que tendremos un cielo más oscuro que lo habitual. En este sentido, quizá lo más importante será buscar un buen lugar para ver el fenómeno, en un lugar elevado y lo más alejado posible de la contaminación lumínica que provocan las ciudades.
Una vez tenemos el lugar adecuado, es recomendable buscar en el cielo la citada constelación de Perseo, que se encuentra mirando hacia el norte. Para localizarla fácilmente, buscaremos la estrella polar y encontraremos la constelación (que tiene forma de una silueta humana con el brazo extendido) hacia su derecha.
¿Cómo capturarlas?
Hablamos de un tipo de fotografía que se encuadra en la larga exposición, por lo que los consejos que os vamos a dar no difieren mucho de lo que podemos ver para capturar otros fenómenos como los fuegos artificiales. En cualquier caso, vamos a repasarlos viendo los puntos más importantes:
El equipo
En principio no es algo que requiera de un equipo muy especializado, aunque sí hay algunos requisitos importantes. Lo primero es una cámara que tenga modo Bulb para realizar largas exposiciones y un objetivo angular que cubra buena parte del cielo y, a ser posible, sea luminoso. Valdría por tanto con muchos tipos de cámara, aunque desde luego lo más recomendado es una de formato completo con un angular de 12 mm (si fuera posible) y un buen trípode.
Porque sí, aquí éste no es un accesorio recomendable sino imprescindible; bueno junto con algún tipo de disparador remoto (puede ser el mismo móvil). También podemos aprovechar el intervalómetro y decirle a la cámara que cada dos minutos haga una foto, así no tendremos que estar tan pendiente de ella y disfrutaremos de la lluvia de estrellas.
El lugar
Ya lo hemos dicho, es importante elegir bien el sitio para huir de la contaminación lumínica, pero también porque si en el encuadre incluimos algún elemento de interés más allá del cielo podemos conseguir una composición más interesante. Por lo demás, es muy importante asentar bien el trípode y usarlo de forma correcta, y disparar sin tocar la cámara lo más mínimo.
La técnica
Una vez montada la cámara en el trípode y elegido el encuadre, enfocaremos a infinito y nos acordaremos de desactivar el estabilizador de cámara u objetivo si es que lo tiene. En cuanto a las variables del triángulo de exposición, lo más recomendable es poner la sensibilidad al mínimo (normalmente 100 ISO) y el diafragma en su punto dulce (el que ofrece mayor calidad).
¿Y la velocidad? Pues dependerá de muchos factores, pero dado que queremos capturar un fenómeno cuyo ritmo es pausado (ya decimos, pueden caer entre 50 y 100 cada hora) deberíamos partir de unos 20-30 segundos y en adelante. En este tipo de tomas más que nunca entramos en el terreno de la improvisación, así que lo mejor es ir probando y ver qué resultados conseguimos.
Esperamos, como siempre, que estos consejos os sean útiles y os animen a tratar de conseguir una buena foto de las "lágrimas de San Lorenzo" o lluvia de Perseidas, aunque lo más importante casi es que disfrutéis del espectáculo y de una bonita noche de verano.
Foto de portada | Phil Botha
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